La necesidad de aumentar la cobertura mundial de la medicina nuclear contra el c¨¢ncer
Con 23 pa¨ªses africanos donde no hay siquiera una m¨¢quina de radioterapia, m¨¢s del 70% de la poblaci¨®n del continente no cuenta con acceso a este tratamiento. Cambiar esto debe convertirse en prioridad global
Los avances en la lucha contra el c¨¢ncer han rendido enormes beneficios y salvado millones de vidas. Entre 2000 y 2015, la probabilidad de los pacientes de morir por la enfermedad se redujo un 20% en los pa¨ªses de altos ingresos.
Pero este progreso ha eludido a gran parte del resto del mundo, profundizando prolongadas desigualdades globales. Y el problema va de mal en peor. Siete de cada 10 personas que fallecer¨¢n de c¨¢ncer en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas ser¨¢n de pa¨ªses de ingresos bajos y medios, muchos de los cuales carecen incluso de las herramientas b¨¢sicas para dar respuesta a la crisis. Para 2040, el c¨¢ncer habr¨¢ matado a 11 millones de personas al a?o en estos pa¨ªses.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe, en 2020 hubo cerca de 1,5 millones de casos. Para 2040, se espera que aumenten en casi un mill¨®n, con un alza de los fallecimientos anuales de 713.000 a 1.25 millones. Asimismo, ?frica, que ya tiene una tasa mortalidad por c¨¢ncer un 30% por sobre el promedio global, sufrir¨¢ un aumento de los casos en las pr¨®ximas d¨¦cadas.
Siete de cada 10 personas que fallecer¨¢n de c¨¢ncer en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas ser¨¢n de pa¨ªses de ingresos bajos y medios
Cambiar esa trayectoria debe convertirse en una prioridad global mayor. Est¨¢ en camino un profundo cambio epidemiol¨®gico, y a todos nos conviene mantenernos por delante de ¨¦l. A medida que las mejoras en la calidad de vida llevan a vidas m¨¢s prolongadas, las muertes por c¨¢ncer superan en n¨²mero a las causadas por enfermedades transmisibles. En ?frica, mata m¨¢s gente que la tuberculosis y, al menos, a tantos como la malaria. Desde fines de 2019, seis veces m¨¢s africanos ¨Cy diez veces m¨¢s asi¨¢ticos¨C han fallecido por c¨¢ncer en comparaci¨®n con quienes han sido v¨ªctimas fatales de la covid-19.
Los presupuestos de salud todav¨ªa tienen que reflejar este cambio. En varios pa¨ªses de ingresos bajos y medios, los fondos para combatir enfermedades no transmisibles son una peque?a fracci¨®n del total. Con 23 pa¨ªses africanos donde no hay siquiera una m¨¢quina de radioterapia, m¨¢s del 70% de la poblaci¨®n del continente no cuenta con acceso a este tratamiento, a pesar de que m¨¢s de la mitad de los pacientes lo necesita. En ?frica, el gasto anual per c¨¢pita en radioterapia es 0,53 d¨®lares (0,48 euros); en Am¨¦rica del Norte, donde las necesidades radioterap¨¦uticas est¨¢n plenamente satisfechas, la cifra es 35 veces mayor, y una comparaci¨®n similar puede hacerse con Europa.
En ?frica, mata m¨¢s gente que la tuberculosis y, al menos, a tantos como la malaria. Desde fines de 2019, seis veces m¨¢s africanos han fallecido por c¨¢ncer en comparaci¨®n con quienes han sido v¨ªctimas fatales de la covid-19
La mortalidad global por c¨¢ncer refleja esta desigualdad. En los pa¨ªses de altos ingresos, siete de cada 10 ni?os sobreviven a la enfermedad, mientras que la cifra para ?frica es menos de tres de cada 10. En Am¨¦rica Latina y el Caribe, donde se encuentran m¨¢s del 10% de los casos de c¨¢ncer infantil, m¨¢s ni?os y adolescentes mueren por esta enfermedad que por cualquier otra causa.
Estas desigualdades no tienen por qu¨¦ persistir. La inversi¨®n en la lucha contra el c¨¢ncer puede rendir retornos significativos. La ampliaci¨®n y mejora del tratamiento, la imagenolog¨ªa y la calidad de los cuidados podr¨ªa aumentar por diez las tasas de supervivencia de cinco a?os en los pa¨ªses de bajos ingresos, y m¨¢s que duplicarlas en los pa¨ªses de ingresos bajos a medios. Aumentar el acceso a la medicina nuclear (radiolog¨ªa especializada) y a servicios de imagenolog¨ªa m¨¦dica podr¨ªa evitar cerca de 2,5 millones de muertes por c¨¢ncer a nivel mundial para 2030, rindiendo ganancias en productividad globales equivalentes a cerca de 1.200 millones de euros, un retorno neto de 166 euros por cada euro invertido.
Aumentar el acceso a la medicina nuclear podr¨ªa evitar cerca de 2,5 millones de muertes por c¨¢ncer a nivel mundial para 2030
Algunos lectores podr¨¢n preguntarse por qu¨¦ el jefe de la principal entidad de control de la proliferaci¨®n nuclear del mundo escribe sobre la brecha en la lucha global contra el c¨¢ncer. De hecho, el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica tiene un mandato multifac¨¦tico y fue creado para llevar aplicaciones pac¨ªficas de la ciencia nuclear a quienes las necesitan. Puesto que la medicina nuclear desempe?a un papel principal en la lucha contra el c¨¢ncer, una de nuestras principales tareas es ayudar a los estados miembros a disponer de esta tecnolog¨ªa. Desde N¨ªger a Uzbekist¨¢n, hemos estado ayudando a que los pa¨ªses ampl¨ªen su capacidad de hacer frente al c¨¢ncer por m¨¢s de seis d¨¦cadas.
Si bien cada pa¨ªs debe determinar sus propias prioridades, la comunidad internacional puede y debe desempe?ar una valiosa funci¨®n de apoyo. El mes pasado, el director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y yo nos comprometimos a aumentar la escala de la prolongada colaboraci¨®n de nuestras organizaciones para ayudar a que los pa¨ªses enfrenten el c¨¢ncer.
En el OIEA, hemos pensado mucho en c¨®mo hacerlo, mapeando los recursos y las necesidades en torno al c¨¢ncer en los pa¨ªses en desarrollo y calculando los retornos positivos sobre la inversi¨®n en una variedad de escenarios locales. Todo eso nos motiv¨® a lanzar Rayos de Esperanza, una iniciativa que a¨²na gobiernos donantes, expertos t¨¦cnicos y m¨¦dicos, organizaciones internacionales, instituciones financieras p¨²blicas y el sector privado. Juntos, todos ellos pueden ayudar a pa¨ªses con poca o ninguna capacidad a construir la infraestructura necesaria, adquirir nuevos equipos, apoyar la innovaci¨®n y ofrecer la formaci¨®n necesaria. M¨¢s a¨²n, los pa¨ªses que est¨¦n m¨¢s avanzados en estas ¨¢reas se pueden convertir en referencias regionales, ayudando a ampliar el cuidado y la formaci¨®n en este ¨¢mbito.
En tiempos en que la cantidad de casos de c¨¢ncer va en aumento, quedarse quieto significa retroceder. La pandemia de la covid-19 interrumpi¨® los cuidados contra el c¨¢ncer en el planeta. En ?frica y Am¨¦rica Latina, la cantidad de procedimientos de medicina nuclear cay¨® inicialmente en un 69% y un 79%, respectivamente.
Es tiempo de que las autoridades reeval¨²en sus prioridades. Con ello ayudar¨¢n a abordar una profunda injusticia y a ponernos en camino de asegurar que los avances logrados en la lucha contra las enfermedades transmisibles no se vean opacados por el aumento de las no transmisibles, en particular el c¨¢ncer.
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