Cuatro pasos para acabar con el cortoplacismo de las pol¨ªticas migratorias europeas
Si bien la guerra en Ucrania no es el ¨²nico conflicto que ha llevado a millones de personas a cruzar fronteras, es urgente prepararnos para algo trascendental: la integraci¨®n real de los migrantes, algo que no ocurre autom¨¢ticamente. O eso o nos arriesgamos a fracasar de nuevo
Todo el mundo habla de acoger a personas refugiadas de Ucrania en estos d¨ªas. Desde Varsovia hasta Londres, la gente exige que sus gobiernos mejoren los esfuerzos para recibir a las m¨¢s de 4,6 millones de personas que han huido de la guerra desde su comienzo el 24 de febrero. Se celebra que Polonia haya abierto sus brazos a casi 2,5 millones de ellos hasta ahora y a quienes esperan en la estaci¨®n de tren de Berl¨ªn para ofrecer hospedaje a familias que llegan.
Pero algo falta en la discusi¨®n p¨²blica y en los discursos de pol¨ªticos. Un escenario muy probable es que la guerra contin¨²e durante mucho tiempo y millones de ucranianos y ucranianas no puedan regresar a sus hogares. Si esto sucede, no solo debemos acogerles sino incluirles en nuestros pa¨ªses. Esto deber¨ªa preocuparnos porque en los ¨²ltimos a?os los pa¨ªses europeos han fallado de muchas maneras en integrar de manera efectiva a los refugiados.
Este fracaso es tan alarmante porque es sist¨¦mico. Desde que en 2014 el n¨²mero de solicitantes de asilo llegando a Europa aument¨® r¨¢pidamente, la UE y sus Estados miembros centraron sus gastos en la seguridad fronteriza. El objetivo: mantener el n¨²mero de solicitantes de asilo lo m¨¢s bajo posible. El presupuesto de Frontex, la Agencia de la Guardia Costera y de Fronteras de Europa, se dispar¨® de 142 millones de euros en 2015 a 543 millones en 2021. Del mismo modo, el Fondo de Seguridad Interior, que financia las actividades de gesti¨®n fronteriza de los Estados miembros, ha sido reforzado continuamente. El financiamiento para la integraci¨®n no tiene comparaci¨®n con estos presupuestos y los gobiernos han sido poco innovadores en la generaci¨®n de estrategias para una inclusi¨®n efectiva.
Polonia, donde casi el 60% de las y los ucranianos que han huido han encontrado refugio hasta ahora, no es la excepci¨®n. En 2021, el pa¨ªs se convirti¨® en el centro de atenci¨®n internacional cuando comenz¨® a hacer retroceder violentamente a solicitantes de asilo que intentaban cruzar su frontera a pie. Estos esfuerzos culminaron con la decisi¨®n del gobierno de iniciar la construcci¨®n de una barrera met¨¢lica a lo largo de 186 kil¨®metros, casi la mitad de la frontera con Bielorrusia, en enero de 2022. La inversi¨®n de 352 millones de euros es la mayor en la historia de la guardia fronteriza y contrasta fuertemente con los escasos 12,1 millones de euros que Polonia gast¨® en asilo e integraci¨®n en 2020.
Muchos suponen que incluso si los refugiados ucranianos tuvieran que integrarse, ser¨ªa una historia muy diferente a la de las personas de Siria, Afganist¨¢n o el norte de ?frica. Dado que culturalmente son mucho m¨¢s cercanos a nosotros, no surgir¨ªan mayores dificultades, se argumenta. Pero las diferencias culturales nunca han sido el ¨²nico factor que conduce a la xenofobia y exclusi¨®n. Para muchos brit¨¢nicos, el Brexit fue una respuesta a sus temores sobre los trabajadores inmigrantes de Europa del Este que sent¨ªan que compet¨ªan con ellos por puestos de trabajo y deprim¨ªan los salarios. Estudios demostraron que estos miedos eran infundados y, aun as¨ª, generaron rechazo.
La inclusi¨®n de las personas migrantes no ocurre autom¨¢ticamente. Es normal que la poblaci¨®n local tenga miedos ante una situaci¨®n nueva y compleja. Tambi¨¦n es normal que los reci¨¦n llegados tengan dificultades para encontrar trabajos adecuados y un lugar en las comunidades locales. Pero ninguno de estos desaf¨ªos es un problema a menos que decidamos no hacer nada. Despu¨¦s de a?os de no invertir e innovar lo suficiente en construir sistemas de inclusi¨®n para los refugiados, necesitamos hacerlo urgentemente ahora.
Primero, necesitamos dar a los ucranianos acceso a todos sus derechos como refugiados y refugiadas. La protecci¨®n temporal que la UE y sus Estados miembros est¨¢n otorgando ahora es una buena primera medida. Pero para garantizarles una perspectiva a largo plazo y el acceso a todos sus derechos fundamentales, tenemos que reconocerles como refugiados. Esto requiere que financiemos y reforcemos adecuadamente a las autoridades responsables.
Sin espacios donde los reci¨¦n llegados y la poblaci¨®n local puedan conocerse, surgen f¨¢cilmente falsas percepciones y actitudes negativas
En segundo lugar, debemos crear un acceso justo al mercado laboral. Muchos refugiados a¨²n no hablan el idioma local, no tienen sus certificados de educaci¨®n y su formaci¨®n profesional a menudo no se reconoce. Los servicios de empleo normales batallan para tener en cuenta estas barreras. Esto deja a muchas personas refugiadas desempleadas o subempleadas. Ejemplos de proveedores privados como socialbee en Alemania y la iniciativa Snabbsp?ret del gobierno sueco, que facilita la inclusi¨®n de los refugiados en sectores con escasez de mano de obra, demuestran que los servicios ajustados a estos retos pueden proveer y ampliarse con una financiaci¨®n adecuada. En otros pa¨ªses, como Polonia, es necesario establecer urgentemente sistemas de colocaci¨®n adecuados.
En tercer lugar, necesitamos crear espacios donde los reci¨¦n llegados y la poblaci¨®n local puedan conocerse. Sin estos, surgen f¨¢cilmente falsas percepciones y actitudes negativas. Es fundamental que puedan asentarse en barrios que se ajusten a su situaci¨®n de vida y permitan la interacci¨®n con locales, como lo facilita Forum Refugi¨¦s Cosi en R¨®dano, Francia. Para aprovechar la interacci¨®n org¨¢nica que se puede dar en el lugar de trabajo, es clave invertir tambi¨¦n en la inclusi¨®n laboral. Igualmente, los espacios de guarder¨ªa y educaci¨®n preescolar que provee el Consejo Portugu¨¦s para los Refugiados demuestran el poder de facilitar con un buen dise?o que ni?as y ni?os de or¨ªgenes muy diversos puedan socializar.
Por ¨²ltimo, necesitamos reconocer la plena agencia pol¨ªtica de los reci¨¦n llegados. Escocia ha demostrado con contundencia c¨®mo dar un paso en esta direcci¨®n. Desde 2020, los extranjeros residentes, incluidos los refugiados, tienen derecho a votar en las elecciones parlamentarias y locales. No obstante, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, a¨²n carecen del derecho a participar en elecciones, tienen dificultades para unirse a los sindicatos en puestos de decisi¨®n y los medios de comunicaci¨®n rara vez les dan voz. Ser reconocidos como iguales pol¨ªticos es clave para que una persona se sienta parte de su comunidad.
Debemos empezar a construir estos sistemas de inclusi¨®n inmediatamente, o nos arriesgamos a fracasar, perjudicando a los millones de ucranianos que tienen derecho a la protecci¨®n y a nuestras propias sociedades.
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