China tira de diplomacia sanitaria para posicionarse en el Mekong y m¨¢s all¨¢

Desde el comienzo de este siglo, China ha legitimado su ascenso pac¨ªfico mediante el poder blando. Este concepto describe la capacidad de influir en las preferencias ajenas a trav¨¦s de la atracci¨®n en lugar de la coerci¨®n. Desde la llegada de Xi Jinping al poder, la estrategia ha ganado impulso. En 2017, el presidente Xi estableci¨® el concepto de ¡°poder blando con caracter¨ªsticas chinas¡±. Es decir, el desarrollo de nuevas pol¨ªticas diplom¨¢ticas que aprendieron de experiencias previas como la exportaci¨®n de entretenimiento local.

La diplomacia sanitaria es la nueva herramienta utilizada por el Gobierno chino. Con ella capitaliza la covid-19 y se posiciona como l¨ªder regional e internacional. En un inicio, se promovi¨® en forma de ¡°diplomacia de las mascarillas¡± y ahora a trav¨¦s de la de las vacunas. Un ejemplo: Pek¨ªn ha dado m¨¢s asistencia sanitaria a aquellos pa¨ªses del Sur global representados en la Asamblea General de las Naciones Unidas que est¨¢n a favor de la pol¨ªtica ¡°Una sola China¡±, es decir, la adhesi¨®n de Taiw¨¢n a la Rep¨²blica Popular China.

Del agua dependen los alimentos, los medios de vida y el comercio de la poblaci¨®n que bordea el r¨ªo. Las presas chinas amenazan estas prioridades

Pocas regiones ilustran mejor este esfuerzo que la del r¨ªo Mekong, que agrupa a los estados de Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam. La diplomacia sanitaria se ha convertido en un facilitador de los intereses chinos, particularmente aquellos que giran en torno a las 11 presas que la potencia ha construido en este afluente. Y no son intereses menores. En primer lugar, Pek¨ªn es capaz de influir, gracias a estas infraestructuras, en las votaciones de ASEAN (Asociaci¨®n de Naciones de Asia Sudoriental, por sus siglas en ingl¨¦s), especialmente a trav¨¦s de Laos y Camboya. Por otro lado, el corredor econ¨®mico China-Mekong, apoyado por los beneficios econ¨®micos de las presas, es clave para apuntalar la Ruta de la Seda Mar¨ªtima. Finalmente, China carece de recursos h¨ªdricos y las presas le proporcionan la capacidad de redistribuir el agua dentro de sus fronteras.

El problema es que los intereses de la potencia asi¨¢tica alimentan la principal amenaza de la regi¨®n de Mekong, la inseguridad h¨ªdrica. Del agua dependen los alimentos, los medios de vida y el comercio de la poblaci¨®n que bordea el r¨ªo. Seg¨²n un estudio de la Comisi¨®n del R¨ªo Mekong ¡ªuna organizaci¨®n intergubernamental compuesta por Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam¡ª, las presas chinas amenazan estas prioridades.

Y por esta raz¨®n, su Gobierno necesita m¨¢s herramientas de influencia. El Partido Comunista Chino ha desplegado la diplomacia sanitaria en el Mekong para mejorar la opini¨®n que la regi¨®n tiene de su potencia vecina. M¨¢s concretamente, el primer ministro chino Li Keqiang otorg¨® acceso prioritario a las vacunas chinas de covid-19 a dichos pa¨ªses. Seg¨²n Bridge Consulting covid-19 Vaccine Tracker, Camboya ha recibido 36.803 millones de dosis, Tailandia 29.1 millones, Myanmar 42.6 millones, Vietnam 37.7 millones y Laos 7.202 millones hasta hoy. No todo son donaciones, pero sin duda marcar¨¢n la diferencia en un contexto de escasez global de vacunas.

Est¨¢ por ver si esta diplomacia sanitaria cumplir¨¢ su prop¨®sito. Es cierto ¡ªcomo se?ala un estudio de AidData¡ª que la distribuci¨®n de mascarillas ha mejorado la reputaci¨®n de la potencia asi¨¢tica en la regi¨®n de Mekong. De hecho, Pek¨ªn ha adelantado a Washington en la cooperaci¨®n sanitaria con el Sur global. Sin embargo, puede que este despliegue no sea suficiente, ya que no para de crecer la inquietud hacia la asertividad, que va a necesitar algo m¨¢s que jeringuillas para convencer de sus buenas intenciones. La carrera para posicionarse como l¨ªder regional es de largo alcance y el Mekong demuestra que no ha hecho m¨¢s que empezar.

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