Las tasas de los visados que cuestan a los m¨¢s pobres del mundo m¨¢s de 100 millones de euros al a?o
Cuanto menos recursos tiene el pa¨ªs, m¨¢s altos son los ¨ªndices de denegaci¨®n de entrada a lugares como Europa. Los africanos son los m¨¢s afectados por este flujo financiero del Sur al Norte, considerado una especie de ¡°remesas inversas¡±, y que no es reembolsable
La migraci¨®n vuelve a estar en el centro de la pol¨ªtica electoral en Europa y fuera de ella. En Reino Unido, el primer ministro Rishi Sunak invirti¨® una gran cantidad de capital pol¨ªtico en la posibilidad de que al menos un avi¨®n partiera hacia Ruanda para deportar a los inmigrantes ilegales antes de las elecciones de principios de julio. Su fracaso es ahora la mejor baza de su rival Nigel Farage para arrebatar un n¨²mero significativo de votos a los conservadores. En Francia, Marie Le Pen resurge con la idea de la ¡°preferencia nacional¡± en empleo y vivienda, y la suspensi¨®n de la inmigraci¨®n legal de pa¨ªses no europeos. Mientras, en Estados Unidos, Donald Trump habla de deportaciones masivas y de poner fin a la ciudadan¨ªa por nacimiento para los hijos de inmigrantes ¡°ilegales¡±. A pesar de que estas propuestas se consideran injustas, poco realistas y demasiado caras, siguen dominando el debate pol¨ªtico.
En este contexto, el ¨²ltimo ¡°peque?o¡± aumento de las tasas para la solicitud de visados de negocios y turismo para entrar en Europa apenas ha sido noticia. En junio de 2024, los visados Schengen de corta duraci¨®n aumentaron de 80 a 90 euros para los adultos, y en octubre de 2023 las tasas para Reino Unido pasaron de 100 libras (118 euros) a 115 libras. Estos costes eran elevados incluso antes de los aumentos, con efectos desproporcionados para los solicitantes de pa¨ªses de renta baja y media, especialmente en ?frica.
Las tasas de solicitud de visado no son reembolsables, sea cual sea el resultado. Los datos de 2023 publicados recientemente muestran que el n¨²mero de denegaciones de visados de corta duraci¨®n para visitantes a Europa sigue siendo desproporcionadamente alto para los pa¨ªses de renta baja y media; como en 2022, cuanto m¨¢s pobre es el pa¨ªs, m¨¢s altas son las tasas de denegaci¨®n. Los pa¨ªses africanos se ven m¨¢s afectados, con tasas de rechazo de hasta el 50% para pa¨ªses como Ghana, Senegal y Nigeria.
Los Estados miembros de la UE tambi¨¦n recurren cada vez m¨¢s a las sanciones en materia de visados como arma diplom¨¢tica cuando consideran que un pa¨ªs de origen tiene " tasas bajas¡± de retorno de inmigrantes. Etiop¨ªa y Gambia han sido objeto recientemente de restricciones en el n¨²mero de visados de visitante por esta raz¨®n.
En 2023, el coste de las denegaciones de visados de corta duraci¨®n para el espacio Schengen fue de 110 millones de libras. En 2022 fue de 89 millones de libras, y podr¨ªa aumentar a 127 millones de libras en 2024 debido al aumento de las tasas. El coste que pagaron los africanos por visados no obtenidos en 2023 fue de 46 millones de libras.
El panorama no es muy diferente en Reino Unido. En 2023, el coste total de las solicitudes de visado rechazadas fue de 44 millones de libras. Los nigerianos gastaron 5,8 millones de libras, los argelinos 3,6 millones y los ghaneses 1,8 millones, todos ellos sin devoluci¨®n.
Remesas inversas
Estos costes de visados rechazados pueden considerarse ¡°remesas inversas¡±. El dinero fluye de los pa¨ªses pobres a los ricos. Estos costes rara vez aparecen en los debates sobre la ayuda o el comercio, en los que siempre se hace hincapi¨¦ en el dinero que va en la otra direcci¨®n. Como ocurre con muchos aspectos de las narrativas tradicionales sobre las relaciones globales, esto tiene que cambiar para representar las oportunidades perdidas para los pa¨ªses de renta baja y media que surgen al limitar la circulaci¨®n de personas a trav¨¦s de las fronteras.
Los costes de visados rechazados pueden considerarse ¡°remesas inversas¡±. El dinero fluye de los pa¨ªses pobres a los ricos
Estas ¡°remesas inversas¡± son solo la punta del iceberg de los costes en que incurren las personas a las que se deniega el visado. En la mayor¨ªa de los casos, los solicitantes pagan m¨¢s que la tasa b¨¢sica de solicitud, y las agencias privadas que intervienen en la tramitaci¨®n de las solicitudes de visado y los intermediarios prestan servicios adicionales a lo largo del proceso. Los costes de no poder viajar por negocios y ocio tambi¨¦n suponen p¨¦rdidas significativas para todos los implicados: desde vuelos no reembolsables hasta no poder asistir a una conferencia acad¨¦mica, feria de arte o concierto para los que se ten¨ªa reserva.
La investigaci¨®n y los datos, por importantes que sean, nunca contar¨¢n toda la historia ni ser¨¢n suficientes para lograr un cambio las cosas. Son las personas y sus experiencias las que cambiar¨¢n las cosas. El enorme coste de la desigualdad en la concesi¨®n de visados ha recibido mucha atenci¨®n en los medios de comunicaci¨®n de algunos de los pa¨ªses m¨¢s afectados, como Nigeria. Pero la indignaci¨®n supera los costes. Se trata de una historia de pr¨¢cticas discriminatorias y a menudo humillantes, en la que todos los afectados consideran injustificable la absoluta falta de reciprocidad en el trato a las personas cuando cruzan la frontera.
Hay que acabar con los pasaportes privilegiados, pero esto llevar¨¢ mucho tiempo. Arreglar el sistema de visados de corta duraci¨®n, profundamente desigual y disfuncional, para que la gente pueda viajar por negocios y por placer es una buena manera de empezar.
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