Mas afronta el debate de Presupuestos con la complicidad del PP

Las cosas en seis meses pueden cambiar un mundo. Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) pact¨® en diciembre con el Partit dels Socialistes (PSC) la investidura de Artur Mas y ya no queda apenas ni rastro de ese acuerdo. El Gobierno nacionalista ha cambiado de pareja de baile y hoy iniciar¨¢ en el Parlamento catal¨¢n la tramitaci¨®n de sus primeros Presupuestos con la complicidad del Partido Popular (PP). Todos los grupos de la oposici¨®n han presentado enmiendas a la totalidad al proyecto por los severos recortes sociales que contempla salvo los populares que, con su abstenci¨®n, no obstaculizar¨¢n el primer eslab¨®n parlamentario del texto.

Bajo el eco de las protestas del 15-M y con la amenaza de acampada ante las puertas del Parlament, las cuentas iniciar¨¢n hoy su recorrido. La magnitud de la tragedia de los n¨²meros de la Generalitat la refleja un par de datos: es la primera vez que un presupuesto es menor al del ejercicio anterior (pasan de 26.000 a 24.000 millones de euros) y la ¨²nica partida que crece es la de los intereses (un 34%). La media de ahorro por departamento es del 10% y, en sanidad, tras las masivas movilizaciones, que sacaron a la calle a miles de personas, ser¨¢ del 6,5%. El objetivo del Gobierno catal¨¢n es alcanzar el 2,66% del d¨¦ficit, muy por encima del 1,3% fijado por el Gobierno de Zapatero. Mas sostiene que no puede cumplirlo porque el ejecutivo le adeuda 1450 millones del Fondo de Competitividad.

El tijeretazo ya empieza a afectar a los servicios sociales de todo tipo y con especial crudeza a la asistencia m¨¦dica. Las listas de espera se han alargado; se ha despedido a m¨¦dicos; se ha reducido el n¨²mero de camas de hospital o se han cerrado quir¨®fanos. CiU sostiene que no tiene m¨¢s remedio que optar por esa v¨ªa y ha logrado a ¨²ltima hora la complicidad del PP, que, pese a que mantiene que los recortes son "excesivos", ha aparcado su anterior combatividad en aras de ¡°la gobernabilidad y la estabilidad¡± del pa¨ªs. Esas han sido, al menos, las palabras que ha utilizado esta ma?ana la presidenta Alicia S¨¢nchez Camacho, que hace meses era absolutamente inflexible en este punto porque aseguraba que en Galicia se estaban reduciendo gastos sin tocar la sanidad.

El cambio de discurso es elocuente y se fragu¨® justo despu¨¦s de que CiU y PP sellaran un pacto: los populares entrar¨¢n a gobernar en la Diputaci¨®n de Barcelona y CiU se garantiza la luz verde a sus cuentas. S¨¢nchez Camacho ha rechazado votar a favor pero, en la pr¨¢ctica, su abstenci¨®n vale por un si.?? Ahora, el PP prefiere subrayar la capacidad de di¨¢logo convergente para limar la agresividad de las medidas. Y no lo da todo por perdido porque quiere luchan porque no se paralicen completamente los proyectos de nuevos, que no se cierren quir¨®fanos o que se reduzca la partida farmace¨²tica. Dif¨ªcilmente, CiU aceptar¨¢ ninguna de esas propuestas.

Mientras, los ex socios del tripartito acusan a CiU de utilizar la crisis como excusa perfecta para dar rienda suelta a su pol¨ªtica neoliberal mientras los convergentes denuncian que los tres partidos de izquierda han despilfarrado las cuentas p¨²blicas y han puesto en serio riesgo el Estado del Bienestar. Tras la intervenci¨®n del consejero de Econom¨ªa Andreu Mas-Colell, tomar¨¢n la palabra todos los portavoces de los grupos en defensa de sus enmiendas. Los ¨²ltimos ser¨¢n los de CiU y PP y Joan Laporta, que abandon¨® el grupo parlamentario que lideraba, el de Solidaritat, y tendr¨¢ cuatro minutos para explicar su posici¨®n en contra de las enmiendas a la totalidad aunque avisa que su voto final estar¨¢ condicionado a que CiU no se ponga en manos del PP.

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