Paola Brunner reivindica el afromestizaje desde el arte
La ¡®artivista¡¯ ecuatoriana conocida como ¡®La Negra¡¯ utiliza sus obras para mostrar sus or¨ªgenes mixtos y contra la discriminaci¨®n
La ecuatoriana Paola Brunner es una ¡®artivista¡¯ polifac¨¦tica: canta, es activista social, feminista, presentadora, locutora de radio, actriz de teatro, modelo y comunicadora social. Es m¨¢s, es madre soltera y testimonio de lucha contra las discriminaciones que plagan nuestras sociedades. La Negra Brunner, su nombre art¨ªstico, que descansa en la voluntad de dignificar su ascendencia, no solo enfrenta el peso de ser una mujer fuera de lo que es considerado normal en Ecuador, sino tambi¨¦n el de tener un color de piel que la pone en un punto de no definici¨®n: demasiado clara para ser negra, demasiado negra para ser blanca. Ella abraza su afromestizaje y lo convierte en parte de los mensajes del activismo social de su obra.
Brunner explica desde Quito, donde vive, sus inquietudes sociales y c¨®mo utiliza el arte como instrumento de reivindicaci¨®n. ¡°La cercan¨ªa con la m¨²sica, la poes¨ªa y el teatro comienza con mi familia materna¡±, dice. ¡°Nac¨ª en Quito, pero a los pocos d¨ªas fui llevada a Esmeraldas y ah¨ª viv¨ª hasta los cinco a?os. Conservo hermosos recuerdos de mis t¨ªos ense?¨¢ndome canciones con el sintetizador en la salita de mi abuela, y a mi abuela ense?¨¢ndome a declamar poemas. Poemas negros, esencialmente. Mi abuelo, gran lector, me ense?¨® a leer y a apasionarme por ello¡±.
De todos ellos, nace la fascinaci¨®n de Brunner por el arte. Sin embargo, a medida que crec¨ªa, la disciplina art¨ªstica no fue considerada importante en sus procesos de aprendizaje, que priorizaban las ciencias. Adem¨¢s, confiesa que de ni?a so?aba con ser presidenta del Ecuador para ¡°generar cambios radicales¡± que terminaran con la injusticia social de la que era testigo en su vida.
?C¨®mo aprendi¨® el arte que hoy refleja en su obra? ¡°Todo lo aprend¨ª emp¨ªricamente, con recursos proporcionados por el entorno¡±, responde. ¡°Mi madre tambi¨¦n influy¨® en parte de mi quehacer. Sin darse cuenta, me ense?¨® a comprender y analizar la m¨²sica desde su mensaje m¨¢s all¨¢ de su melod¨ªa¡±.
Mis rasgos y mi color son consecuencia de este crisol de diversidades que atraves¨® todas mis tierras y todas mis sangres
Brunner tiene 37 a?os y procede de una familia mixta. Su madre, Mayra Ortiz, educadora jubilada, es originaria de Esmeraldas, al noroeste del pa¨ªs. Una tierra de ancestros africanos tra¨ªdos encadenados desde ?frica y hoy cuna de una herencia afroamerindia que enriquece la identidad de Ecuador. Su padre, Juan Brunner, conductor profesional jubilado, es quite?o con sangre alemana. Esta fluidez etnocultural ha influido en la artista desde su infancia y su obra. ¡°La mam¨¢ ?frica pari¨® en Am¨¦rica y es tan profunda su ra¨ªz que, hoy, todos somos descendientes de su grandeza. Desde ni?a, cuando miraba a mi abuela declamar sus poemas de libertad y dolor, me preguntaba: ¡®?Qu¨¦ pasar¨ªa si Dios fuera una gran anciana negra?¡¯ Quiz¨¢s nadie me discriminar¨ªa porque todos venimos de ella¡±.
La artista cuenta que, sin pretender negar la mezcla inevitable que la conquista gener¨®, es una ¡°orgullosa nieta de ?frica¡±. ¡°Mis rasgos y mi color son consecuencia de este crisol de diversidades que atraves¨® todas mis tierras y todas mis sangres. Por esto, encuentro necesario e importante recalcar que soy afromestiza, creo que solo abrazando con gratitud nuestra ra¨ªz podemos garantizar la nobleza de nuestros frutos¡±. Y a?ade: ¡°Decirlo y defenderlo me permite sentir el calor y la bendici¨®n de mis ancestros que caminan orgullosos detr¨¢s de m¨ª en cada paso¡±.
Sobre la discriminaci¨®n, explica que la ha vivido por parte de los blancos, debido al rezago marcado del racismo hist¨®rico, en el temor de ¡°contaminarse¡± o mezclarse y ¡°desmejorar su raza¡±. Adem¨¢s de lidiar con el acoso y el estigma marcado de lo que representa socialmente ser una mujer exuberante, negra y humilde. Por otro lado, tambi¨¦n ha recibido cr¨ªticas por parte de los negros, que en su voluntad de reivindicar su cultura tienden a ejercer los mismos mecanismos de segregaci¨®n con quienes, f¨ªsicamente, no comparten rasgos m¨¢s definidos o marcados, explica. Brunner se describe como producto del mestizaje: ¡°Con rasgos f¨ªsicos mestizos que van m¨¢s hacia mi ascendencia awa que hacia la negra y esto resulta interesante y a la vez doloroso, sobre todo cuando est¨¢s en procesos de construcci¨®n del yo y no encuentras pertenencia en ning¨²n sitio¡±.
Brunner ha viajado por Latinoam¨¦rica y Europa como cantante y actriz de teatro, pero tanto dentro como fuera de Ecuador, sus proyectos se han concentrado en concienciar al p¨²blico sobre temas cruciales. ¡°Soy cantautora e int¨¦rprete de blues, apasionada por la m¨²sica latinoamericana con la que contrasto lo anglosaj¨®n¡±. Y entre los personajes teatrales que interpreta, destaca uno en particular que ella confiesa querer con su alma. ¡°Es la extensi¨®n de mi bisabuela, mujer analfabeta que contaba historias, cuentos, leyendas. Se llamaba Domitila, vivi¨® casi 100 a?os, siendo una de mis m¨¢s grandes maestras en el tiempo que compartimos. En ella se inspira Do?a Tila, que cuenta las historias de la provincia verde (Esmeraldas), que han ido distorsion¨¢ndose y olvid¨¢ndose con el tiempo, pero son parte de nuestra maravillosa tradici¨®n oral y es parte del legado de justicia ancestral¡±.
Habla con pasi¨®n genuina y fe innata sobre el poder del arte. Un sentimiento que comparte con su hermana menor, Keyla (tambi¨¦n cantante y actriz de teatro) y que ha trasmitido a su hijo de 10 a?os, Joshua Urquizo Brunner, que le acompa?a a veces en sus actuaciones. Sin embargo, la cotidianidad para una madre soltera puede ser particularmente dura. ¡°El sector art¨ªstico y cultural es el m¨¢s deprimido en mi pa¨ªs. Pedir un espacio o concursar para obtener fondos siempre est¨¢ condicionado por el compadrazgo y son pocos los artistas que llegan a consolidar un trabajo de calidad que sea reconocido y respetado¡±, subraya. Durante la pandemia, opina, ¡°fue el arte en sus diferentes manifestaciones el que nos salv¨® de la locura¡±. Pero, a?ade, ¡°desde el Estado hasta el p¨²blico, vemos una casi nula empat¨ªa por quien hace arte, con poca capacidad de reconocer el esfuerzo detr¨¢s del resultado¡±.
No obstante, Brunner sigue haciendo camino al andar. Por un lado, con el colectivo art¨ªstico llamado Manuelas (del que es directora), cuyo objetivo es generar artivismo desde procesos femeninos de creaci¨®n conjunta. ¡°Aqu¨ª se crean espacios de encuentro entre mujeres afrodescendientes artistas con las que se han llevado al teatro varias puestas esc¨¦nicas como Matices de la Mam¨¢ ?frica y Jonatasa (personaje hist¨®rico ligado a Manuela Saenz)¡±, explica.
A esto se a?ade un libro en cocina, cuyo t¨ªtulo se debe al color de cabello que usaba Brunner. ¡°Mam¨¢ Azul se llama. Es un texto que empec¨¦ a escribir e ilustrar a partir de mi tiempo compartido con Joshua en pandemia. Desde que el ni?o comenz¨® a hablar anot¨¦ cada una de nuestras conversaciones y eso fue evolucionando de manera que quiero compartir esto como el diario de una madre sola con su hijo y el reflejo de c¨®mo ambos vamos cambiando y creciendo¡±. La Negra tiene tambi¨¦n una faceta de empresaria y hace un a?o lanz¨® su propia marca: ¡°Mi prop¨®sito es crear prendas de vestir a las que normalmente no podemos acceder las mujeres afromestizas, precisamente por la segregaci¨®n racial a la que somos sometidas de manera inconsciente¡±.
Sobre el futuro, Brunner deja un mensaje: ¡°No tengo sue?os, construyo mi camino sobre ellos. No tengo l¨ªmites ni miedo. Procuro ser humana primero y luego profesional, y con esta combinaci¨®n aterrizo cada estrella que aparece y brilla en mi cielo. Es mi manera de honrar la vida que me fue dada¡±.
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