La m¨²sica marfile?a no es solo cosa de hombres
Un pu?ado de mujeres desaf¨ªan los prejuicios de una industria que sigue asignando roles y encasillando en estilos en funci¨®n del g¨¦nero
Hubo un tiempo en el que la gente del oeste dominaba la escena musical marfile?a y los plat¨®s televisivos y las radios bailaban, se peleaban y se enamoraban al ritmo de Ernesto Djedj¨¦, Bailly Spinto, Chantal Ta?ba, o Gadji Celi. A la cabeza de la explosi¨®n musical figuraban sobre todo hombres, seg¨²n apunta el antrop¨®logo Ballet Djedj¨¦ (Abiy¨¢n, 1980), porque los hombres pod¨ªan viajar, mezclar diferentes influencias e innovar y las mujeres hac¨ªan una m¨²sica ¡°m¨¢s dulce, menos agresiva, m¨¢s l¨¢nguida, copiada sobre el estilo camerun¨¦s o congole?o¡±. ¡°La dominaci¨®n masculina es una realidad en la m¨²sica tambi¨¦n¡±, precisa ¨¦l por WhatsApp desde Madrid, donde completa un doctorado en Antropolog¨ªa. Y le salta la palabra patriarcado a los labios.
Totorino Le Samoura? es el nombre de guerra de uno de esos hombres, David Tayerault, toda una instituci¨®n en la m¨²sica de ?frica occidental en calidad de cazatalentos y mentor, adem¨¢s de arreglista, compositor, productor, m¨²sico y cantante. Se trata de un visionario que marca tendencias: por mencionar solo tres de ellas, se sit¨²a en el origen del c¨¦lebre coup¨¦ decal¨¦, de la introducci¨®n de los ordenadores en los estudios de grabaci¨®n marfile?os y de la expansi¨®n internacional de artistas como Magic System, cuyo conocid¨ªsimo Premier Gaou lleva su impronta.
Le Samurai es un m¨²sico que se prodiga: firmaba su noveno ¨¢lbum en solitario el a?o pasado y se dice de ¨¦l que est¨¢ tras m¨¢s de la mitad de los nombres de la escena musical marfile?a. Ha trabajado con casi todos, desde cl¨¢sicos melosos como Ta?ba y Spinto a Yod¨¦ y Siro, Aboutou Roots, Les Youl¨¦, Shaoleen o Yabongo Lova. Por no hablar, fuera de las fronteras marfile?as, de Mokob¨¦ o Bisso Na Bisso. Su romance de cuatro d¨¦cadas con la m¨²sica empez¨® cuando se subi¨® a un escenario de su Divo natal, en el suroeste de Costa de Marfil. Sal¨ªa apenas de la adolescencia y formaba parte de los Woya, un grupo legendario en los ochenta y noventa, mixto y enormemente influyente. La banda presentaba, el a?o pasado, Best of, un doble disco que celebraba los 35 a?os de su primer lanzamiento discogr¨¢fico.
Un semillero de talento musical
Tayerault invit¨® a las ¡°nuevas generaciones¡± a remezclar y reinventar sus temas, oferta a la que respondieron su protegida Josey, un ¨ªdolo musical en Costa de Marfil en alas de la rumba y las influencias congole?as, y otras estrellas como Shaoleen, Ariel Shenney, Bebi Philip, Kiff no Beat o Nash, muchos del mundo de la m¨²sica urbana. Aparte de Josey, la otra mujer que figura en este p¨¢rrafo es Nash, una rapera de Dueku¨¦, en el noreste del pa¨ªs, cerca de la frontera liberiana, famosa por sus letras sobre los ni?os de la calle, la pobreza o la violencia y por la utilizaci¨®n del nouchi, el argot urbano marfile?o.
Los Woya ejercieron de semillero de talentos musicales, como Tayerault o una jovenc¨ªsima Manou Gallo, todos form¨¢ndose como artistas de la mano de Marcelin Yac¨¦, director del grupo. Cuando los Woya se dispersaron, Tayerault se volc¨® como arreglista en todo tipo de estilos, empezando por el zouglou y el coup¨¦ decal¨¦ locales. El primero nacido de la tradici¨®n bhet¨¦ y dida de recitar proverbios sobre c¨®mo gestionar los pesares de la vida cotidiana y el otro, surgido de la guerra y la experiencia de la di¨¢spora, centrado en el lujo y la evasi¨®n. En lo que se refiere a su propia m¨²sica, con el tiempo se decant¨® por mezclar ritmos e instrumentos africanos con jazz, blues, soul, m¨²sica caribe?a y latina. A su manera, confluy¨® con el trabajo del rey del z¨ºz¨º pop, John Kyffy, al elegir su lengua, el dida, para expresarse.
Los hombres pod¨ªan viajar, mezclar diferentes influencias e innovar. Las mujeres hac¨ªan una m¨²sica m¨¢s dulce, menos agresiva, m¨¢s l¨¢nguida, copiada sobre el estilo camerun¨¦s o congole?oBallet Djedj¨¦, antrop¨®logo
El dida tambi¨¦n est¨¢ en las letras de Manou Gallo, que, tras la disoluci¨®n de los Woya, sigui¨® al l¨ªder del grupo a Abiy¨¢n para formarse en Village Kiyi, un centro cultural panafricano. Gallo colabor¨® con Ray Lema, Zap Mama y Tambours de Brazza como fogueo previo a iniciar su carrera en solitario. De hecho, su primer disco, Dida, naci¨® casi con el nuevo siglo, todav¨ªa marcado por la influencia de Yac¨¦ y el peso del duelo tras su muerte. El l¨ªder de los Woya fue una de las primeras v¨ªctimas de la rebeli¨®n armada de 2002.
Gallo sacar¨¢ nuevo ¨¢lbum, el decimosexto que graba, en vinilo y en plataformas en la primera semana de octubre. Bajo el t¨ªtulo Afro Bass Fusion, homenajea a sus influencias, empezando por el malogrado Yac¨¦ y siguiendo con F¨ºla Kuti, Dibango, Franco Luambo, A?cha Kone o Soro N¡¯Gana.
Virtuosa de varios instrumentos, entre los que destacan la percusi¨®n y el bajo, hoy Gallo crea con otros virtuosos, como Bootsy Collins, Marcus Miller y Christian McBride, sin dejar de girar y componer con su banda, Le Djiboi (los de Divo). Reivindica sus cimientos en los tambores de Divo para luego construir encima algo nuevo, a trav¨¦s de la fusi¨®n, de manera innovadora y armada con un bajo omnipresente. Contra viento y marea, hay que a?adir, porque el historiador Dagauh Komenan (Yamusukro, 1989) apunta que ¡°mucha gente de su propia comunidad no aprecia el hecho de que domine la percusi¨®n que se reserva tradicionalmente a los hombres¡±.
Esta labor pionera la acerca a otra mujer que rompe leyes musicales t¨¢citas, la bhet¨¦ Dobet Gnahor¨¦. ¡°Las mujeres bhet¨¦ son reputadas por su fortaleza, su osad¨ªa e incluso, a veces, su extravagancia¡±, precisa Komenan, que cita como ejemplo a la Madonna marfile?a, Tina Spencer, madre de Dj Arafat y una figura que marc¨® la escena musical en los ochenta y noventa, utilizando el ingl¨¦s y escandalizando a sus compatriotas con sus coreograf¨ªas sensuales.
¡°Costa de Marfil fue durante mucho tiempo el centro de la m¨²sica de ?frica occidental, igual que hoy son Nigeria o Congo¡±, medita Manou Gallo por tel¨¦fono desde Bruselas, donde vive hace a?os. ¡°Pero Costa de Marfil era, de entrada, un pa¨ªs muy abierto. Que haya mujeres fuertes en la m¨²sica, que destaquen, no es algo que me sorprenda. Es algo que pasa y que ir¨¢ a m¨¢s¡±. Pone su fe en las nuevas estrellas del rap ivoire y la proliferaci¨®n de instrumentistas y bandas con ¡°supermujeres¡± en sus formaciones.
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