Los expresidentes calientan la campa?a

Espa?a fabrica expresidentes muy j¨®venes. No son jubilados silenciosos o ancianos entra?ables que publican memorias, como en otros pa¨ªses. Son pol¨ªticos puros en activo. Y cada vez que llega una campa?a, vuelven con fuerza. La pol¨ªtica espa?ola vivi¨® ayer una jornada particular, en la que Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a unos pocos kil¨®metros de distancia (Madrid y Guadalajara), calentaron la campa?a con dur¨ªsimas acusaciones a sus rivales.

Con una diferencia importante: para el PSOE, necesitado de animar a su electorado abstencionista, Gonz¨¢lez es un acicate que moviliza a votar contra la derecha. Parte del PP, incluido el propio Mariano Rajoy, ha llegado incluso a reivindicar la figura de Gonz¨¢lez como hombre de Estado precisamente para atacar a Zapatero. Para el PP, o al menos para la estrategia oficial, que busca la desmovilizaci¨®n de la izquierda, Aznar es un problema. Su sola menci¨®n anima a buena parte de la izquierda a votar. Pero Rajoy ha decidido dejar hacer y jugar a los dobles y triples discursos: ¨¦l no dijo ayer ni una palabra de Bildu, mientras Aznar se lanzaba en tromba contra el Gobierno.

Gonz¨¢lez es para el PSOE un acicate que moviliza contra la derecha

Fue Gonz¨¢lez quien rompi¨® el hielo por la ma?ana. En un tono pausado, casi de conferencia m¨¢s que de mitin, sus ataques fueron sin embargo furibundos. Hablaba en Aluche, un barrio popular de Madrid, para apoyar a Tom¨¢s G¨®mez y Jaime Lissavetzky, los candidatos a la Comunidad y el Ayuntamiento, dos bastiones del PP aparentemente inexpugnables. La presencia de Felipe hizo que llegaran unas 6.000 personas.

"Nunca pod¨ªa imaginar que se hiciera un uso tan irresponsable y c¨ªnico de la violencia terrorista. En t¨¦rminos democr¨¢ticos, quien hace ese uso del terror no merece la confianza de los ciudadanos. No es un tema ideol¨®gico, es un tema de ciudadan¨ªa", arranc¨®, para ir mucho m¨¢s lejos. "El Gobierno de Zapatero ha sido el m¨¢s eficaz con la lucha contra ETA, con Rubalcaba a la cabeza. Mayor Oreja, siendo ministro, no sab¨ªa que se estaba negociando una tregua. Ahora que no es ministro, lo sabe todo. Moncloa s¨ª sab¨ªa, y el CNI, y la Guardia Civil. Mayor, no. Los dos cuerpos, en realidad, depend¨ªan de ?lvarez Cascos".

Rajoy sabe que no tiene fuerza para controlar a Aznar e impedir que hable

Gonz¨¢lez lanz¨® duros golpes contra Aznar: "La diferencia entre las treguas, independientemente de los errores, es que Zapatero y Rubalcaba no bajaron la intensidad de la lucha contra el terrorismo. El Gobierno de Aznar, Oreja y Rajoy s¨ª baj¨® los brazos. Les permitieron rearmarse, y Rubalcaba no se lo ha permitido". Y remat¨® con la acusaci¨®n m¨¢s dura, la de que no desean el fin de ETA: "En el momento en que m¨¢s d¨¦bil est¨¢ el terrorismo montan este n¨²mero espectacular, como si temieran que, efectivamente, ETA desapareciese".

Mientras, Aznar, el mismo d¨ªa que Rajoy no dijo ni palabra de Bildu, se fue a Guadalajara, la provincia clave en la batalla m¨¢s importante, la de Castilla-La Mancha, habl¨® mucho y con dureza de la coalici¨®n: "Las elecciones empezaron con una muy mala noticia, que ETA puede presentarse. Las v¨ªctimas se sienten humilladas. La democracia espa?ola sabr¨¢ reparar esa afrenta, volveremos a expulsar a los terroristas de las instituciones", clam¨® ante 700 personas.

Aznar tir¨® contra el Gobierno, pero indirectamente estaba leyendo la cartilla a Rajoy, que ha decidido no atacar al Ejecutivo por este asunto y ayer en La Raz¨®n defend¨ªa que no ten¨ªa sentido impugnar la coalici¨®n como tal: "Ya dije que no bastaba con las candidaturas, sino que hab¨ªa que impugnar la coalici¨®n. Lo avis¨¦. No hab¨ªa que ser profeta para preveer lo sucedido. Dije que los responsables de que ETA vuelva a las instituciones son los que est¨¢n sentados en el Gobierno, y lo mantengo. No basta mirar a tribunales y cruzarse de brazos". El discurso oficial solo responsabiliza a los jueces.

Era un claro recado para Rajoy. Pero luego tir¨® m¨¢s contra Zapatero, del que se mof¨®: "El l¨ªder interplanetario dice que si gana el PP pondr¨¢ en riesgo el Estado de bienestar. Con cinco millones de parados, ?c¨®mo tiene la m¨ªnima verg¨¹enza de hablar de Estado de bienestar?".

La tensa relaci¨®n de Rajoy y Aznar, su mentor, ha marcado buena parte de la historia reciente del PP. Sin embargo, la cercan¨ªa del poder parece haberles reconciliado. Rajoy ya no est¨¢ tan preocupado con Aznar. Le hac¨ªa m¨¢s da?o cuando pon¨ªa en duda p¨²blicamente su liderazgo. Ahora que le alaba, y hasta se abrazan en p¨²blico, como en Sevilla, al jefe de la oposici¨®n no le importa que el expresidente haga su discurso m¨¢s radical. El pragm¨¢tico Rajoy sabe que no tiene fuerza interna para controlar a Aznar, ni impedirle que hable. As¨ª que ha minimizado da?os: ¨¦l habla para un p¨²blico, Aznar para otro. Y la crisis, dicen en el PP, har¨¢ el resto y acabar¨¢ con los socialistas.