Presos amontonados en el suelo y en las letrinas, heridos sin tratar y muertos a diario: as¨ª es la vida en la mayor c¨¢rcel del Congo
El periodista Stanis Bujakera, que estuvo preso seis meses, publica v¨ªdeos del interior de la prisi¨®n de Makala, que alberga a unos 15.000 internos pero que fue concebida para 1.500
¡°Es la antesala del infierno, un campo de concentraci¨®n donde mueren tres o cuatro personas cada d¨ªa¡±. As¨ª describe el periodista Stanis Bujakera la c¨¢rcel de Makala, en Kinshasa, capital de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), donde estuvo preso seis meses. El pasado viernes, subi¨® a su perfil de X unos v¨ªdeos grabados por ¨¦l mismo y otros prisioneros en los que se pueden ver las condiciones de vida de los reclusos en una c¨¢rcel construida en 1957 para 1.500 personas, pero que alberga a unas 15.000: duermen amontonados en el suelo y en los ba?os, sin espacio para moverse, comen una vez al d¨ªa una pasta seca de ma¨ªz y no reciben atenci¨®n m¨¦dica, seg¨²n el periodista.
Stanis Bujakera, colaborador de JeuneAfrique y Reuters en la RDC, ingres¨® en la c¨¢rcel de Makala el 14 de septiembre de 2023 y fue posteriormente condenado a seis meses de prisi¨®n por falsificaci¨®n y propagaci¨®n de falsos rumores. Esta acusaci¨®n le relacionaba supuestamente con la aparici¨®n de un art¨ªculo en JeuneAfrique, no firmado por ¨¦l, en el que se implicaba a los servicios de inteligencia congoleses en el asesinato del opositor Ch¨¦rubin Okende en julio de 2023. Bujakera defendi¨® siempre su inocencia y asegura que esta acusaci¨®n era ¡°falaz e inventada¡±. Tras cumplir su condena, fue liberado el 19 de marzo pasado.
Sin embargo, sigui¨® ejerciendo su oficio en el interior de la c¨¢rcel. ¡°Vi las condiciones de vida de este lugar y no pod¨ªa quedarme cruzado de brazos. Si no recog¨ªamos las im¨¢genes, nadie me iba a creer y, conociendo las pr¨¢cticas del Gobierno, se iba a limitar a negarlo¡±, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica desde Estados Unidos. Los tel¨¦fonos m¨®viles est¨¢n prohibidos en la prisi¨®n, pero Bujakera se las arregl¨® para que le hicieran llegar uno desde el exterior y comenz¨® a grabar, asumiendo el riesgo de ser castigado por ello. Al mismo tiempo, habl¨® con otros presos que tambi¨¦n ten¨ªan tel¨¦fonos para que le fueran mandando v¨ªdeos, incluso despu¨¦s de su salida de la c¨¢rcel.
Las im¨¢genes hablan por s¨ª mismas. Aparecen decenas de hombres hacinados en el suelo de un estrecho pasillo o en las letrinas. Algunos incluso intentan dormir encaramados en los muros o sentados dada la falta de espacio. ¡°Todo ello es consecuencia de la superpoblaci¨®n de la c¨¢rcel. Cada d¨ªa mueren tres o cuatro internos, un d¨ªa recuerdo que fallecieron seis. Hay un peque?o centro de salud, pero no tienen medicinas, solo reparten calmantes. No existe la atenci¨®n m¨¦dica. Las letrinas est¨¢n inutilizables, muchos hacen sus necesidades donde pueden, al aire libre¡±, explica Bujakera, ¡°yo estaba en el pabell¨®n VIP, donde ¨¦ramos 100, y solo hab¨ªa un ba?o con cuatro letrinas y una ducha. Imag¨ªnate las condiciones del resto de presos¡±.
Uno de los aspectos en los que hace ¨¦nfasis el periodista y que aparece tambi¨¦n en un v¨ªdeo es el de la alimentaci¨®n. ¡°Solo se come una vez al d¨ªa, casi siempre a partir de las cinco o las seis de la tarde. Siempre es lo mismo, una especie de pasta de ma¨ªz que cocinan los propios presos con fuego de le?a desde por la ma?ana. Cuando llega la hora del reparto est¨¢ totalmente seca¡±, comenta. Seg¨²n su versi¨®n, algunos presos, sobre todo los que tienen familia en Kinshasa, tienen la suerte de recibir visitas que les traen comida, pero muchas veces los guardias retienen estos alimentos y les piden dinero a cambio. ¡°Es un lugar sin piedad¡±, asegura.
Este lunes, el ministro de Justicia, Constant Mutamba, se apresur¨® a responder a trav¨¦s de X y asegur¨® que los v¨ªdeos son ¡°im¨¢genes antiguas¡±. Seg¨²n dijo, ¡°no hemos esperado a su publicaci¨®n para iniciar el proceso de reducir la congesti¨®n carcelaria y mejorar las condiciones de detenci¨®n. Somos un estado soberano. Los prisioneros congole?os comen de dos a tres veces al d¨ªa. ?Qu¨¦ pasa con las condiciones de detenci¨®n en Guant¨¢namo?¡±. En declaraciones a Radio France International, Mutamba asegur¨® que ¡°las condiciones no son malas, creo que somos un pa¨ªs modelo en la cuesti¨®n de atenci¨®n de prisioneros¡±.
#RDC Les images des prisonniers du CPK ( Makala) diffus¨¦es par RFI et TV5 sont de tr¨¨s vielles images.
— Constant mutamba (@ConstantMutamba) July 22, 2024
Nous n'avons pas attendu leur publication pour amorcer le processus en cours de d¨¦sengorgement des prisons et d'am¨¦lioration des conditions de d¨¦tention.
Nous sommes un ?tat¡
Para Bujakera, el Gobierno est¨¢ instalado en la negaci¨®n de la realidad. ¡°Los v¨ªdeos fueron grabados por m¨ª mismo y por otros presos en las ¨²ltimas semanas, uno de ellos el jueves pasado. No es verdad que coman dos o tres veces al d¨ªa, log¨ªsticamente es imposible con los recursos que existen¡±, asegura. El periodista congol¨¦s, quien primero denunci¨® sin im¨¢genes estas condiciones de la c¨¢rcel, se decidi¨® a publicar los v¨ªdeos cuatro meses despu¨¦s de su liberaci¨®n, ¡°ante la inacci¨®n del Gobierno y cuando sent¨ª que estaba seguro en EE UU¡±.
Las denuncias sobre la situaci¨®n de la c¨¢rcel de Makala, la m¨¢s grande de la RDC, no son nuevas, aunque nunca antes se hab¨ªan filtrado v¨ªdeos tan contundentes del interior. En diciembre de 2023, la ONG congolesa Fundaci¨®n Bill Clinton por la Paz (FBCP), que no est¨¢ relacionada con la del ex presidente de EEUU, public¨® un informe en el que recog¨ªa que m¨¢s de 500 prisioneros hab¨ªan muerto en esta prisi¨®n ese mismo a?o debido al hacinamiento y la falta de atenci¨®n m¨¦dica. En respuesta, el Gobierno reconoci¨® la cifra de unos 300 fallecidos.
Uno de los principales problemas recogidos en dicho informe es que apenas unos 2.000 del total de prisioneros estaban condenados en firme, el resto eran internos en prisi¨®n preventiva. Bujakera lo confirma: ¡°La mayor¨ªa han cometido hechos banales o sufren acusaciones fabricadas, como yo mismo. No han asistido a ning¨²n juicio. Conoc¨ª a presos que llevan 10, 15 o incluso 20 a?os sin condena. Para que se entienda la situaci¨®n que sufren: un muchacho cuya liberaci¨®n fue ordenada por un juez en 2018 no sali¨® de prisi¨®n hasta 2023. Nadie le inform¨® de la decisi¨®n y la administraci¨®n no hace su trabajo¡±, comenta el periodista.
¡°Es un lugar al que va la gente a morir, la antesala del infierno. No pod¨ªa ser c¨®mplice de esto, quedarme callado. Lo que deseo es que la situaci¨®n cambie en su interior y que se busquen m¨¦todos alternativos para que los presos preventivos no est¨¦n ah¨ª, hay otros sistemas como los brazaletes electr¨®nicos¡±, concluye Bujakera, quien asegura que en la noche del s¨¢bado al domingo, horas despu¨¦s de la difusi¨®n de los v¨ªdeos, se produjo una operaci¨®n policial en el interior de la c¨¢rcel para localizar y retirar todos los tel¨¦fonos m¨®viles de la prisi¨®n.
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