Un coche cubierto con pelo de iran¨ªes o tiques de ropa con el rostro de presos uigures: propuestas art¨ªsticas para denunciar la represi¨®n
Creadores reunidos en una convenci¨®n de activistas en Oslo reflexionan sobre el uso del arte como herramienta de la disidencia, para denunciar injusticias y promover la movilizaci¨®n ciudadana
Mechones de cabello natural rojos, negros, casta?os, rubios y plateados salpicados con trenzas rosas y moradas revisten un Paykan, un popular coche de fabricaci¨®n iran¨ª manufacturado desde finales de los sesenta hasta 2005. ¡°Es un icono de la memoria colectiva de Ir¨¢n¡±, explica la artista iran¨ª-canadiense Simin Keramat sobre el veh¨ªculo que ha elegido como punto de partida para su obra de arte. Producido una d¨¦cada antes de la revoluci¨®n de 1979 que concluy¨® con la implantaci¨®n del actual r¨¦gimen de los ayatol¨¢s, Keramat lo ha resignificado con otro s¨ªmbolo: el pelo que lo cubre lo han donado miles de mujeres, ¡°muchas de ellas iran¨ªes¡±, que se cortaron en p¨²blico la melena para denunciar la muerte de Mahsa Amini, la joven detenida por llevar mal puesto el velo y cuya muerte bajo custodia policial desat¨® las actuales protestas en Ir¨¢n. ¡°Este Paykan representa ahora la resistencia iran¨ª contra el r¨¦gimen¡±, cuenta Keramati a EL PA?S pocos minutos despu¨¦s de desvelar su obra el pasado junio en el Oslo Freedom Forum, la convenci¨®n de activistas que cada a?o organiza la Human Rights Foundation (Fundaci¨®n de Derechos Humanos, HRF por sus siglas en ingl¨¦s) en la capital noruega.
El arte ¡°es una de las herramientas m¨¢s poderosas de la disidencia¡±, afirma Freddy Lim, m¨²sico y miembro del Parlamento taiwan¨¦s. Lo es, reflexiona, por su poder para inspirar y crear espacios alternativos de debate. El pol¨ªtico, fundador del partido Nuevo Poder y cantante de death metal, cree que los ¡°artistas que usan su arte para denunciar han decidido hablar a trav¨¦s de un nuevo idioma¡±, ya sea la m¨²sica ¡ªcomo lo fue en su caso, antes de ser elegido como miembro del Yuan Legislativo¡ª o cualquier otra forma de expresi¨®n art¨ªstica, asegura en una charla en Oslo. Por ello, los gobiernos autoritarios de todo el mundo ¡°persiguen, reprimen o censuran¡± sistem¨¢ticamente a los artistas para silenciar la disidencia pol¨ªtica, a?ade Joyce Ho, investigadora de la HRF.
El novelista ugand¨¦s Kakwenza Rukirabashaija lo experiment¨® en su propia carne, cuando fue apresado y torturado por su obra literaria. Primero en abril 2020, tras publicar su primer libro, The Greedy Barbarian (El b¨¢rbaro codicioso), una obra que los servicios de inteligencia ugandeses interpretaron como una cr¨ªtica contra el jefe de Estado del pa¨ªs africano, Yoweri Museveni. Y meses m¨¢s tarde acab¨® de nuevo entre rejas tras publicar un nuevo libro, Banana Republic: Where writing is treasonous (Rep¨²blica bananera, donde escribir es traici¨®n), en el que narra su paso por las c¨¢rceles ugandesas. ¡°El disenso creativo es muy positivo para pedir justicia y para mover a otros a imaginar y a actuar¡±, afirma en una conversaci¨®n en Oslo tras recibir el premio V¨¢clav Havel para la Disidencia Creativa, que otorga desde 2012 la HRF.
La movilizaci¨®n es, precisamente, lo que la cantante ucrania Elizaveta Izmalkova intent¨® con su performance, Stand up for Ukraine (Ponerse en pie por Ucrania) ganadora tambi¨¦n en la edici¨®n de 2023 del mismo galard¨®n que Rukirabashaija. El proyecto, en el que trabaj¨® con tres artistas lituanas, consiste en una actuaci¨®n en directo en el que Izmalkova se une a otras personas en la calle para cantar una canci¨®n popular, Chervona Kalyna, s¨ªmbolo de la resistencia ucrania. ¡°El arte es un arma poderosa que une e inspira a gente en los tiempos m¨¢s oscuros y yo he decidido usar mi voz como una llamada a la acci¨®n para que el mundo libre siga apoyando a Ucrania¡± frente a la invasi¨®n rusa, explica emocionada la artista.
La compositora estadounidense de origen iran¨ª Rana Mansour tambi¨¦n decidi¨® utilizar su m¨²sica y su voz para luchar por las mujeres de Ir¨¢n. ¡°He decidido traducir a ingl¨¦s el himno de protesta del cantante iran¨ª Shervin Hajipour, Baraye, ganador de un Grammy, para que todo el mundo pueda entenderlo¡±, afirma sobre una canci¨®n compuesta ¡°literalmente¡± con tuits de iran¨ªes. Porque es importante, cree, que ¡°todos comprendan cu¨¢l es el motivo de la lucha¡±. La letra, que canta minutos despu¨¦s durante una actuaci¨®n en la capital noruega, lo deja claro: ¡°Por el bailar en las calles; por el miedo del momento de besar a quien amamos; por mi hermana, tu hermana, nuestras hermanas; por el anhelo de una vida normal¡¡±.
La ilustradora ucrania Mariia Loniuk se sirve de dibujos para denunciar la barbarie de la invasi¨®n rusa y ¡°describir cosas que no pueden ser descritas con palabras¡±. ¡°A trav¨¦s de las im¨¢genes, podemos experimentar emociones, sentir dolor o tristeza¡±, afirma la artista, que confiesa que nunca pens¨® que tendr¨ªa que ilustrar la guerra. Tambi¨¦n utiliza los dibujos el caricaturista guatemalteco Pedro X. Molina para proponer ideas, cr¨ªticas y reflexiones. ¡°Yo utilizo mis caricaturas para denunciar la represi¨®n que sufre mi pa¨ªs, Nicaragua, bajo el r¨¦gimen de [Daniel] Ortega y [Rosario] Murillo, que han torturado, confiscado e incluso privado a la gente de su nacionalidad. No solo a los opositores pol¨ªticos sino tambi¨¦n a estudiantes, empresarios, periodistas, activistas de derechos humanos e incluso l¨ªderes religiosos¡±, subraya en una conversaci¨®n en el marco del Oslo Freedom Forum el tercer ganador en 2023 del premio V¨¢clav Havel para la Disidencia Creativa. Y para ello, nada como el humor: ¡°Los convierte en demasiado rid¨ªculos como para tomarlos en serio¡±.
Llamamiento a la acci¨®n
Porque el arte, en definitiva, ¡°busca remover conciencias¡±, subraya Joyce Ho, en alusi¨®n a la instalaci¨®n Vidas con descuento, la propuesta art¨ªstica de la HRF, presentada por primera vez a principios de a?o y expuesta en Oslo el pasado junio. El proyecto muestra dos estantes de camisetas. En uno se venden a 44,99 d¨®lares (41,06 euros), mientras que en el otro cuestan 10 veces menos, 4,99 d¨®lares (3,65 euros). El espectador puede recibir un tique por la compra de la m¨¢s barata. En la tira de papel aparece el rostro de un preso uigur ¡ªlas im¨¢genes son del llamado Archivo Policial de Xinjiang, desvelado el a?o pasado en una investigaci¨®n period¨ªstica en la que particip¨® EL PA?S¡ª con las razones del descuento, como la violaci¨®n de derechos humanos o el trabajo forzoso, explica Ho. La instalaci¨®n denuncia a su vez la represi¨®n china contra la minor¨ªa musulmana uigur de Xinjiang y la utilizaci¨®n de uigures retenidos en los denominados ¡°campos de reeducaci¨®n¡± como mano de obra barata para cultivar algod¨®n. Es una llamada a la acci¨®n, se?ala la investigadora. En este caso, al boicot contra las empresas que emplean algod¨®n procedente de Xinjiang en sus prendas.
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