Ciudades esponja y techos verdes: las urbes incorporan la naturaleza para mitigar y crear empleo

Las ciudades acogen a m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial y son responsables de m¨¢s del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, tienen un papel fundamental que desempe?ar para frenar y adaptarse a la doble crisis de la p¨¦rdida de biodiversidad y el cambio clim¨¢tico. Estamos a tiempo de alcanzar los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs, pero solo ser¨¢ posible si reducimos nuestras emisiones atmosf¨¦ricas en un 43% en los pr¨®ximos siete a?os. De lo contrario, nos enfrentaremos a las consecuencias de inundaciones y sequ¨ªas, que son cada vez m¨¢s frecuentes y se est¨¢n haciendo sentir en todo el mundo.

Una forma de hacer que las ciudades sean m¨¢s sostenibles y resilientes es incorporar la naturaleza a su gesti¨®n y dise?o. Estas soluciones protegen, restauran y gestionan el ecosistema de forma sostenible, lo que garantiza la biodiversidad, mejora la calidad del aire y asegura una mayor seguridad alimentaria y de los recursos h¨ªdricos. Las soluciones basadas en la naturaleza son diversas y abarcan desde reverdecer la ciudad hasta la restauraci¨®n de humedales y arrecifes, pasando por la mejora de la gesti¨®n del agua de lluvia. No solo son positivas para el medio ambiente, sino tambi¨¦n para el bienestar y la econom¨ªa. De hecho, tienen el potencial de generar m¨¢s de 59 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.

Un gran n¨²mero de ciudades est¨¢n adoptando soluciones innovadoras basadas en la naturaleza. Por ejemplo, Guangzhou (China) se embarc¨® en 2017 en un viaje para convertirse en una ciudad esponja con el objetivo de hacer frente a la degradaci¨®n ambiental. Aplicando este concepto, Guangzhou y muchas otras metr¨®polis chinas han reducido el riesgo de inundaciones y mejorado la gesti¨®n del agua. Otras ciudades, como Toronto (Canad¨¢), han implantado una pol¨ªtica que exige que los nuevos edificios tengan techos verdes, lo que puede reducir la temperatura y el consumo energ¨¦tico de los edificios, adem¨¢s de proporcionar un h¨¢bitat para la fauna urbana y mejorar la calidad del aire. Por su parte, Medell¨ªn (Colombia) ha creado un corredor verde de 1,3 kil¨®metros que ofrece al vecindario un f¨¢cil acceso a zonas verdes.

Las soluciones basadas en la naturaleza pueden proporcionar m¨¢s de un tercio de la mitigaci¨®n clim¨¢tica necesaria para 2030. Sin embargo, solo el 0,3% del gasto en infraestructura urbana se destina a ello.

Las grandes ciudades dependen de sus alrededores para acceder a recursos naturales como el agua, la energ¨ªa o la alimentaci¨®n, y al mismo tiempo tienen un gran impacto en su ecosistema

Este a?o, el D¨ªa Mundial Metropolitano, celebrado cada 7 de octubre, se centr¨® en ¡°el poder de la naturaleza¡±. Con este tema, se hizo un llamamiento a los gobiernos para que trabajen m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites administrativos de sus ciudades y sit¨²en la naturaleza en el centro de la acci¨®n local. M¨¢s de 240 personas, incluyendo representantes pol¨ªticos, se reunieron en Estambul (T¨¹rkiye) para intercambiar experiencias sobre c¨®mo mejorar la resiliencia de sus ¨¢reas metropolitanas. Este evento global, organizado por la Uni¨®n de Municipios de M¨¢rmara, Metropolis y ONU-H¨¢bitat, fue seguido de eventos en otras ciudades como Kinshasa, Austin, Barcelona, Valle de Aburr¨¢ y Ciudad de M¨¦xico.

Una de las grandes conclusiones de los debates es que los retos a los que se enfrentan las ciudades no pueden resolverse solo a nivel municipal. Los l¨ªmites de una ciudad ya no reflejan la realidad cotidiana de sus habitantes, por lo que los gobiernos necesitan mirar m¨¢s all¨¢ de las divisiones geogr¨¢ficas e institucionales tradicionales. La vida se construye a escala metropolitana. Por consiguiente, debe gobernarse a la misma escala a la que se vive: es un ejercicio de corresponsabilidad que permite reducir la inequidad territorial, superando as¨ª la narrativa binaria de territorios ganadores y perdedores.

Adem¨¢s, la perspectiva metropolitana reconoce que las ciudades no son fundamentalmente distintas de su entorno. Tampoco son lo contrario a la naturaleza. Las grandes ciudades dependen de sus alrededores para acceder a recursos naturales como el agua, la energ¨ªa o la alimentaci¨®n, y al mismo tiempo tienen un gran impacto en su ecosistema. En el panorama global, las urbes son actores clave en los asuntos mundiales por su alcance, tama?o e importancia cultural.

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