¡°El acuerdo con el Reino Unido crea una especie de esclavitud moderna: te env¨ªo gente que no quiero en mi casa y te pago¡±
Victoire Ingabire Umuhoza, principal opositora al presidente ruand¨¦s Paul Kagame, acusa al Gobierno de ¡°acallar a los opositores¡± y de estar concentrado en ¡°lavar su imagen internacional¡±
Las paredes de su sal¨®n en Kigali cuentan sin palabras los acontecimientos que Victoire Ingabire Umuhoza se ha perdido en los ¨²ltimos 13 a?os: cumplea?os, fiestas de graduaci¨®n, bodas, bautizos... Los rostros de sus tres hijos se repiten en las fotograf¨ªas y muestran el tiempo que ha ido pasando. ¡°Pese a todo, este viaje ha valido la pena¡±, dice a sus interlocutores y probablemente a s¨ª misma esta mujer de 55 a?os, intentando espantar la nostalgia. El ¡°viaje¡± al que se refiere comenz¨® en 2010, cuando tras m¨¢s de 16 a?os en Holanda, regres¨® a su pa¨ªs para inscribir a la coalici¨®n opositora Fuerzas Democr¨¢ticas Unificadas (FDU-Inkingi), de cara a las elecciones presidenciales de aquel a?o. Tres meses despu¨¦s fue detenida tras un discurso, acusada de conspiraci¨®n y negaci¨®n del genocidio de 1994 en el que 800.000 ruandeses fueron asesinados por sus propios compatriotas y condenada a 15 a?os de c¨¢rcel. Pas¨® ocho a?os en prisi¨®n, cinco de ellos en total aislamiento ¡°¨²nicamente con Dios y varios libros¡± y fue liberada gracias a un perd¨®n presidencial en 2018.
Hoy, el nombre de Ingabire es el primero y pr¨¢cticamente el ¨²nico que aparece cuando se busca en Google ¡°opositores al jefe de Estado ruand¨¦s Paul Kagame¡±, en el poder desde 2000. La c¨¢rcel no ha doblegado su empe?o de seguir peleando por un lugar en el espacio pol¨ªtico de su pa¨ªs, pese a que vive vigilada y muy encerrada en una casa con un peque?o jard¨ªn florido, donde casi nunca est¨¢ sola y en la que recibi¨® a este diario. La lista de colaboradores y compa?eros de partido muertos, desaparecidos y encarcelados, que recita de memoria, justifican que tenga miedo, que su cordialidad est¨¦ impregnada de desconfianza y que el cansancio la tiente cada d¨ªa. ¡°Ser opositora en Ruanda significa no poder hacer nada, tener las manos atadas¡±, resume.
Pregunta. ?Est¨¢ libre pero presa entre estas cuatro paredes?
Respuesta. Fui liberada e intento seguir adelante con mi vida, pero salgo solo cuando es necesario: a la iglesia, al mercado, a visitar a gente... No me desplazo de noche y nunca voy sola porque es m¨¢s dif¨ªcil que me pase algo si voy acompa?ada. Cuando voy a alg¨²n lugar hay un coche o una moto de los servicios de seguridad del Gobierno que me sigue. Ahora por ejemplo, nos est¨¢n mirando desde aquel edificio en construcci¨®n, donde tienen montado un puesto de vigilancia permanente, y tambi¨¦n hay gente siempre cerca de la puerta de mi casa para ver qui¨¦n entra y qui¨¦n sale. Adem¨¢s, una vez al mes tengo la obligaci¨®n de presentarme ante el fiscal.
El proceso de reconciliaci¨®n ha comenzado, pero para que sea total hay que reconocer a todas las v¨ªctimas de todos los cr¨ªmenesVictoire Ingabire
P. Tampoco puede salir del pa¨ªs.
R. No he salido de Ruanda desde 2010. Actualmente necesitar¨ªa una autorizaci¨®n del ministerio de Justicia para hacerlo. Lo he intentado en tres ocasiones, una de ellas para ir a Espa?a en 2019 a recibir el premio de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a (APDHE). Finalmente mis hijos lo tuvieron que recoger por m¨ª. Tambi¨¦n ped¨ª permiso para ir a la boda de mi hijo mayor, pero al final la vi a trav¨¦s de la pantalla de mi ordenador, en este sal¨®n. Ahora he solicitado al presidente que suspenda estas restricciones, porque es mi derecho, seg¨²n mi decreto de liberaci¨®n, y estoy esperando la respuesta.
P. Habr¨¢ elecciones presidenciales en su pa¨ªs en 2024. ?Hay alguna posibilidad de que su partido sea reconocido y usted sea candidata?
R. Mi nuevo partido, Development And Liberty For All (DALFA-Umurinzi), no ha podido registrarse y yo, seg¨²n la Constituci¨®n ruandesa, no puedo presentarme porque he sido objeto de una larga condena de c¨¢rcel. Pero el Tribunal Africano de Derechos Humanos de las Personas y los Pueblos (AfCHPR, por sus siglas en ingl¨¦s, con sede en Tanzania) me consider¨® inocente y concluy¨® en 2017 que el Gobierno ruand¨¦s hab¨ªa violado mi derecho a la libertad de expresi¨®n y a tener una defensa adecuada y le conden¨® a indemnizarme por el da?o moral sufrido, una sentencia que no han cumplido hasta hoy. El Gobierno ruand¨¦s me sigue considerando una criminal y usa la justicia para frenar la democracia y acallar a los opositores.
P. ?En qu¨¦ se basa para acusar al Gobierno de silenciar a quien piense diferente?
R. En 2010, Bernard Ntaganda se declar¨® candidato presidencial contra Kagame y fue encarcelado varios a?os. En 2017, Diane Rwigara, candidata independiente, fue detenida y acusada de falsificar firmas para su candidatura y posteriormente absuelta. La ¨²nica oposici¨®n que Kagame tolera es el Partido Verde, que en 2017 no lleg¨® ni al 1% de los votos. Veremos a ver qu¨¦ pasa en 2024.
P. Es una figura conocida fuera de Ruanda, ha merecido la solidaridad internacional y en 2012 fue, por ejemplo, finalista del premio S¨¢jarov por la Libertad de Pensamiento del Parlamento Europeo. ?Siente miedo ante los meses venideros previos a estos comicios o cree que la notoriedad la protege?
R. Cuando sal¨ª de la c¨¢rcel en 2018, ten¨ªa que presentarme ante la fiscal¨ªa general hasta dos o tres veces por semana. Quer¨ªan impedirme que hablara, pero han visto que no funciona. No s¨¦ si han intentado matarme, pero ahora mismo no me siento especialmente amenazada, aunque mi asistente, Anselme Mutuyimana, tampoco se sent¨ªa amenazado y en 2019 sali¨® de un autob¨²s, le obligaron a entrar a un coche y su cad¨¢ver fue encontrado un d¨ªa despu¨¦s. La lista de opositores en Ruanda es cada vez m¨¢s corta. Ha habido responsables de mi partido asesinados, desaparecidos o presos: Jean Damascene Habarugira, Eugene Ndereyimana, Syldio Dusabumuremyi, Th¨¦ophile Ntirutwa... En este momento hay 16 miembros de mi formaci¨®n en prisi¨®n, de los cuales nueve no han sido juzgados. Yo creo que todo esto son mensajes para m¨ª. El r¨¦gimen que tenemos no se detiene ante nada, da igual que seas una persona conocida. Pero voy a seguir pidiendo un di¨¢logo para resolver los problemas de mi pa¨ªs.
Me siento muy apoyada y el Gobierno sabe que soy muy popular. Por eso no pueden permitir que sea candidataVictoire Ingabire
P. Sin embargo, internacionalmente, Ruanda proyecta una imagen de reconciliaci¨®n.
R. El proceso de reconciliaci¨®n ha comenzado, pero para que sea total hay que reconocer a todas las v¨ªctimas de todos los cr¨ªmenes, los culpables deben ser llevados ante la justicia y hay que decir la verdad sobre lo que pas¨®. Aqu¨ª ha habido cr¨ªmenes terribles contra los tutsis, pero tambi¨¦n contra los hutus.
P. ?C¨®mo lo har¨ªa usted?
R. Yo propongo algo como lo que se hizo en Sud¨¢frica con la creaci¨®n de una Comisi¨®n de la Verdad y la Reconciliaci¨®n. Primero necesitamos saber qu¨¦ pas¨® realmente en Ruanda desde la guerra de octubre de 1990 hasta el a?o 2000. Y luego tiene que llegar la justicia. Yo, personalmente, creo que hay que pensar en una amnist¨ªa general porque hay personas que han sido castigadas y otras que no, sobre todo exmilitares del FPR (Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s), el movimiento de Kagame. Los cr¨ªmenes cometidos por estas personas dan miedo al Gobierno y creo que por eso se aferran al poder.
P. El Gobierno ruand¨¦s la acusa de negar el genocidio.
R. Es mentira. No niego el genocidio, solo digo la verdad y el Gobierno no la quiere escuchar. Les he presentado informes de la ONU, en los que se informa de que sus militares mataron a gente, pero el Ejecutivo no quiere hablar de esto. De todas formas, la acusaci¨®n de negar el genocidio se hace contra todos los opositores en Ruanda para impedir que ensucien la imagen de Kagame.
P. Su pa¨ªs ha firmado un acuerdo con el Reino Unido para recibir solicitantes de asilo de aquel pa¨ªs. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece?
R. Me opongo totalmente. El acuerdo con el Reino Unido crea una especie de esclavitud moderna: te env¨ªo gente que no quiero en mi casa y te pago por ello. Es un comportamiento inhumano de parte de los dos gobiernos. Viola totalmente la convenci¨®n de Ginebra porque no se puede trasladar refugiados a un pa¨ªs donde se vean amenazados y aqu¨ª lo estar¨¢n, ya que vivimos con menos derechos, libertad y democracia que en el Reino Unido. Ruanda es un pa¨ªs que ha acogido hist¨®ricamente refugiados. Yo opino que deben ser bienvenidos aqu¨ª, pero somos un pa¨ªs peque?o, superpoblado y pobre. ?C¨®mo pudo nuestro Gobierno comprometerse a dar bienestar a estas personas si no podemos garantiz¨¢rselo a nuestra propia poblaci¨®n? Es una gran mentira. Ruanda ya acord¨® algo similar con Israel en el pasado y no funcion¨®, ahora tambi¨¦n est¨¢ en negociaciones con Dinamarca y Holanda. Veremos. Est¨¢ claro que el acuerdo con el Reino Unido se hizo por dinero, por prestigio y por lavar la imagen internacional del Gobierno. Pero es inmoral abrir las puertas de pa¨ªs a personas, cuando sabes que no est¨¢s a la altura de recibirlas correctamente.
Est¨¢ claro que el acuerdo con el Reino Unido se hizo por dinero, por prestigio y por lavar la imagen internacional del Gobierno.Victoire Ingabire
P. Se despidi¨® de sus hijos en 2010 pensando volver en cuesti¨®n de semanas y han pasado 13 a?os. ?Qu¨¦ dicen ellos?
R. Tengo todo su apoyo y creen, como yo, que esto era necesario. Pero han sufrido mucho, claro. Y yo tambi¨¦n. Ahora pueden visitarme, al menos. Mi hija vino en 2020 con su familia y mi hijo peque?o, al que dej¨¦ con ocho a?os, tambi¨¦n tambi¨¦n vino hecho todo un hombre. A mi hijo mayor, que vive en Suecia, no lo he podido ver desde 2010 y a mi marido tampoco porque est¨¢ enfermo y no puede hacer este viaje tan largo. Estos a?os han sido duros para todos. Yo espero poder salir en 2025, cuando expire mi condena, e ir¨¦ a visitar a mi marido, pero volver¨¦ a Ruanda, a seguir luchando por su democratizaci¨®n. Mi lugar est¨¢ aqu¨ª.
P. ?Este largo viaje ha valido la pena?
R. S¨ª, ha valido la pena y todav¨ªa contin¨²a. La gente me sigue dando esperanza, cada vez hay m¨¢s personas que osan levantar la voz y denunciar a las autoridades locales. Me siento muy apoyada y el Gobierno sabe que soy muy popular. Por eso no pueden permitir que sea candidata. Ellos dicen que voy a ser elegida solo por los hutus, porque yo soy hutu, pero no es verdad, tengo muchos partidarios entre los tutsis.
P. Es raro encontrar en Ruanda personas como usted, que sigan haciendo p¨²blicamente la distinci¨®n entre hutus y tutsis.
R. Evitar ese tema es pura hipocres¨ªa. Cuando un ni?o en la ¨¦poca de las conmemoraciones del genocidio pregunta qui¨¦n mat¨® a los tutsis, se le responde: ¡°los hutus¡±. Porque fue as¨ª. Somos un pa¨ªs peque?o y nos conocemos todos, aunque ahora digamos que todos somos ruandeses y nada m¨¢s. Est¨¢ muy bien, pero aqu¨ª sabemos qui¨¦n es qui¨¦n.
P. La prensa ruandesa ha publicado acusaciones muy duras contra su madre, asegurando que tortur¨® y mat¨® mujeres tutsis, sobre todo embarazadas, durante el genocidio.
R. En 1994 yo no estaba en Ruanda. Como no pueden acusarme a m¨ª de nada, lo intentan con mi madre. Casualmente, no hab¨ªan inventado nada sobre ella hasta 2010, cuando yo regres¨¦ al pa¨ªs. Han fabricado rumores terribles, que dicen que mat¨® a una mujer, que clav¨® un cuchillo en el vientre de una embarazada... Quieren presentarme como la hija de una asesina, para que la gente tampoco conf¨ªe en m¨ª y para mermarme la moral. Mi madre est¨¢ en Holanda y hace frente legalmente a todas estas acusaciones demenciales.
P. Y usted, dentro de Ruanda, ?c¨®mo rebate p¨²blicamente este tipo de informaciones publicadas contra usted?
R. Los periodistas ruandeses que a¨²n conservan algo de independencia tienen miedo a que les pase algo terrible o a perder su trabajo si vienen a verme, as¨ª que no tengo contacto con ellos. Su miedo se justifica, les comprendo. Ahora tengo mi propio canal en YouTube para poder seguir informando y dando opiniones. La libertad de expresi¨®n es un derecho fundamental que no me podr¨¢n quitar tan f¨¢cilmente.
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