F¨²tbol, estudiar, Rummikub, senderismo... la cara desconocida de j¨®venes migrantes, retratada por ellos mismos
Los jugadores del FC Darna, formado por chicos que llegaron a Barcelona de forma irregular, captan im¨¢genes de su vida y aspiran a cambiar la narrativa estereotipada. Por primera vez no son sujetos pasivos de la mirada del fot¨®grafo
Cuatro futbolistas reciben al visitante desde cuatro pantallas. Cada uno pronuncia una palabra: respeto, tranquilidad, ilusi¨®n, oportunidad. Son palabras que se repiten a lo largo de la exposici¨®n Goals for change, que se inaugur¨® el mi¨¦rcoles por la tarde en la Nau Bostik de Barcelona. Representan lo que sus protagonistas vinieron a buscar a Espa?a, arriesgando sus vidas y dejando atr¨¢s a sus familias. Pero no solo hablan con palabras. En las paredes, fotos tomadas por 11 j¨®venes inmigrantes a los que se proporcion¨® una c¨¢mara retratan sus vidas y sus sue?os. Son los jugadores del FC Darna, un equipo formado por chicos que llegaron solos a Espa?a de forma irregular.
¡°Vamos sextos de 17 equipos, pero estamos solo a cinco puntos del primero, y este fin de semana jugamos contra ellos. Si ganamos, nos ponemos los segundos¡±, cuentan con ilusi¨®n Soufiane El Ahmadi y Zakaria Ezzouyn, ambos marroqu¨ªes, como la mayor¨ªa de los jugadores del club, nacido en una asociaci¨®n del barrio de El Raval, que desde 2019 se feder¨® por voluntad de los chicos, y compite en la 4? divisi¨®n catalana.
Los dos han venido la v¨ªspera de la inauguraci¨®n a la sala, donde se est¨¢n ultimando los detalles de una muestra sobre inmigrantes donde, por una vez, no son los sujetos pasivos de la mirada del fot¨®grafo, sino los autores de las im¨¢genes expuestas, que aparecen detr¨¢s de un retrato impreso en gran formato de cada uno. ¡°Es una oportunidad para que la gente vea otra cara de los inmigrantes¡±, afirma El Ahmadi, de 25 a?os, y capit¨¢n del Darna, que, explica, ¡°significa nuestra casa en ¨¢rabe¡±. ¡°Es un proyecto muy guay, prestas tus pensamientos, tus sentimientos, c¨®mo ves las cosas¡±, dice Ezzouyn, de 23, mientras termina un mural en el que entrelaza palabras elegidas por miembros del equipo ¡ªlas del principio, m¨¢s otras, como familia, educaci¨®n, esfuerzo o humanidad¡ª en castellano y en ¨¢rabe.
Vine solo a Barcelona, no conoc¨ªa a nadie, pero desde peque?o me gustaba el equipo de f¨²tbol y el arte, es una ciudad muy art¨ªstica, te da la ilusi¨®n de hacer cosasZakaria Ezzouyn, estudiante de dise?o gr¨¢fico, 23 a?os
¡°Si buscas en Google inmigrante, todo lo que sale es negativo. Les propusimos un cambio de narrativa, que fotografiaran qu¨¦ les hace felices, sus sue?os, lo que les apeteciera. Que usaran la c¨¢mara como herramienta para representarse a s¨ª mismos¡±, explica Ofelia de Pablo, creadora del proyecto junto con Javier Zurita y Pablo Tosco, impulsado por la beca Art for Change de Fundaci¨®n ¡°La Caixa¡±. Su idea es que Goals for change ¡ªque se puede traducir por objetivos, o goles, para el cambio¡ª, se ampl¨ªe con otros equipos de f¨²tbol formados por inmigrantes en puntos de Espa?a donde es un tema caliente, como Canarias, Melilla o Almer¨ªa, ¡°para que la gente los vea de otra manera¡±, dice esta creadora audiovisual. Esta primera fase se podr¨¢ ver, de forma gratuita, hasta 22 de noviembre, y despu¨¦s se expondr¨¢ en A Coru?a, Huelva y Valencia.
De Pablo y Zurita conocieron al Darna en su anterior proyecto, F¨²tbol para la esperanza, en el que retrataban a algunos de los jugadores. Fue cuando se les ocurri¨® darles c¨¢maras, donadas por Canon, y ense?arles a utilizarlas para que fueran ellos mismos los documentalistas de sus vidas. Las im¨¢genes, tomadas el ¨²ltimo a?o, son tan variadas como sus protagonistas, y reflejan no solo su personalidad y sus sue?os y aficiones, sino su estadio vital.
As¨ª, las de Moha Bangoura, un chico de Guinea Conakry de 21 a?os que vive en una tienda de campa?a a la espera de una plaza en un albergue, son quiz¨¢s las m¨¢s po¨¦ticas: una gaviota en el cielo, las olas en una playa vac¨ªa, su sombra en una pared. ¡°Para m¨ª lo peor es la soledad¡±, se lee en el cartel sobre ¨¦l. Hamza Marsou, tangerino de 22 a?os y pichichi del equipo, fotograf¨ªa sus botas y espinilleras y un bal¨®n, pero tambi¨¦n su sof¨¢ y la ventana de su casa. ¡°Esto es para m¨ª la tranquilidad¡±, describe en el cartel que acompa?a las fotos, en referencia a tener una casa, un piso de C¨¢ritas, despu¨¦s de haber estado varios a?os, desde que lleg¨® solo a los 13, de okupa.
El Ahmadi, por su parte, disfruta de tener permiso de residencia y trabajo. ¡°He podido viajar a pa¨ªses de Europa, volver a Marruecos a ver a mi familia... Cuando est¨¢s sin papeles, no te puedes mover, es como si estuvieras en una jaula¡±, asegura, mientras explica sus fotos: un at¨²n gigante colgado en un mercado marroqu¨ª, un caf¨¦ y un t¨²per con dulces de su madre, que se trajo de su ¨²ltima visita, una mesa con el juego Rummikub ¡ª¡±me lo regalaron en un cumplea?os, no puede faltar cuando vienen amigos a casa¡±¡ª. En otra, tomada por un amigo, se le ve en la base de un castell ¡ª¡±ten¨ªa a dos personas encima, lo pas¨¦ fatal, mucha responsabilidad¡±¡ª.
Buscamos lo normal, tener una casa, un sueldo fijo, cualquier persona tiene que tener estas cosas b¨¢sicas en la vida. Formar una familia, tener documentos, disfrutar de la vidaSoufiane El Ahmadi, mediador cultural, 25 a?os
Con un castellano muy bueno, aprendido al llegar a Espa?a a los 18 a?os en los bajos de un autob¨²s desde su T¨¢nger natal, El Ahmadi trabaja como mediador cultural, ayudando a chavales inmigrantes que acaban de llegar. Es muy cr¨ªtico con el sistema espa?ol. ¡°Te dan el NIE por arraigo, pero no te permiten trabajar, con lo que nadie te alquila una casa, y tienes que vivir en la calle, que es donde puedes meterte en problemas. Pero a la vez, no puedes tener l¨ªos con la polic¨ªa, aunque muchas veces te detienen solo porque eres marroqu¨ª y est¨¢n buscando a alguno que hizo algo¡±, lamenta.
Su objetivo es terminar dos grados, el superior de integraci¨®n social y el medio de auxiliar de enfermer¨ªa, de los que le falta un curso. ¡°Buscamos lo normal, tener una casa, un sueldo fijo, cualquier persona tiene que tener estas cosas b¨¢sicas en la vida. Formar una familia, tener documentos, disfrutar de la vida¡±, resume.
Ezzouyn hace una pausa en su mural de palabras para explicar sus fotos, centradas en la casa de acogida donde vive, en el barrio de Vallcarca. La ventana al jard¨ªn. Un amigo de espaldas al que le cort¨® el pelo, el h¨¢mster de otro, y un panel con sus dibujos. Se?ala el esbozo de una cara, de la que salen dos ramas. ¡°Me parece que representa el barrio, es muy tranquilo. Me encanta la tranquilidad¡±. Estudia el segundo a?o del grado medio de dise?o gr¨¢fico, que le gusta mucho, ¡°sobre todo la parte art¨ªstica, mezclar cosas modernas y antiguas¡±, y est¨¢ ¡°en el proceso de salir al mundo laboral¡±. Conseguir un contrato le dar¨ªa los ansiados papeles y con ellos, la estabilidad, ya que los que tiene ahora solo le permiten estudiar.
Con 19 a?os, dej¨® Casablanca y se embarc¨® en una patera a Canarias. ¡°Luego vine solo a Barcelona, no conoc¨ªa a nadie, no sab¨ªa ni decir ¡®hola¡¯, pero desde peque?o me gustaba el equipo de f¨²tbol y el arte, es una ciudad muy art¨ªstica, te da la ilusi¨®n de hacer cosas, encuentras gente que entiende y valora el arte. Me encanta Picasso¡±, relata, sonriente. En Marruecos ¡°no ve¨ªa oportunidades¡±, asegura. ¡°Mi madre no me dejaba, fue muy duro para los dos, porque soy hijo ¨²nico y mi padre muri¨® cuando ten¨ªa 10 a?os. Pero ten¨ªa m¨¢s ganas de salir, veo que aqu¨ª voy a devolverle aunque sea un poco de lo que ha hecho por m¨ª¡±.
¡°Me encanta dibujar, jugar al f¨²tbol, hacer deporte, estar con colegas, conocer gente de otros pa¨ªses¡±, enumera. ¡°Mi sue?o es ser un buen dise?ador y empujar el club arriba¡±, dice.
Muchas veces, escuchamos comentarios racistas, de los otros equipos o del p¨²blico, pero he aprendido a hacer como si no los escucharaSoufiane El Ahmadi, mediador cultural, 25 a?os
La exposici¨®n refleja la importancia que tiene el equipo en la vida de los jugadores. Incluso se ha recreado un peque?o banquillo, con cuatro de las camisetas del Darna colgadas de un perchero, aunque se las tienen que llevar para jugar este fin de semana. ¡°Somos 18 jugadores convocados cada partido, pero solo tenemos 15 camisetas m¨¢s la del portero¡±, explica El Ahmadi, que pertenece tambi¨¦n a la junta directiva. ¡°Les hicieron un descuento del 15%, en vez de don¨¢rselas¡±, lamenta De Pablo, en referencia a una gran cadena de material deportivo cuyo nombre aparece como patrocinador en la equipaci¨®n.
¡°Para m¨ª el Darna significa muchas cosas¡±, dice El Ahmadi: ¡°Un equipo, estamos unidos, nos apoyamos, me gusta pasar tiempo con la gente del club, son buena gente¡±. En los partidos, ¡°muchas veces, escuchamos comentarios racistas, de los otros equipos o del p¨²blico¡±, reconoce, ¡°pero he aprendido a hacer como si no los escuchara¡±. ¡°Este proyecto es una oportunidad para que la gente conozca c¨®mo es ser inmigrante, ser de fuera¡±, dice.
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