Do?a Tere y la salvaguarda de la chicha, la bebida alcoh¨®lica que forma parte de la memoria de Bogot¨¢
En el hist¨®rico vecindario obrero de La Perseverancia, hay chicheras que siguen una tradici¨®n que se remonta al comienzo del siglo pasado, cuando era ilegal
Ana Teresa Torres de Forero se dedica a preparar chicha, una bebida alcoh¨®lica que se obtiene del ma¨ªz, en el barrio La Perseverancia, en el centro de Bogot¨¢, desde que ten¨ªa 10 a?os. Hoy, esta mujer, de 82 a?os, se ha convertido en s¨ªmbolo, junto a otras pocas mujeres del vecindario, de la herencia de las chicheras tradicionales.
¡°La chicha alimenta¡±, repite do?a Tere, como la llaman quienes la conocen. Asegura adem¨¢s que esta bebida ancestral de tradici¨®n ind¨ªgena muisca y graduaci¨®n alcoh¨®lica variable, dependiendo del proceso de fermentaci¨®n, puede aliviar la anemia y la gastritis, entre otras capacidades curativas, seg¨²n su personal experiencia. ¡°Mi abuela, que vivi¨® 110 a?os, me dec¨ªa que por esto los indios viv¨ªan tanto, porque consum¨ªan chicha. Y tanto a m¨ª como a mis hermanas y hermano, nos criaron a chicha¡±.
Durante muchos a?os, la venta de chicha en el barrio fue hostigada y criminalizada por parte de quienes ten¨ªan inter¨¦s en que el pueblo consumiera otras bebidas
La casa de do?a Tere, donde vive con la menor de sus hijas, Sandra, es la misma que hered¨® de su abuela, quien en los tiempos de los primeros asentamientos en el barrio la compr¨® por 150 pesos (tres c¨¦ntimos de euro al cambio actual). All¨ª vivieron Torres, su abuela Ana Francisca, sus padres (Anastasio y Elo¨ªsa), sus tres hermanas y su hermano: ocho personas en total. Fue su madre quien trajo a la familia la receta de la chicha. Sin embargo, Elo¨ªsa falleci¨® muy joven, a los 33 a?os. ¡°Mi mam¨¢ le crey¨® a un embustero de estos que ven¨ªan por aqu¨ª a vender remedios y tom¨® algo que la enferm¨® hasta que se muri¨®¡±, recuerda Torres, que por aquella ¨¦poca era todav¨ªa peque?a. Su abuela Ana Francisca se encarg¨® de seguir preparando la bebida.
La Perseverancia es un barrio colorido y de alma obrera, memoria viva de la ciudad, nacido frente a la antigua f¨¢brica de cerveza Bavaria, construida por Bavaria Kopp¡¯s Deutsche Bierbrauerei en 1890, en el barrio San Diego. Como lo ha recopilado el libro Por la calle 32: historia de un barrio (editado por Corporaci¨®n Bogot¨¢ Cultura), este barrio fue fundado en 1912, bajo el nombre de Uni¨®n Obrera, por los trabajadores de la cervecer¨ªa, quienes buscaban encontrar un sitio estable donde organizarse con sus familias, y que estuviera cerca de la compa?¨ªa.
Do?a Tere es descendiente de los primeros moradores del barrio y ya hab¨ªa nacido en la ¨¦poca del magnicidio del alcalde de Bogot¨¢ y candidato a la presidencia Jorge Elicier Gait¨¢n (9 abril 1948) y el siguiente estallido social que ha pasado a la historia como el Bogotazo. ¡°Aquella guerra fue tremenda, las calles estaban llenas de muertos y toda mi familia tuvo que encerrarse en la casa, porque mi padre era amigo de Gait¨¢n y ten¨ªa muchas fotos de ¨¦l¡±, recuerda con emoci¨®n. ¡°Gait¨¢n ven¨ªa a menudo a visitar La Perseverancia y varias veces estuvo conversando y tomando chicha con mi padre Anastasio en esta misma casa¡±, explica.
Hoy el barrio es distinto, la planta de la cervecer¨ªa ha cerrado sus puertas, y de aquella ¨¦poca queda una estatua de Gait¨¢n y la chicha tradicional, cuya elaboraci¨®n sigue ahora la hija de la anciana chichera. ¡°Tengo cinco hijos, un var¨®n y cuatro mujeres, y es Sandra la que ha heredado la tradici¨®n de la chicha, volvi¨¦ndose la cuarta generaci¨®n en mi familia en dedicarse a esto¡±, comenta con orgullo do?a Teresa.
En 1947, Bogot¨¢ ilegaliz¨® las bebidas fermentadas y a base de ma¨ªz, intentando clausurar todas las chicher¨ªas de la ciudad. Hoy, la bebida es legal y hasta se celebra un Festival de la chica, la vida y la dicha
Son muchos los reconocimientos que la veterana chichera ha recibido: el de la alcald¨ªa de Bogot¨¢, el del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural y el de la Universidad de San Mateo, por su labor de ¡°salvaguarda de las cocinas tradicionales colombianas¡±. Pero su labor no fue siempre bien considerada. Durante muchos a?os, la venta de chicha en el barrio fue hostigada y criminalizada por parte de quienes ten¨ªan inter¨¦s en que el pueblo consumiera otras bebidas. ¡°La chicha embrutece¡±, repet¨ªan en las calles los funcionarios p¨²blicos, los mismos que muchas veces, como cuenta do?a Tere, ¡°ven¨ªan al barrio a regar nuestra chicha por las calles cuando todav¨ªa era ilegal¡±.
En los archivos de la ciudad de Bogot¨¢ se custodian los documentos que cuentan la historia de persecuci¨®n contra la producci¨®n, el consumo y el expendio de la chicha en la ciudad. El primer texto data de 1691 y est¨¢ dirigido al Real Consejo de las Indias. En ¨¦l se describen las consecuencias del consumo de la chicha fabricada por los ind¨ªgenas, en el marco de la lucha contra las bebidas alcoh¨®licas. El papel del Acuerdo 52 de 1947 del Concejo de Bogot¨¢, D.C. recoge las leyes que dejaban en la ilegalidad a las bebidas fermentadas y a base de ma¨ªz, intentando clausurar de este modo todas las chicher¨ªas de la ciudad.
Sin embargo, hoy la producci¨®n y venta de chicha es legal y entre los clientes de do?a Tere hay algunos insospechables. ¡°Aqu¨ª viene gente de todo el mundo y de toda clase: turistas, estudiantes universitarios y tambi¨¦n muchos polic¨ªas que quieren la chicha para cuando hacen sus fiestas¡±.
La propia alcald¨ªa se ha encargado de promover esta tradici¨®n, en el marco de acciones de salvaguarda del patrimonio cultural ciudadano. Desde 1995, se celebra anualmente, cada octubre, el Festival de la chicha, la vida y la dicha, un evento en el que el barrio La Perseverancia toma el protagonismo y en el que las chicheras de antigua y nueva generaci¨®n pueden ofrecer a un p¨²blico internacional su bebida... Y un poco de historia de Bogot¨¢.
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