Nos va el futuro en ello
El cambio clim¨¢tico es la gran amenaza, pero tambi¨¦n la gran esperanza. Como somos sus protagonistas, tenemos en nuestra mano cambiar la trayectoria de los datos preocupantes sobre el futuro de nuestro planeta
La necesidad de un golpe de tim¨®n hacia un modelo de desarrollo sostenible es un clamor. El propio secretario general de las Naciones Unidas hac¨ªa ya sonar la alarma en su discurso inaugural de la Asamblea General el pasado 25 de septiembre. ¡°El mundo debe despertar¡±, dec¨ªa. Desde Futuro en Com¨²n, damos un paso m¨¢s all¨¢ y se?alamos esta Conferencia sobre Cambio Clim¨¢tico, la COP26, como un momento decisivo y de ¨²ltima oportunidad para situar al planeta en la ¨®rbita de la sostenibilidad.
Asistimos desde hace d¨¦cadas a los devastadores impactos que el cambio clim¨¢tico tiene en todo el mundo. Las inundaciones de Alemania o India en el ¨²ltimo a?o, los recurrentes incendios de nuestra pen¨ªnsula o los temporales como Filomena el invierno pasado, son solo algunos ejemplos de c¨®mo la crisis clim¨¢tica est¨¢ impactando cada vez m¨¢s en nuestras vidas. Tambi¨¦n diversos estudios, como el publicado en la revista Science of the Total Environment, interrelacionan el origen de la pandemia con el cambio clim¨¢tico. ?Qu¨¦ m¨¢s tiene que pasar para que nuestros gobernantes act¨²en?
La gran paradoja es, adem¨¢s, que el cambio clim¨¢tico lo provocamos personas y pa¨ªses ricos y, en cambio, sus efectos los padecen de forma brutalmente desproporcionada los territorios y personas m¨¢s empobrecidas del mundo. Existe una correlaci¨®n clar¨ªsima entre nivel de renta y huella ecol¨®gica. Tambi¨¦n entre pobreza, desigualdad, inequidad de g¨¦nero, y sufrir de forma m¨¢s directa el impacto del cambio clim¨¢tico. Ni Filomena tuvo el mismo impacto en la Ca?ada Real que en otros barrios m¨¢s pr¨®speros situados a escasos kil¨®metros, ni las sequ¨ªas afectan de la misma manera a la poblaci¨®n espa?ola que a la que habita el Sahel o los territorios ind¨ªgenas.
Mientras por estos lares nos acostumbramos al teletrabajo y la dependencia absoluta de la tecnolog¨ªa, llega una subida hist¨®rica de la factura de la luz, que ir¨¢ acompa?ada del aumento del precio de otras energ¨ªas por la sencilla raz¨®n de que se agotan los recursos de un planeta finito del que nos han ense?ado a beneficiarnos como si fuera infinito. En otras partes del mundo, millones de personas se ven obligadas a migrar por culpa de la crisis clim¨¢tica. Y entre las m¨¢s vulnerables, las mujeres y ni?as se dibujan como personas invisibles en un planeta interconectado que nunca ha tenido m¨¢s desconexi¨®n. Conect¨¦monos y hag¨¢moslo pronto. Es urgente.
Diariamente miles de plataformas, instituciones, p¨¢ginas webs, medios, redes y agentes sociales difunden informaciones preocupantes y contrastadas sobre los efectos de la crisis clim¨¢tica, para que detengamos este sinsentido de una vez por todas. Sin embargo, a d¨ªa de hoy, parece que sigamos esperando que, de alguna manera, este problema se resuelva solo.
De esta conferencia debemos salir reforzados, con compromisos claros para reducir las emisiones de gases invernadero al menos un 55% (en comparaci¨®n con 1990) antes de 2030
La buena noticia, que la hay, es que en todas las transiciones hist¨®ricas suceden cambios profundos que, en varios aspectos, son dolorosos, pero que llevan a un avance a largo plazo. En nuestro caso, el cambio clim¨¢tico es la gran amenaza, pero tambi¨¦n, la gran esperanza. Como somos sus protagonistas, tenemos en nuestra mano cambiar la trayectoria de estos datos preocupantes sobre el futuro de nuestro planeta.
La COP26 reune a casi todos los gobernantes del mundo en Glasgow, en un foro sin precedentes y con un recuerdo a¨²n demasiado cercano de la covid-19, una pandemia global que sigue azotando con fuerza a los pa¨ªses m¨¢s desfavorecidos, muchos de los cuales no van a poder asistir a la conferencia. A todos ellos necesitamos transmitirles la urgencia de actuar ahora y, para ello, es fundamental contar con el apoyo de la ciudadan¨ªa. Una ciudadan¨ªa que, seg¨²n la encuesta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), mayoritariamente est¨¢ a favor de medidas gubernamentales m¨¢s estrictas para hacer frente a la emergencia clim¨¢tica. De la mano de una sociedad consciente y empoderada, capaz de exigir a sus gobernantes y al sector privado que se comprometan en esta COP26, seremos capaces de liderar los cambios que son inaplazables. El momento de actuar es ahora y no podemos esperar m¨¢s.
Por todo ello, desde Futuro en Com¨²n, como alianza que aglutina a m¨¢s de 50 plataformas y redes, entidades de la sociedad civil, sindicatos y centros de investigaci¨®n, queremos ser el catalizador de cambio para exigir de forma un¨¢nime que en la COP26 nuestro Gobierno eleve la ambici¨®n al m¨¢ximo e impulse que el resto de pa¨ªses sigan este camino.
De esta conferencia debemos salir reforzados, con compromisos claros para reducir las emisiones de gases invernadero al menos un 55% (en comparaci¨®n con 1990) antes de 2030, para incrementar la contribuci¨®n de los pa¨ªses ricos a los instrumentos de lucha contra el cambio clim¨¢tico, para revisar y reformular la fiscalidad y para fomentar las nuevas econom¨ªas limpias. Y, todo ello, con una mirada igualitaria en el marco de los derechos humanos y con el modelo de desarrollo que propone la Agenda 2030 como referencia a seguir.
No es una petici¨®n, ni una exigencia. Es el ¨²nico camino que nos queda. Si actuamos ahora podemos conseguirlo y, ahora s¨ª, nos va el futuro en ello.
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