Ousman Umar: ¡°Tengo dos prop¨®sitos: uno, ser la voz de todos los que no llegaron con vida; y dos, evitar que otros sufran lo que yo sufr¨ª¡±

Ousman Umar (Ghana, 1988) asegura tener muy claro qu¨¦ hay que hacer para erradicar la migraci¨®n y acabar con los miles de muertes y el enorme sufrimiento in¨²til que se produce en el camino. Y no solo lo tiene claro, sino que ya ha creado una fundaci¨®n, con una certificaci¨®n y una empresa social, para conseguirlo. La historia de este empresario de 34 a?os no deja indiferente a nadie. C¨®mo ¨¦l dice, quer¨ªa llegar al para¨ªso, a la tierra prometida, la tierra de los blancos. Eran 46 personas y solo sobrevivieron seis.

Con 13 a?os, Ousman decidi¨® salir de su pueblo en Ghana para llegar a esa tierra de los blancos y ser ingeniero. Lleg¨® cinco a?os despu¨¦s, tras recorrer lo que ¨¦l denomina el camino del infierno, aunque el t¨¦rmino ni siquiera est¨¢ cerca de describir lo que vivi¨®. Durante esos cinco terribles a?os que separan los 5.000 km entre Accra y Barcelona, trabajo? como chapista y soldador de barcos, casi sin salario, fue capturado por la mafia, abandonado en el desierto del Sahara que tuvo que cruzar a pie teniendo que beber su propia orina para sobrevivir y finalmente atraves¨® el Mediterr¨¢neo en patera, un viaje donde sobrevivi¨® a dos naufragios y donde vio morir a su mejor amigo.

Mis chicos son negros, son ghaneses, vivimos en ?frica, pero tambi¨¦n podemos programar en Python, o en C++, tambi¨¦n hablamos ese idioma, tambi¨¦n tenemos internet...

Analfabeto y viviendo en las calles de Barcelona, se encontr¨® con Montse, su ¨¢ngel de la guarda, que lo adopt¨® y acogi¨® en su casa. En seis a?os, Ousman consigui¨® terminar el sistema escolar espa?ol, hizo la carrera de qu¨ªmica en dos y hasta un master, arreglando bicicletas para pagarlo.

Pensando en su viaje inhumano, se preguntaba incesantemente por qu¨¦ hasta que lleg¨® a la conclusi¨®n de que la pregunta no era esa, sino ¡°para qu¨¦¡±. ¡°Yo no hab¨ªa llegado hasta all¨ª por ser el m¨¢s fuerte. De los 46 que cruzamos el desierto, solo seis llegamos vivos a Libia y yo era el m¨¢s peque?o. Creo que he llegado porque tengo dos prop¨®sitos: uno, ser la voz de todos los que no llegaron con vida; y dos, evitar que otros sufran lo que yo tuve que sufrir¡±.

Su estrategia para conseguirlo tiene tres pilares: Primero, la fundaci¨®n Nasco Feeding Minds, que cre¨® junto a su hermano Banasco, al que pag¨® sus estudios universitarios en Accra, que nace con la visi¨®n de acabar con la pobreza y las desigualdades en ?frica a trav¨¦s de la educaci¨®n digital. El objetivo, seg¨²n ¨¦l, es alimentar mentes en su pa¨ªs, en vez de barrigas. ¡°Es necesario reconocer que no es suficiente con levantar a quien est¨¢ sufriendo en el suelo, si no puedes ayudarle a mantenerse de pie, porque la segunda ca¨ªda, a veces, es incluso peor¡±, asegura. Desde hace 10 a?os, NASCO suministra formaci¨®n digital de calidad en comunidades rurales, empoderando las generaciones j¨®venes para ser l¨ªderes de cambio y creadores de prosperidad, y Ousman acaba de llegar de inaugurar tres aulas inform¨¢ticas m¨¢s, que se unen a las 14 que ya tienen en funcionamiento.

El segundo pilar es obtener la certificaci¨®n NETACAD, junto con Cisco Systems, certificaciones globalmente reconocidas en el sector inform¨¢tico. Y el tercero surgi¨® en 2021: NASCOTech, una empresa social tecnol¨®gica que brinda servicios de IT (Information Technology) para empresas de todo el mundo. NASCOTech acoge los talentos de las aulas de NASCO y les ofrece oportunidades laborales sin la necesidad de migrar, desarrollando la industria tecnol¨®gica en Ghana. Nascotech, brinda adem¨¢s sostenibilidad a la fundaci¨®n porque, como ¨¦l mismo dice, ¡°no podemos estar constantemente pidiendo donaciones para las aulas¡±.

En su primer a?o ya trabajan con cinco empresas espa?olas, con las que colaboran 18 trabajadores ghaneses que han conseguido triplicar su salario. ¡°Esto empez¨® simplemente porque nadie merece vivir la tortura que yo viv¨ª. Solucionamos un problema real, la migraci¨®n. Todos los pa¨ªses del mundo han tratado de solucionarlo, yo tengo la soluci¨®n con una m¨ªnima parte de lo que invierten en esta problem¨¢tica. Si con un sueldo de mec¨¢nico de bicicletas, hoy tenemos 53 colegios, m¨¢s de 6.600 alumnos anuales y 66.000 desde 2012, sin recibir ninguna subvenci¨®n, de verdad hay esperanza. Esto va a cambiar la forma de hacer cooperaci¨®n, pero necesitamos apoyo¡±, asegura.

Para desarrollar este modelo, que ya ha pilotado y funciona, tiene dos necesidades muy claras: por un lado, necesita inversores de impacto que le ayuden a financiar el crecimiento, especialmente instalaciones y equipos inform¨¢ticos en Ghana. Por otro, empresas que entiendan que el talento no tiene color. ¡°Parece muy obvio, pero cada vez tenemos que demostrarlo. Mis chicos son negros, son ghaneses, vivimos en ?frica, pero tambi¨¦n podemos programar en Python, o en C++, tambi¨¦n hablamos ese idioma, tambi¨¦n tenemos internet, con dificultad, s¨ª. Necesito que las empresas conf¨ªen una vez, no dos, una. No queremos caridad, sino la oportunidad de un contrato en pr¨¢cticas¡±, pide.

As¨ª, Nascotech brinda a las empresas de todo el mundo la oportunidad de cambiar la narrativa de las migraciones, brind¨¢ndoles trabajadores con la mejor motivaci¨®n y formaci¨®n.

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