?Qu¨¦ falta para lograr cero emisiones netas en los pa¨ªses en desarrollo?
Las naciones m¨¢s ricas deben facilitar la transici¨®n verde de las econom¨ªas emergentes proporcionando tres recursos: tiempo para adaptarse, apoyo financiero y asistencia en las pol¨ªticas
El reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico advierte que para 2040 el planeta se habr¨¢ calentado 1,5 ¡ãC, a menos que tomemos medidas urgentes para eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero. Despu¨¦s de su publicaci¨®n, el secretario general de la ONU Ant¨®nio Guterres lo defini¨®, adecuadamente, como ¡°una alerta m¨¢xima para la humanidad¡±. El calentamiento global se est¨¢ convirtiendo en un problema cada vez m¨¢s urgente y todos tenemos una funci¨®n que cumplir para combatirlo, pero mientras los funcionarios gubernamentales de todo el mundo se aprestan a fijar las metas de sostenibilidad en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico (COP26) en Glasgow, no pueden ignorar las dificultades econ¨®micas de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
La crisis clim¨¢tica se da en un momento en que los gobiernos y las empresas del mundo en v¨ªas de desarrollo tienen que lidiar con el impacto de la covid-19. A medida que la econom¨ªa mundial empieza a salir de la pandemia, resulta obvio que la recuperaci¨®n de los pa¨ªses emergentes ser¨¢ m¨¢s lenta... Y el ritmo de entrega de las vacunas complicar¨¢ a¨²n m¨¢s la situaci¨®n econ¨®mica. Por ejemplo, es posible que los territorios m¨¢s pobres de ?frica no reciban suficientes dosis como para inmunizar a todos sus habitantes al menos hasta 2023.
Por tanto, aunque reconocemos que solucionar el cambio clim¨¢tico es un imperativo a largo plazo, la prioridad inmediata para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo debe ser el crecimiento econ¨®mico: revitalizar sus econom¨ªas, reducir la pobreza y crear empleos. Construir un futuro m¨¢s ecol¨®gico tendr¨¢ su recompensa al final, pero los hogares que pasan hambre necesitan alimentos y empleos hoy.
Aunque solucionar el cambio clim¨¢tico es un imperativo a largo plazo, la prioridad para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo debe ser el crecimiento econ¨®mico
Se espera que, como anticipo de la cumbre COP26, el G7 y el G20 den a conocer planes ambiciosos, que muy probablemente incluir¨¢n el requisito de que todos los Estados fijen 2060 como fecha l¨ªmite unificada para lograr cero emisiones netas. Los grandes inversores y las ONG est¨¢n exigiendo que las instituciones financieras dejen de apoyar inmediatamente los proyectos de combustibles f¨®siles y forestales, y descarbonicen sus operaciones. Y los reguladores est¨¢n ajustando las normas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), aunque la probabilidad de lograr normas armonizadas en lo inmediato es reducida. Todas estas iniciativas son bienvenidas, pero no tienen en cuenta los desaf¨ªos que enfrentan las naciones menos pudientes. Por supuesto, estas deben avanzar hacia un futuro m¨¢s verde y de emisiones netas nulas, pero el ritmo al que se espera que logren ese cambio no es realista. Sin una trayectoria factible hacia las energ¨ªas verdes y las industrias sostenibles, podr¨ªan quedar a¨²n m¨¢s rezagadas.
Un enfoque m¨¢s adecuado ser¨ªa que los gobiernos m¨¢s ricos faciliten la transici¨®n proporcionando a las econom¨ªas emergentes tres recursos: tiempo para adaptarse, apoyo financiero y asistencia en las pol¨ªticas.
En primer lugar, aun cuando el G20 debiera unirse en pos de un conjunto de normas mundiales unificadas, debe brindar a los m¨¢s pobres el tiempo que necesitan para ajustarse a ellas, con fechas l¨ªmites escalonadas basadas en sus niveles de desarrollo e ingresos. Aunque no debemos desdibujar ni abandonar esas normas, tenemos que reconocer que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo est¨¢n en desventaja, y necesitan tiempo y recursos para implementar los planes clim¨¢ticos. Estos planes pueden requerir incluso el uso de combustibles f¨®siles durante la transici¨®n mientras los responsables de las pol¨ªticas preparan una senda hacia las energ¨ªas renovables. Mientras tanto, Estados Unidos, Europa y China, que a¨²n son los mayores emisores mundiales de gases de efecto invernadero y tienen la capacidad para avanzar hacia un futuro verde, deben empezar a hacerlo ahora.
Los gobiernos m¨¢s ricos pueden facilitar la transici¨®n proporcionando a las econom¨ªas emergentes tiempo para adaptarse, apoyo financiero y asistencia en las pol¨ªticas
En segundo lugar, los ricos deben cumplir sus compromisos de apoyar financieramente los esfuerzos de los m¨¢s pobres para mitigar el cambio clim¨¢tico y adaptarse a ¨¦l. Como parte del acuerdo clim¨¢tico de Par¨ªs de 2015, las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas acordaron proporcionar 100 mil millones de d¨®lares de asistencia anual a los m¨¢s retrasados hasta 2020, pero un informe independiente publicado en diciembre del a?o pasado estim¨® que solo se materializ¨® una fracci¨®n de esa asistencia. Mientras estos ¨²ltimos experimentan dificultades por los costes econ¨®micos de la pandemia, este apoyo resulta incluso m¨¢s crucial para lograr avances en la agenda clim¨¢tica. Para resultar cre¨ªbles, los nuevos compromisos deben incluir mecanismos de responsabilizaci¨®n, a diferencia de las promesas anteriores. Esos compromisos podr¨ªan estar garantizados por una instituci¨®n multilateral como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, con el respaldo de asignaciones de derechos especiales de giro (la unidad de cuenta del FMI) de los pa¨ªses desarrollados.
Finalmente, adem¨¢s del apoyo financiero, las naciones emergentes necesitan asesoramiento para las pol¨ªticas y ayuda para desarrollar su capacidad. Esa orientaci¨®n podr¨ªa incluir las mejores pr¨¢cticas para discontinuar paulatinamente los onerosos subsidios a los combustibles, acceder a la tecnolog¨ªa y desarrollar las instituciones y los incentivos para atraer capitales verdes. Esos recursos los orientar¨¢n hacia una senda sostenible que desemboque en un futuro con bajas emisiones de di¨®xido de carbono. Al mismo tiempo, los beneficiarios deben cumplir sus responsabilidades: crear marcos de trabajo adecuados para evaluar y seleccionar proyectos, monitorear su implementaci¨®n y medir los avances con indicadores adecuados es fundamental para garantizar la inversi¨®n eficaz del capital.
La transici¨®n hacia una econom¨ªa verde es fundamental para el futuro de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Despu¨¦s de todo, ellos ser¨¢n los m¨¢s afectados por el cambio clim¨¢tico, pero aplicar indistintamente las mismas pol¨ªticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no funcionar¨¢. A menos que los Estados m¨¢s ricos reconozcan los desaf¨ªos que enfrentan las econom¨ªas m¨¢s d¨¦biles y tomen las medidas apropiadas para ayudarlas a reducir a cero sus emisiones netas, todos estaremos peor.
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