Imane Djamil, fot¨®grafa marroqu¨ª: ¡°Para los migrantes, Fuerteventura es una fantas¨ªa arraigada de Occidente hecha a?icos¡±
La artista presenta ¡®D¨ªas lentos en la Isla Afortunada¡¯, una historia en im¨¢genes in¨¦ditas sobre la relaci¨®n entre esta isla de las Canarias y Tarfaya, un pueblo surfero de Marruecos cuyos habitantes sue?an con un futuro en Europa como deportistas
¡°Desde hace un a?o odio Fuerteventura. No por lo que es, una tierra llena de magia, sino por lo que me encontr¨¦¡±, cuenta a EL PA?S la fot¨®grafa marroqu¨ª Imane Djamil (Casablanca, 28 a?os). Lleg¨® a esta isla de las Canarias para investigar historias relacionadas con la migraci¨®n. ¡°Quer¨ªa llorar todo el rato¡±, lamenta. Ha intentado plasmar las injusticias que asegura que descubri¨® en D¨ªas lentos en la Isla Afortunada, una serie in¨¦dita de fotograf¨ªas tomadas entre 2021 y 2024 que evidencia el v¨ªnculo entre los surfistas de Tarfaya, un pueblo de unos 8.000 habitantes situado en la costa de Marruecos, y Fuerteventura, el destino elegido por estos deportistas para convertirse en profesionales en Europa. La muestra se encuentra dentro del marco de la exposici¨®n Paisajes ef¨ªmeros del sol, que se podr¨¢ visitar de manera gratuita en la Casa ?rabe de Madrid del 26 de agosto al 15 de septiembre.
Djamil reside en su ciudad natal, Casablanca, y trabaja como fot¨®grafa por todo Marruecos. A pesar de su juventud, esta narradora visual ha exhibido su obra, entre otras, en la Bienal de Bamako (Mal¨ª) y en la de Sharjah (Emiratos ?rabes). ¡°Al principio, conceb¨ªa la fotograf¨ªa como una manera creativa y espont¨¢nea de expresarme, pero comenc¨¦ a involucrarme y empec¨¦ a verla como un arma con la que luchar contra los estereotipos de mi regi¨®n¡±. Para ella, el Sur Global se ha olvidado de documentar a sus propias comunidades y por ello, ¡°en el imaginario de las personas, solo son n¨²cleos de violencia, mientras Occidente parece estar libre de cualquier opresi¨®n¡±.
Desde hace un a?o odio Fuerteventura. No por lo que es, una tierra llena de magia, sino por lo que me encontr¨¦
Por ello, Djamil decidi¨® hacer una serie fotogr¨¢fica sobre una realidad que reposa sobre la costa marroqu¨ª: la migraci¨®n. La ruta que hace se inicia en Tarfaya, localidad a la que lleva yendo desde hace 10 a?os y que se ha convertido en su segundo hogar. Como destino, Fuerteventura, la isla de las Canarias m¨¢s cercana. ¡°Mis amigos siempre se han referido a Fuerteventura como ese lugar que acabar¨ªa con los sufrimientos y ampliar¨ªa horizontes¡±, recuerda.
El horizonte que anhelan los vecinos de Tarfaya pasa por convertir el surf en su m¨¦todo de subsistencia. ¡°Los j¨®venes de all¨ª piensan que la renovaci¨®n del pueblo pasa por el surf, no solo como deporte, sino como estilo de vida y modelo econ¨®mico¡±, asegura Djamil. Sue?an con Europa para hacerse profesionales e iniciar proyectos como fundar clubes o abrir tiendas de surf. Es el caso de Ares, excampe¨®n de este deporte y uno de los protagonistas de D¨ªas lentos en la Isla Afortunada, que de peque?o faltaba a la escuela porque le fascinaba ver surfear a los j¨®venes del pueblo. De adolescente se convirti¨® en uno de ellos, y durante la pandemia, march¨® a Fuerteventura a probar suerte, sin encontrarla todav¨ªa.
¡°Cruzan el oc¨¦ano sin ninguna garant¨ªa de supervivencia para aparecer en una isla sin ninguna frontera terrestre que cruzar. Para los migrantes, Fuerteventura es una fantas¨ªa arraigada de Occidente hecha a?icos porque en Canarias, aparte del turismo, no hay muchas m¨¢s oportunidades econ¨®micas¡±, asume. En su opini¨®n, Casablanca es mucho m¨¢s liberal y avanzada. Adem¨¢s, con sus amigos, siempre ha bromeado con que Fuerteventura es como era Akhfennir, un poblado sin mucho movimiento a 45 minutos de Tarfaya, hace 20 a?os.
De la serie, la artista quiere destacar la fotograf¨ªa que se puede ver sobre estas l¨ªneas, en la que aparece una solicitud de visado denegada. ¡°Esta es la prueba firmada de una grave falta de respeto. Una persona sentada en una oficina puede determinar si tienes derecho o no a viajar a Europa¡±, dice Djamil, profundamente enojada. ¡°Algunas personas nacen legales y otras ilegales, lo que significa que unos tienen derecho a la movilidad y otros tienen que gan¨¢rselo solicitando una visa¡±, contin¨²a la fot¨®grafa, que pide respeto y dignidad en los procedimientos. Seg¨²n ella, su amigo Salem Maatoug fue invitado a las islas por la federaci¨®n de surf de Canarias y su solicitud para quedarse en el territorio fue rechazada tres veces. El motivo que le dieron siempre fue que ¡°hay dudas razonables de que abandone el Estado una vez expire la visa¡±.
Si se nos permitiese viajar a Europa y ver las posibilidades que hay, el sue?o europeo dejar¨ªa de ser una utop¨ªa
Europa, y en especial Francia, es la fantas¨ªa de la generaci¨®n de los padres de Djamil. ¡°Una tierra idealizada arraigada a nuestra gen¨¦tica, al igual que al trauma¡±, comenta. La fot¨®grafa considera que la migraci¨®n econ¨®mica de los setenta y ochenta es una experiencia totalmente diferente a la actual, ¡°tambi¨¦n por como era Marruecos antes¡±, apunta. ¡°Si se nos permitiese viajar a Europa y ver las posibilidades que hay, el sue?o europeo dejar¨ªa de ser una utop¨ªa porque a algunos les convendr¨ªa y otros regresar¨ªan. Estamos muy ciegos y resulta dif¨ªcil comprender las nuevas realidades de, por ejemplo, Francia, que claramente est¨¢ muy atrasada en diferentes ¨¢mbitos¡±, alega Djamil.
¡°Un para¨ªso terrenal hecho para h¨¦roes¡±
En 2022, Djamil buscaba referencias para titular su serie. Se top¨® con un lugar que se remonta a la mitolog¨ªa griega, las Islas Afortunadas, situadas donde hoy est¨¢ el archipi¨¦lago de Canarias. ¡°Eran consideradas un para¨ªso terrenal hecho para h¨¦roes¡±, dice la autora. Los D¨ªas lentos nacen del tono de visual de las im¨¢genes. ¡°Quer¨ªa jugar con los difuminados para que todos los elementos, de Tarfaya y Fuerteventura, sucedieran en ese lugar ficticio llamado Isla Afortunada¡±, detalla Djamil. Su intenci¨®n fue que todo quedase mezclado y que no hubiera una marca diferencial entre ambos territorios que lucen ¡°tan f¨ªsicamente parecidos¡±. ¡°Ambos son purgatorios, donde no pasa nada, las cosas van lentas y la gente, pr¨¢cticamente, lo ¨²nico que hace es esperar¡±, a?ade.
A Djamil le encantar¨ªa ver este trabajo expuesto en Marruecos. ¡°No s¨¦ en qu¨¦ sede o festival, pero s¨ª en mi pa¨ªs¡±, se?ala. Los a?os de investigaci¨®n y creaci¨®n de D¨ªas lentos en la Isla Afortunada no han sido f¨¢ciles para ella. ¡°Tarfaya es una zona militarizada y por tanto, hostil. No es sencillo acceder a personas y que den a conocer sus historias¡±, sostiene la artista. Pero gracias a que es una localidad que la vio crecer pudo ganarse la confianza de sus habitantes, aunque admite que hay l¨ªneas rojas que no pudo cruzar por su propia seguridad.
La exposici¨®n Paisajes ef¨ªmeros del sol, dentro de la que puede verse esta serie, recoge tambi¨¦n la obra de otros artistas de ?frica y Oriente Pr¨®ximo nacidos entre los ochenta y noventa. Su comisaria, Anal¨ªa Iglesias, aclara que el sentido de esta propuesta es ¡°visibilizar a una sociedad ¨¢rabe errante y contempor¨¢nea a trav¨¦s de fen¨®menos poblacionales como las migraciones, las persecuciones o los encierros¡±. Otra muestra que destaca en Paisajes ef¨ªmeros del sol es la del sudan¨¦s Salih Basheer. Este artista reconocido internacionalmente refleja con sus fotograf¨ªas c¨®mo la orfandad ¡ªla suya propia¡ª conecta con la huida del infierno de la guerra y la represi¨®n en Sud¨¢n.
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