Sala rechaza el portazo de tres jueces para forzar la renovaci¨®n del Constitucional

La renuncia de tres magistrados del Constitucional a seguir en el alto tribunal con el mandato caducado ¡ªlos progresistas Eugeni Gay y Elisa P¨¦rez Vera y el conservador Javier Delgado¡ª empuj¨® ayer de nuevo a una situaci¨®n cr¨ªtica al m¨¢ximo ¨®rgano judicial del pa¨ªs, que tiene que dirimir en los pr¨®ximos meses algunas cuestiones tan b¨¢sicas del ordenamiento jur¨ªdico como la ley del matrimonio entre homosexuales; la doctrina Parot sobre excarcelaci¨®n de presos etarras; y la legalizaci¨®n o no de Sortu. La dimisi¨®n de esos tres magistrados, no aceptada por su presidente, Pascual Sala, puso adem¨¢s en evidencia al Congreso de los Diputados y a los dos principales partidos que han gobernado en Espa?a en los ¨²ltimos 30 a?os. PP y PSOE no se ponen de acuerdo respecto a los nombres que deben cubrir las vacantes del tribunal, que se deber¨ªan haber renovado hace seis meses.

El portazo de los tres magistrados se produce en medio de una crisis pol¨ªtica mayor en Espa?a, con un Gobierno muy debilitado tras el batacazo del PSOE el 22-M y con la mitad del Constitucional (seis magistrados elegidos a propuesta del PSOE) cuestionada por la derecha pol¨ªtica y medi¨¢tica tras negarse a ilegalizar Bildu, la ¨²ltima marca electoral abertzale.

El vicepresidente del Constitucional, Eugeni Gay, y los magistrados Javier Delgado Barrio y Elisa P¨¦rez Vera presentaron ayer su renuncia ante Sala, en un evidente intento por forzar la renovaci¨®n del tercio del alto tribunal que designa el Congreso de los Diputados, pendiente desde el pasado 8 de noviembre. Es la primera vez en la historia del alto tribunal que se presenta una renuncia de forma colectiva, aunque formalizada en escritos individuales. Sala no tard¨® en pronunciarse.

Ayer mismo, por la tarde, el presidente del Constitucional rechazaba las tres renuncias subrayando el argumento de que dejar¨ªan al ¨®rgano judicial en la m¨¢xima debilidad, dado que los ocho magistrados que quedar¨ªan en la instituci¨®n suponen el qu¨®rum m¨ªnimo para que funcione el tribunal, de forma que la enfermedad de uno solo de ellos bloquear¨ªa hasta los plenos. Cada una de las dos Salas del Tribunal quedar¨ªa integrada por cuatro magistrados. Aunque sobre el papel el reparto ideol¨®gico quedar¨ªa inalterado, con cinco progresistas, entre ellos el presidente, frente a tres conservadores, la realidad es que la situaci¨®n vol¨¢til del magistrado Manuel Arag¨®n ¡ªque adem¨¢s de la sentencia del Estatuto de Catalu?a ha votado en otros asuntos con los conservadores, el ¨²ltimo en contra de la presencia de Bildu en las pasadas elecciones municipales¡ª configurar¨ªa un tribunal que podr¨ªa estar empatado a cuatro votos en asuntos clave. En esos casos, Sala podr¨ªa verse abocado a usar su voto de calidad, con el consiguiente desgaste personal e institucional.

La renuncia de los tres magistrados se produjo ayer cuando el tribunal a¨²n est¨¢ sufriendo la ¨²ltima embestida de la derecha por su sentencia de seis votos a favor frente a cinco en contra de la concurrencia de Bildu el 22-M. Y los magistrados tienen a la vista el recurso de Sortu, que a¨²n no ha sido admitido a tr¨¢mite pero puede reproducir la situaci¨®n.

La aceptaci¨®n de las renuncias en bloque tampoco habr¨ªa garantizado la renovaci¨®n del ¨®rgano porque el PP ya mand¨® mensajes ayer de que no la iba a permitir. El compromiso de PP y PSOE para la renovaci¨®n de cuatro magistrados del Congreso implica la designaci¨®n de dos a propuesta socialista y otros dos populares. El PP prefiere esperar a las generales, porque en el nuevo escenario podr¨ªa forzar a su favor la renovaci¨®n de tres magistrados frente a uno del PSOE.

Los tres magistrados que han presentado su renuncia, los progresistas Gay (bien visto por los nacionalistas catalanes) y P¨¦rez Vera y Delgado pertenecen al tercio que design¨® el Congreso en noviembre de 2001 y que cumplieron su mandato de nueve a?os el pasado 8 de noviembre. El cuarto magistrado de ese tercio fue Roberto Garc¨ªa Calvo, fallecido en 2008 y cuya vacante no se ha cubierto desde entonces.

La primera ocasi¨®n en que plantearon su renuncia por haber pasado en m¨¢s de seis meses su mandato fue en el pleno del pasado d¨ªa 7, la hicieron efectiva el d¨ªa 8 y p¨²blica ayer. La renuncia est¨¢ prevista en el art¨ªculo 23.1 de la Ley Org¨¢nica del Tribunal Constitucional como la primera causa de cese, pero debe ser ¡°aceptada por el presidente del tribunal¡±.

Los magistrados apelan a distintos motivos: Delgado, de 78 a?os, tuvo serios problemas de salud hace un a?o, pero que parece haber superado. En la despedida de la expresidenta Mar¨ªa Emilia Casas, el pasado diciembre, Delgado, entonces presidente en funciones, ya declar¨® constituido el nuevo tribunal ¡°dejando constancia de la anomal¨ªa de su situaci¨®n¡±.

La magistrada P¨¦rez Vera apela a ¡°motivos institucionales¡± vinculados a la no renovaci¨®n del tribunal por el Congreso. P¨¦rez Vera es la ponente de la sentencia sobre la doctrina Parot y de aceptarse su renuncia esta pasar¨ªa a otro magistrado, con la consiguiente alteraci¨®n en los trabajos desarrollados. La renuncia de Gay es menos comprensible. En diciembre se postul¨® para presidente y forz¨® su elecci¨®n como vicepresidente para dar su voto a Sala.

Sala ya se enfrent¨® a una situaci¨®n similar en 1996, cuando dimitieron en bloque seis vocales del Consejo General del Poder Judicial que entonces presid¨ªa, tambi¨¦n por haberse sobrepasado el plazo para la renovaci¨®n del organismo. Entonces, Sala admiti¨® las renuncias y el Consejo qued¨® inoperante por falta de qu¨®rum.