Catalu?a y Andaluc¨ªa exploran nuevos recortes farmac¨¦uticos

Catalu?a y Andaluc¨ªa, las dos comunidades con mayor gasto en farmacia (l¨®gico, porque son las m¨¢s pobladas), buscan reducir la partida para este cap¨ªtulo, que en 2010 les supuso 1.800 y 2.000 millones respectivamente. Despu¨¦s del fracaso de la Xunta gallega, cuyo cat¨¢logo de productos con precio m¨ªnimo fue recurrido por el Ministerio de Sanidad ¡ªy paralizado por el Constitucional¡ª, exploran otras propuestas.

La Junta trabaja en una bater¨ªa de medidas que ha tensado las relaciones con el sector farmac¨¦utico (oficinas y proveedores) hasta dejarlas pr¨¢cticamente rotas. La medida m¨¢s controvertida es sacar a concurso p¨²blico algunos principios activos y adjudicar el suministro al laboratorio que haga la oferta m¨¢s barata. Siempre que un m¨¦dico prescriba ese principio activo, el farmac¨¦utico estar¨¢ obligado a dispensar esa marca. Ya no ser¨¢n las farmacias las que compren la mercanc¨ªa para luego pasarle la factura al Servicio Andaluz de Salud (SAS), sino que la compra la har¨¢ el SAS, lo que le permitir¨¢ negociar rebajas con los laboratorios.

El sector farmac¨¦utico en pleno, desde los boticarios a la industria del medicamento, se opone a la medida por entender que invade competencias del Ministerio de Sanidad ¡ªresponsable de fijar el precio de referencia de los f¨¢rmacos¡ª y genera ¡°inequidades¡± entre unas comunidades y otras. Esos fueron los argumentos que us¨® el ministerio para recurrir la norma gallega. De hecho, el ministerio ha mostrado tambi¨¦n sus reticencias a esta medida, pero ha optado por esperar a que la Junta la concrete.

No es la ¨²nica iniciativa que ha anunciado la Junta para reducir su factura farmac¨¦utica. En enero, Salud opt¨® por dispensar en los hospitales alrededor de 250 medicamentos oncol¨®gicos y de fertilidad que hasta entonces se dispensaban en las boticas. Con ello, espera ahorrar alrededor de 19 millones de euros al a?o. En La Rioja una iniciativa similar ha sido declarada nula por el Tribunal Superior de Justicia. Adem¨¢s, ha intensificado la vigilancia para que se cumplan a rajatabla los precios de referencia, que obligan a dispensar una de las marcas de principio activo que tengan un precio igual o inferior al que el Gobierno ha establecido. La norma est¨¢ vigente desde hace a?os, pero Salud asegura que algunos boticarios dispensan marcas m¨¢s caras.

En Catalu?a se ensaya un sistema de precio variable que tambi¨¦n es vigilado con recelo por el Ministerio de Sanidad. El m¨¦todo se aplicar¨ªa a los nuevos medicamentos que se incorporen al cat¨¢logo de prestaciones. Lo que quiere Catalu?a es imitar el sistema de ¡°riesgo compartido¡± italiano, seg¨²n ha anunciado el Departamento de Salud de la Generalitat. Para ello, se llegar¨ªa a acuerdos con laboratorios para adquirirles un producto nuevo de dispensaci¨®n hospitalaria (la que se ofrece a los pacientes ingresados o tratados en el hospital) a un precio que variar¨¢ en funci¨®n de los resultados obtenidos. ¡°En el caso, por ejemplo, de un nuevo tratamiento que ofrece, respecto a uno ya existente en el mercado, mayores ¨ªndices de supervivencia a enfermos de c¨¢ncer de colon, abonaremos al laboratorio el precio pactado si observamos este resultado en los pacientes, pero le pagaremos menos si el ¨¦xito terap¨¦utico es inferior al prometido¡±, explica Antoni Gilabert, gerente de Atenci¨®n Farmac¨¦utica del Servicio Catal¨¢n de la Salud.

Gilabert se?ala que las novedades farmacol¨®gicas salen al mercado con unas condiciones de eficacia y de seguridad probadas en ensayos cl¨ªnicos. ¡°Sin embargo, no existen evidencias de los resultados fuera del grupo controlado de enfermos en los que se ha probado el medicamento¡±, agrega. Ello genera recelo entre los sistemas de salud a la hora de adquirir novedades terap¨¦uticas, sobre todo si son muy caras.

Con la f¨®rmula del riesgo compartido, la compa?¨ªa farmac¨¦utica se ¡°corresponsabiliza¡± de las decisiones que el sistema sanitario debe tomar ¡°para garantizar el acceso de los pacientes a los medicamentos innovadores y a la vez asegurar su sostenibilidad¡±. La Generalitat asegura que tiene ya casi listo un acuerdo con un laboratorio farmac¨¦utico para adquirir un nuevo medicamento oncol¨®gico bajo la f¨®rmula del riesgo compartido. El programa se iniciar¨¢ en un hospital de Barcelona y el objetivo es hacerlo extensivo a otros centros.

Este sistema, sobre el que el Ministerio de Sanidad no se ha pronunciado, tiene una ventaja para solventar las suspicacias del departamento que dirige Leire Paj¨ªn. Al aplicarse a productos hospitalarios, el precio que fija el ministerio es solo una referencia, ya que las consejer¨ªas negocian con los proveedores. Adem¨¢s, al ser f¨¢rmacos nuevos, no implican restringir la oferta ya existente.??