Lorca, una ciudad apuntalada por psic¨®logos
Un mes despu¨¦s del terremoto, las autoridades se centran en la reconstrucci¨®n Las consultas de los afectados se han incrementado un 300%
Ha pasado un mes del terremoto y muchas personas no consiguen olvidar la tarde del 11 de mayo. Juan Carlos, lorquino del barrio de la Vi?a, vio su edificio -con 79 viviendas y solo ocho a?os de antig¨¹edad- derrumbarse entero, ¡°como si fuera de papel¡±, con el segundo terremoto. ¡°Me cayeron los ladrillos y mucho polvo encima. Salimos corriendo hacia un descampado y no confirm¨¦ que todos mis familiares estaban bien hasta diez minutos despu¨¦s¡±, recuerda. ¡°Vuelvo todos los d¨ªas al barrio y cada d¨ªa han tirado alg¨²n edificio m¨¢s. Estoy muy triste¡±, a?ade. ¡°Estamos muy nerviosos, todos con depresiones, en casa de nuestra suegra¡±. La mujer que les acoge a ¨¦l y a su mujer, el 12 de mayo, consigui¨® acercarse al presidente Zapatero para reclamarle que las autoridades permitieran a sus familiares recuperar alg¨²n objeto de valor sentimental de las ruinas de su vivienda. No han podido recoger ninguno.
Las consultas a psic¨®logos se han incrementado un 300% en el ¨²ltimo mes en Lorca: Los pacientes tipo son comerciantes que han perdido sus bajos comerciales, personas desplazadas de sus hogares, heridos leves que tiemblan al notar nuevas r¨¦plicas y familias que han perdido a alguien querido. Dicen los profesionales que ¡°es dif¨ªcil superar la situaci¨®n con una ciudad tan da?ada¡±. Miles de edificios est¨¢n da?ados y la mayor¨ªa de s¨ªmbolos de la ciudad, con la carga emocional que eso supone, tambi¨¦n: la torre de la Virgen de las Huertas ¨Cque cay¨® en directo durante la emisi¨®n de un programa de TVE- contin¨²a sin campanario, el espol¨®n del castillo medieval tiene ca¨ªdas sus almenas, la iglesia de Santiago sigue sin techo, el interior de Santo Domingo est¨¢ lleno de andamios y la torre de San Francisco est¨¢ literalmente partida. Se trabaja en ellas pero se advierte: ¡°Muchas tendr¨¢n que ser demolidas¡±.
La previsi¨®n de los t¨¦cnicos municipales habla de 500 edificios que tendr¨¢n que ser derribados. Ya van casi cuarenta ante la impotencia de sus habitantes. ¡°Dentro estaban todos mis recuerdos, es como si hubiera perdido la vida¡±, dice una vecina de La Vi?a.
En ese barrio, manzanas enteras est¨¢n se?aladas con el punto rojo y sus propietarios, que siguen sin poder entrar a sus casas, viven con la amenaza de la demolici¨®n. Miles de puntales sujetan estructuras que presentan grietas, recuerdo del movimiento tel¨²rico que, seg¨²n el ge¨®logo Ram¨®n Capote, ¡°tuvo efectos muy devastadores porque hubo unas aceleraciones de gravedad tres veces superiores a lo que dicta la norma sismorresistente.¡±
Cien psic¨®logos colegiados de la regi¨®n est¨¢n atendiendo gratuitamente a los desplazados y a las familias de los fallecidos. ¡°Cada uno tiene un punto d¨¦bil: el duelo por la p¨¦rdida de los familiares, el impacto de la situaci¨®n de peligro vivida, la crisis econ¨®mica que sufren por perder sus pertenencias¡ Sin embargo, todos necesitan lo mismo: Hablar. Lo cuenta ¨Ccon voz ronca de tanto conversar- ?ngela Ruiz Arguello, coordinadora de emergencias del Colegio de Psic¨®logos de Murcia.
A los ni?os lorquinos tambi¨¦n les est¨¢n prestando atenci¨®n psicol¨®gica. ¡°Se movieron las paredes, y se cay¨® mi padre al suelo. Mi hermano se puso a llorar, pero yo no¡±, explica Mar¨ªa, alumna del colegio de primaria del Barrio de San Crist¨®bal. Este es uno de los centros educativos m¨¢s da?ados por los se¨ªsmos. La semana que viene cuarenta profesionales, 26 de ellos psic¨®logos, les van a llevar a sus clases un kit educativo que se ha llamado La mochila de los valientes. Incluye un cuento titulado ?rase una vez unos valientes, un cuaderno, plastilina y unas figuras que representan una familia para que pueden reflexionar sobre lo vivido. La psic¨®loga Ruiz Arguello dice que ¡°superar la situaci¨®n es f¨¢cil para los ni?os pero el recuerdo les acompa?ar¨¢ siempre¡±.
Las familias lorquinas se enfrentan tambi¨¦n al proceso psicol¨®gico de reclamar ayudas para recuperar sus viviendas o para iniciar una nueva vida. Se ha centralizado en la Oficina ¨²nica de atenci¨®n a los afectados por el terremoto. Ya ha tramitado m¨¢s de 10.000 solicitudes de ayuda. Las de rehabilitaci¨®n de viviendas da?adas son de 24.000 euros, las de alquiler de nuevas viviendas ascienden a 12.000 euros en dos a?os y las de que se obtienen para paliar la p¨¦rdida de un familiar se han estipulado por encima de los 100.000. Las primeras cuant¨ªas ya se est¨¢n pag¨¢ndose y la oficina, que sufri¨® el aluvi¨®n de reclamaciones los primeros d¨ªas, est¨¢ trabajando con normalidad.
Mientras tanto, el campamento de La Torrecilla sigue siendo otro de los lugares de trabajo para los psic¨®logos. Quedan menos de mil personas que siguen sin tener donde ir. La mayor¨ªa son inmigrantes que no tienen respaldo familiar en la zona y cuyas casas han sufrido da?os. La Administraci¨®n ha activado el Plan de evacuaci¨®n, albergue y abastecimiento para el realojo progresivo de todos. Hace una semana algunos inmigrantes, muy preocupados por su futuro, amenazaron con una huelga de hambre si no recib¨ªan m¨¢s ayuda.
El da?o se est¨¢ curando tambi¨¦n con solidaridad. Sigue llegando a Lorca en toneladas para acompa?ar a los peque?os gestos de ciudadanos lorquinos an¨®nimos. Un ejemplo es Mar¨ªa Eugenia Moreno, asistente social y voluntaria de la Cruz Roja. Viv¨ªa sola en una casa de campo de La Tercia y ahora ha cambiado la soledad por el bullicio, las lavadoras, las cocinas repletas de comida y el trasiego de quince personas. Son sus hijos, sus nietos y varios amigos que han sido ¡°marcados¡± por el fat¨ªdico punto rojo. ¡°Mis hijos no pueden entrar a sus casas ni a recoger sus ropas¡±, nos cuenta, ¡°y est¨¢n en una situaci¨®n an¨ªmica muy complicada¡±. Ha puesto literas, colchones, mesas, sillas y armarios para sus nuevos hu¨¦spedes. Dice que la compa?¨ªa le aporta muchas cosas positivas: ¡°Las tertulias por la noche son muy agradables, nos desahogamos y nos animamos para vivir y sufrir esta situaci¨®n con alegr¨ªa.¡± Dice Mar¨ªa Eugenia que ¡°si no, esto ser¨ªa un valle de l¨¢grimas¡±. ?
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