Ahmad Al-Bazz, cineasta palestino: ¡°La soluci¨®n de los dos Estados no funciona sobre el mapa¡±
El productor de la pel¨ªcula ¡®200 metros¡¯ recibe el premio Camella Blanca del festival internacional de cine FiSahara, celebrado en el campamento de refugiados saharauis de Auserd, en Argelia
El periodista, documentalista y cineasta palestino Ahmad Al-Bazz (Cisjordania, 31 a?os) ha sumado un nuevo reconocimiento a su nutrido palmar¨¦s. Aunque la camella blanca ¨Ds¨ªmbolo de paz en la cultura saharaui¨D que le ha sido otorgada como productor de la cinta 200 metros, dirigida por Ameen Nayfeh y ganadora de la 18? edici¨®n del Festival Internacional de Cine FiSahrara, no es una estatuilla que pueda exhibir en una repisa de su casa en la ciudad de Nablus. ¡°La donar¨¦ a una familia¡±, decide r¨¢pido, todav¨ªa sujetando al animal con una cuerda, junto al escenario del evento celebrado en Auserd. El lugar es una de las cinco comunidades que levantaron los refugiados saharauis en tierra argelina, con el mismo nombre de las ciudades en el S¨¢hara Occidental que abandonaron en 1975, cuando Marruecos se anexion¨® la que hasta entonces hab¨ªa sido la provincia espa?ola n¨²mero 53.
Pese a que no entrase en sus planes volver a Cisjordania con una camella, Al Bazz pudo recibirla y ser propietario del animal de forma fugaz. Casi un milagro, considera, teniendo en cuenta que el permiso para viajar le lleg¨® apenas unas horas antes de que su vuelo desde Jordania despegase rumbo a Argelia. Con su c¨¢mara y un tr¨ªpode colgados al hombro, el cineasta ha dedicado su estancia en Auserd a pasear y documentar el inh¨®spito paisaje de la hamada, a hablar con las familias saharauis sobre su historia de exilio, sus anhelos de otra vida y reivindicaciones pol¨ªticas, y a observar el firmamento que la escasa contaminaci¨®n lum¨ªnica en el desierto le ofrece. ¡°No creo que vuelva a ver un cielo as¨ª¡±.
Pregunta. ?Cree que el cine contribuye a mostrar al resto del mundo la realidad de pueblos oprimidos?
Respuesta. Hago documentales porque me gusta compartir historias, educar y concienciar a la gente local, la del Sur Global, como el pueblo saharaui, y el p¨²blico internacional. Ese ha sido mi trabajo como fot¨®grafo y, a veces, como periodista. Sensibilizar es importante, pero no es suficiente. Por desgracia, el mundo no es tan rom¨¢ntico ni tan tranquilo. La educaci¨®n tiene que traducirse en acciones en alg¨²n momento.
P. Dice que solo con el conocimiento no basta, pero ?cree que su trabajo consigue el objetivo de concienciar?
R. Mira lo que ha ocurrido en las universidades estadounidenses [en referencia a las protestas propalestinas]. Me pregunto c¨®mo cambi¨® esa gente. No s¨¦ la respuesta real, pero podr¨ªan ser las pel¨ªculas, las redes sociales, las conferencias. No hay soluciones m¨¢gicas para los lugares colonizados. A veces experimento momentos de decepci¨®n, pero siempre vuelvo a darme cuenta de que tenemos que persistir.
P. ?Por qu¨¦ se decant¨® por la escritura y la imagen?
R. Cuando estaba en el instituto, me interesaba la pol¨ªtica y me dije: ¡®Voy a hacer cine y periodismo para poder convertir este inter¨¦s en producci¨®n de conocimiento¡¯. Y eso he estado haciendo desde que me gradu¨¦ en 2015. Me centro en asuntos palestino-israel¨ªes, y escribo para medios de comunicaci¨®n que expresan cu¨¢l es su postura pol¨ªtica, que no pretenden ser neutrales, incluidas algunas plataformas palestino-israel¨ªes que est¨¢n en contra del colonialismo israel¨ª. De esta manera siento que puedo contribuir.
P. ?Por eso decidi¨® apoyar la producci¨®n de la pel¨ªcula 200 metros?
R. Es el primer largometraje de Ameen Nayfeh, que es un buen amigo. Su casa est¨¢ a unos 150 metros del muro y su familia est¨¢ separada a ambos lados. Lo ha vivido desde peque?o y ha reflexionado mucho sobre ello hasta que decidi¨® convertirlo en una pel¨ªcula. Es una historia muy sencilla, una road movie de un padre palestino que intenta llegar hasta su familia recurriendo a contrabandistas para saltar el muro. Es una ficci¨®n que refleja el problema del muro que divide Palestina e Israel. Me pidi¨® que participara y ahora ¨¦l es productor de mi primer documental profesional.
P. ?De qu¨¦ trata?
R. Se titula Donkey Boys (los chicos de los burros). Es la historia de cinco veintea?eros que son exprisioneros, lo que es normal en Palestina. Salen de la c¨¢rcel, van a la universidad y compran burros para emprender un negocio de paseos. As¨ª aprendemos sobre la vida cotidiana, el desempleo y la juventud de una manera muy divertida; es una historia apol¨ªtica. Deber¨ªa estrenarse este verano.
Sensibilizar es importante, pero no es suficiente; por desgracia, el mundo no es tan rom¨¢ntico ni tan tranquilo
P. ?Qu¨¦ opina de la soluci¨®n de los dos Estados?
R. La propuesta original palestina no era la independencia y la creaci¨®n de un Estado separado llamado Palestina. La principal proposici¨®n, desde 1948 hasta finales de los setenta, era un Estado democr¨¢tico para todos. As¨ª descolonizas todo el territorio, se libera a la gente, palestinos y jud¨ªos, del sionismo, y todos pueden vivir en un Estado democr¨¢tico. Es lo mejor, porque tienes siete millones de israel¨ªes y siete millones de palestinos que viven en todas partes del pa¨ªs. Yo vivo en un lugar llamado Nablus, que est¨¢ rodeado de asentamientos. ?Cu¨¢l es la propuesta, desplazar a la gente de nuevo para crear Palestina e Israel? Nunca va a funcionar. La soluci¨®n de los dos Estados de la que se habla en los medios no funciona sobre el mapa. Lo m¨¢s f¨¢cil es un nuevo lugar donde todos seamos iguales sobre el papel. Y, por supuesto, los refugiados tienen que volver.
P. ?Cree posible la convivencia, el fin del odio?
R. Ahora nos estamos alejando de cualquier soluci¨®n. Pero en cualquier proceso de descolonizaci¨®n, como sucedi¨® en Sud¨¢frica, hay un periodo de transici¨®n. Se empieza con tribunales para juzgar a los criminales de guerra, con reformas agrarias para resolver el problema de la tierra, descolonizar la riqueza. Y tambi¨¦n tratamiento psicol¨®gico. No sugiero que sea m¨¢gico, pero es un proceso que tenemos que empezar en alg¨²n momento. La cuesti¨®n es c¨®mo llegar a ese momento. Los israel¨ªes ya est¨¢n ganando y no necesitan una soluci¨®n, ya controlan todo. Y si aplicas la soluci¨®n de un solo Estado, significa la destrucci¨®n del sue?o de Israel de un Estado de mayor¨ªa jud¨ªa. Es una cuesti¨®n demogr¨¢fica con la que yo no tendr¨ªa ning¨²n problema si se estableciese en una isla vac¨ªa, pero se hace a mi costa como palestino que vive all¨ª.
Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.