Especialmente vulneradas y marginadas: los interminables abusos contra las menores en las zonas de conflicto
Con motivo del D¨ªa Internacional de la Ni?a, que se celebra el 11 de octubre, varias ONG recuerdan que las peque?as se ven expuestas a las mismas amenazas que un ni?o, pero adem¨¢s corren un riesgo alto de sufrir acoso, violaciones, matrimonios forzados, trata y esclavitud sexual
Gaza, L¨ªbano, Ucrania, Nigeria, Sud¨¢n¡ La cantidad de pa¨ªses en conflicto no deja de aumentar. Tampoco los millones de personas refugiadas, desplazadas y ap¨¢tridas. Seg¨²n Naciones Unidas, en 2024 esta cifra ronda los 120 millones, la m¨¢s alta en la historia. Casi el 80% de ellos son ni?as, ni?os y mujeres, seg¨²n ACNUR. Y en estos contextos, las ni?as se convierten en un objetivo especialmente vulnerado.
¡°Dos chicas no estaban de acuerdo. Eran un poco mayores que yo. Las mataron con una pistola. Cuando lo vimos, todas estuvimos de acuerdo en casarnos¡±. As¨ª cuenta a Amnist¨ªa Internacional una superviviente nigeriana del grupo armado Boko Haram c¨®mo fue obligada a casarse con uno de sus secuestradores, alej¨¢ndola de su vida, su familia, su comunidad y su futuro.
Como ella, millones de ni?as que viven en contextos de guerra y conflicto armado se enfrentan a una combinaci¨®n devastadora de dificultades y peligros, que las ponen en situaci¨®n de extrema vulnerabilidad. Son expuestas a las mismas amenazas que los ni?os (secuestro, asesinato, mutilaci¨®n, reclutamiento) pero, adem¨¢s, corren un riesgo m¨¢s alto de sufrir otros tipos de violencia: acoso, violaciones y abusos sexuales, matrimonios forzados, trata y esclavitud sexual.
Mutiladas, asesinadas: las ni?as como objetivo de guerra
Aunque la ONU se?ala que casi el 70% de las muertes infantiles en conflicto armado son ni?os, las ni?as son el blanco espec¨ªfico de violencia en zonas donde operan grupos armados o terroristas, que rechazan la igualdad de g¨¦nero y la educaci¨®n para ellas. Adem¨¢s, las ni?as que defienden los derechos humanos o alzan su voz por la igualdad de g¨¦nero se convierten en objetivos de guerra, y se exponen a ser brutalmente castigadas o asesinadas.
Por otra parte, las ni?as reclutadas en conflictos armados viven una realidad de abuso constante. Son utilizadas en combate y en labores de apoyo (como mensajeras o esp¨ªas) y explotadas como esclavas sexuales. Muchos grupos armados se niegan a liberarlas o reconocerlas como miembros de pleno derecho, lo que aumenta su vulnerabilidad en el momento de su liberaci¨®n o huida, neg¨¢ndoles una integraci¨®n digna y conden¨¢ndolas al estigma y al rechazo.
Los ataques directos a escuelas y hospitales tienen un fuerte impacto en los derechos a la salud y la educaci¨®n de las ni?as. En Ucrania, m¨¢s de 7.000 escuelas son inaccesibles a d¨ªa de hoy. En la franja de Gaza, todas est¨¢n cerradas y un 84% de ellas est¨¢n casi o totalmente destruidas
Ni educaci¨®n ni salud para las ni?as
Los ataques directos a escuelas y hospitales tienen un fuerte impacto en los derechos a la salud y la educaci¨®n de las ni?as. En Ucrania, m¨¢s de 7.000 escuelas son inaccesibles a d¨ªa de hoy. En la franja de Gaza, todas est¨¢n cerradas y un 84% de ellas est¨¢n casi o totalmente destruidas, seg¨²n datos de UNICEF.
Sin escuela, las ni?as son relegadas al trabajo dom¨¦stico y al cuidado familiar. Sus tasas de abandono escolar son mucho m¨¢s altas que las de los ni?os (un 2,5 m¨¢s de probabilidades de abandonar la escuela, seg¨²n el Banco Mundial). Se les niega el derecho a aprender, pero tambi¨¦n la oportunidad de romper el ciclo de pobreza y aspirar a un futuro mejor. Adem¨¢s, la destrucci¨®n y cierre de hospitales limita enormemente el acceso de las ni?as en edad f¨¦rtil a servicios de salud sexual y reproductiva, aumentando su vulnerabilidad frente a enfermedades y complicaciones en el parto.
Secuestros, violaciones y violencia sexual como t¨¢cticas de guerra
La violencia sexual en los conflictos afecta de manera desproporcionada a las ni?as, expuestas en mayor medida a violencia de g¨¦nero como acoso, secuestro, violaci¨®n, agresiones sexuales y explotaci¨®n sexual. Y esto no solo se limita a las zonas de conflicto, sino que se extiende a los pa¨ªses de asilo. En el este de Chad, donde se ha refugiado la mayor¨ªa de las personas que huyen del conflicto en Sud¨¢n, se han incrementado un 50% los casos de violencia de g¨¦nero, seg¨²n ACNUR.
Grupos armados como Boko Haram utilizan el secuestro, la violaci¨®n y la esclavitud sexual de las ni?as para intimidarlas y deshumanizarlas. Son obligadas a integrarse en estos grupos, utilizadas como recompensa o incentivo para los combatientes, y sometidas a esclavitud sexual, trata y matrimonios forzados, ya que consideran que est¨¢n ¡°en edad¡± de casarse.
En los campos de personas refugiadas y desplazadas, las ni?as son expuestas a redes de trata, que las enga?an y explotan sexualmente bajo promesas de trabajo o protecci¨®n. La ONU indica que alrededor del 70% de las v¨ªctimas de trata en zonas de conflicto son ni?as y mujeres, la mayor¨ªa forzadas a la explotaci¨®n sexual y la prostituci¨®n.
La escasez de alimentos y agua, la falta de atenci¨®n sanitaria, el cierre de las escuelas y las restricciones a la ayuda aumentan el riesgo de que las familias recurran a medidas desesperadas para afrontar la situaci¨®n, como el matrimonio forzado
Sin ayuda humanitaria: el impacto desproporcionado en las ni?as
Conflictos como el de Gaza nos muestran una vez m¨¢s c¨®mo las ni?as sufren las peores consecuencias de la guerra, como la falta de acceso a alimentos, al agua potable y al saneamiento. Pero adem¨¢s, la pobreza menstrual es una pesadilla a?adida con la que deben lidiar cada mes. ONU Mujeres calcula que, para cubrir las necesidades de las 690.000 mujeres y ni?as de Gaza, se precisan 10 millones de toallas sanitarias/compresas desechables o 4 millones de toallas sanitarias.
La escasez de alimentos y agua, la falta de atenci¨®n sanitaria, el cierre de las escuelas y las restricciones a la ayuda aumentan el riesgo de que las familias recurran a medidas desesperadas para afrontar la situaci¨®n, como el matrimonio forzado. Es urgente y necesario proteger a las ni?as en zonas de conflicto de estas amenazas de extrema violencia y desigualdad. Para ello, los Estados y comunidad internacional deben cumplir con la obligaci¨®n de proporcionarles una protecci¨®n especial, que ahora mismo no existe. Los conflictos colocan a las ni?as en un lugar de dif¨ªcil retorno.
¡°A veces sue?o con los cad¨¢veres o las lapidaciones de mujeres que vi. Cuando abro los ojos, ya no puedo volver a dormirme¡±. As¨ª relataba otra ni?a obligada a casarse con un combatiente de Boko Haram el impacto que sigue teniendo en su vida el drama que le toc¨® padecer. No podemos dejar que esos sean sus sue?os. Sus infancias y sus vidas quedan marcadas para siempre. Y no pueden esperar.
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