Crisis ucrania: cinco observaciones desasosegadas y una pregunta para Vox
La solidaridad con los desplazados de la guerra genera algunas preguntas inc¨®modas para los gobiernos y grupos pol¨ªticos de la Uni¨®n Europea
En el momento de escribir estas l¨ªneas, el n¨²mero de ucranios y ucranias que han cruzado las fronteras de su pa¨ªs huyendo de la guerra ronda el mill¨®n de personas. Las cifras crecer¨¢n con rapidez, hasta un n¨²mero que las agencias de Naciones Unidas han calculado alrededor de los cuatro millones. Aunque la inmensa mayor¨ªa de estos refugiados han huido hacia el Oeste, varias decenas de miles se han establecido en Rusia y Bielorrusia.
Las crisis humanitarias en las fronteras europeas no son nuevas. Pero la de Ucrania comienza a dejar algunas novedades parad¨®jicas. Estas son cinco observaciones que me han sugerido los primeros d¨ªas de la guerra:
- Un sistema de protecci¨®n deslegitimado por refugiados de primera y de tercera. A nadie le cabe ninguna duda de que estamos obligados, por razones legales y morales, a acoger y dar protecci¨®n a quienes huyen de la guerra en Ucrania. La pregunta es d¨®nde estaban ¨Cd¨®nde est¨¢n¨C esas normas y principios cuando los solicitantes de asilo eran ¨Cson¨C sirios, afganos y africanos. Porque muchos de ellos escapan de guerras iguales o peores que la ucraniana (en el caso de Siria, incendiadas por la misma mano criminal de Putin, como explica de manera conmovedora el periodista de Baynana, Ayham Al Sati). Cuando las normas de protecci¨®n internacional pesan m¨¢s o menos seg¨²n el color de piel, el sistema se resquebraja y deslegitima.
- Una prueba para los halcones migratorios de la UE. Algunos de los pa¨ªses que est¨¢n recibiendo el mayor n¨²mero de refugiados y que han reclamado la solidaridad de la comunidad internacional ¨Ccomo Polonia y Hungr¨ªa¨C se dedicaban hasta ayer a boicotear estos mismos esfuerzos en el resto de la UE. Tras la propuesta de protecci¨®n temporal amplia de la Comisi¨®n, tal vez esta crisis ayude a desbloquear la negociaci¨®n de un Pacto Europeo de Migraciones y Asilo que ha estado lastrado por la miop¨ªa de los nacionalpopulistas (lean el an¨¢lisis de porCausa). Lamentablemente, el goteo de noticias sobre la doble cola en las fronteras polacas ¨Cucranianos por un lado, asi¨¢ticos y africanos por otro¨C no permite ser muy optimista.
Cuando las normas de protecci¨®n internacional pesan m¨¢s o menos seg¨²n el color de piel, el sistema se resquebraja y deslegitima
- Pedro S¨¢nchez se calza la mascarilla verde. No s¨¦ si se lio o realmente piensa lo que dijo, pero en sus explicaciones en RTVE, el presidente espa?ol se meti¨® en el jard¨ªn donde moran los peores animalitos pol¨ªticos. Cada anuncio de apoyo los migrantes de Ucrania ¨Cregularizaci¨®n, acogida, recursos¨C iba matizado por el ¡°ojo, que esto no es Ceuta¡±. Por alguna raz¨®n m¨¢gica, los ni?os africanos entran en otra categor¨ªa c¨®smica en la que no aplican las mismas normas de protecci¨®n internacional. Todo muy kafkiano, ya que hablamos del Este. Lo explica bien Lucila Rodr¨ªguez-Alarc¨®n en esta pieza para Con M de Migraciones.
- Pol¨ªtica migratoria espa?ola: lo que hacemos en las sombras. Hablando de regularizaciones, al presidente se le olvid¨® explicarnos c¨®mo encaja la de los ucranios con la supuesta prohibici¨®n expresa de la UE a la que el Gobierno se ha aferrado desde hace dos a?os para no mover ficha. O la de los venezolanos, que han recibido decenas de miles de ¡°visados humanitarios¡± en una forma poco velada de apa?o temporal de su estatus administrativo. La explicaci¨®n es simple: no existe ninguna prohibici¨®n de la UE; solo la actuaci¨®n arbitraria de un Gobierno que no se atreve a defender lo que es correcto y extender la medida al conjunto de quienes viven en nuestro pa¨ªs sin papeles.
- En su denuncia de Putin, a Vox se le pone acento ruso. En la sesi¨®n de control al Gobierno de esta semana, parte de Podemos y sus colegas hicieron verdadero contorsionismo ret¨®rico para explicar c¨®mo se para una guerra sin armas ni soldados. Pero quien deber¨ªa dar m¨¢s explicaciones no es la extrema izquierda europea, sino su n¨¦mesis. Los l¨ªderes nacionalpopulistas de la UE ¨Cdesde Orb¨¢n a Le Pen, pasando por Salvini, Farage y cualquier oscuro grup¨²sculo neofascista¨C han estado de beso en boca con Vlad¨ªmir Putin hasta antes de ayer. Todav¨ªa hoy pasan verdaderos esfuerzos para criticar abiertamente la invasi¨®n rusa. Y es que resulta embarazoso morder la mano de quien te financia y ha estado creando la nube t¨®xica de desinformaci¨®n y polarizaci¨®n de la que te has beneficiado obscenamente.
Esta es la pregunta que debe contestar Vox con urgencia: ?han recibido ellos o alguna de sus organizaciones y medios afines alg¨²n apoyo del Gobierno ruso?
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