Rajoy lidera una victoria aplastante
"Es el inicio de una nueva etapa pol¨ªtica", sentencia Ana Mato. Los populares se preparan para poner fin al poder territorial del PSOE
Incluso para un hombre tan paciente y tranquilo como Mariano Rajoy, siete a?os es mucho tiempo. Es el que ha tenido que esperar, desde la debacle del 14 de marzo de 2004, para tener una noche electoral de euforia total. Tard¨® en llegar, pero lo hizo de una manera desbordante, inesperada, arrolladora. Rajoy ha logrado superar todos los r¨¦cords de su propio partido. Y ha obtenido el mayor aval posible a su estrategia de bajo perfil para no movilizar a la izquierda, iniciada en el dif¨ªcil congreso de Valencia de 2008. Ya solo le queda aguantar un poco m¨¢s hasta las generales para recoger los frutos del hundimiento del PSOE y alcanzar el triunfo so?ado, a la tercera, que le lleve a La Moncloa.
El PP ocupa desde este domingo por la noche una posici¨®n de hegemon¨ªa inaudita en el mapa de poder auton¨®mico de Espa?a desde el rodillo socialista de los 80. (Consulte todos los resultados aqu¨ª). Lo tiene casi todo, salvo Andaluc¨ªa ¨Cque con este resultado va camino de caer en 2012-, Pa¨ªs Vasco, Catalu?a, Navarra y Asturias. El azul ti?e todo el mapa. El tablero de la pol¨ªtica espa?ola, seg¨²n los primeros an¨¢lisis de los dirigentes reunidos en la calle G¨¦nova, abre paso a una larga hegemon¨ªa del PP ya sin oposici¨®n. ¡°Esto es el inicio de una nueva etapa pol¨ªtica en nuestro pa¨ªs¡±, ha sentenciado Ana Mato en la primera comparecencia en G¨¦nova, sin aceptar preguntas, un estilo que empieza a imponerse en el PP y que tan buen resultado parece haber ofrecido a Rajoy durante su campa?a electoral.
El PP tiene as¨ª m¨¢s argumentos para su estrategia central de los ¨²ltimos meses: la petici¨®n de elecciones anticipadas. ¡°Los espa?oles est¨¢n pidiendo urnas¡±, ha analizado Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. La presi¨®n ser¨¢ cada vez mayor, aunque Rajoy ya ni siquiera se ocupa de insistir. Para eso tiene a todos sus dirigentes, sobre todo la presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, que ya se ha precipitado a pedirlas este domingo en dos veces. Cuando ha salido a saludar desde el balc¨®n de la sede de su partido, en la calle G¨¦nova de Madrid, Rajoy no ha pedido el adelanto electoral, que s¨ª ha exigido, a su lado, Aguirre. El l¨ªder ha dado las gracias a los votantes y ha resaltado que ha sido "el mejor resultado en las elecciones municipales y auton¨®micas en la historia del partido". En la calle, los simpatizantes coreaban "esto es democracia y no lo de Sol", por las protestas del Movimiento del 15-M en el Kil¨®metro 0, y, luego, "Bildu, fuera", en referencia a la coalici¨®n independentista vasca que se ha colocado como la segunda fuerza en el Pa¨ªs Vasco. ?
A pesar del resultado tan evidente, en la calle G¨¦nova no quieren ni hablar de la mayor¨ªa absoluta en las generales, entre otras cosas porque no quieren que esa idea se extienda y movilice a la izquierda. Pero muchos dirigentes empiezan a contemplarlo como una posibilidad m¨¢s que real. El hundimiento del electorado del PSOE es tan fuerte, y los populares lo ven tan dif¨ªcil de recuperar en plena crisis econ¨®mica, que todas las opciones est¨¢n ya encima de la mesa.
El PP ha superado ampliamente el mejor de sus sue?os. Se buscaba un triunfo hist¨®rico, con una diferencia global similar a la de 1995, que abri¨® la brecha para la victoria en las generales de 1996. Y en vez de cinco puntos, como entonces, el PP logra hasta 10 puntos de diferencia en las municipales sobre el PSOE, algo inaudito en municipales. Y ca¨ªan ciudades simb¨®licas como Sevilla, A Coru?a o C¨®rdoba.
En la calle G¨¦nova no quieren ni hablar de la mayor¨ªa absoluta en las generales
Pero en un pa¨ªs cuasifederal como Espa?a, el poder est¨¢ en las autonom¨ªas. Y ah¨ª tambi¨¦n se superan las expectativas. Ha ca¨ªdo Castilla-La Mancha, el gran objetivo y la apuesta m¨¢s fuerte de Rajoy, la ¨²nica que pod¨ªa aguarle la fiesta. Adem¨¢s, arrasa en Madrid y la Comunidad Valenciana, demostrando, como cre¨ªa Rajoy, que el caso G¨¹rtel no tiene ning¨²n efecto electoral. Baleares, tambi¨¦n con esc¨¢ndalos y una gran renovaci¨®n, cae del lado del PP. Incluso Cantabria, de forma imprevista. Y probablemente Arag¨®n, en funci¨®n de los pactos. Incluso Extremadura parece posible, algo impensable hace unos meses.
El ¨²nico punto negro de la noche es Asturias. Mariano Rajoy decidi¨® no poner de candidato a Francisco ?lvarez Cascos, el ex secretario general, para evitar una crisis interna. Y el resultado es que el PP tendr¨¢ que hacer presidente a Cascos, que parece haber ganado ampliamente la batalla, un resultado p¨¦simo para la apuesta de Rajoy, Isabel P¨¦rez Espinosa.
El PP ha visto confirmada su tesis de los primeros d¨ªas sobre el estallido de los indignados. Los populares siempre pensaron que esta era una guerra dentro de la izquierda, que no iba con ellos. Que solo pod¨ªa perjudicar al PSOE y tal vez ayudar un poco a IU. Los resultados finales confirman esa tesis muy extendida en la direcci¨®n nacional, y desmontan las teor¨ªas conspirativas de la derecha de la derecha del PP. Nada puede ya impedir, creen en el PP, su llegada a La Moncloa. Solo es cuesti¨®n de tiempo. Rajoy sabe esperar.
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