El ¡®frente¡¯ antidesahucios de Madrid

Al contrario de lo que uno podr¨ªa imaginar, el origen de la Plataforma de afectados por la Hipoteca de Madrid no hay que buscarlo en una persona asfixiada por las deudas, sino en una funcionaria del juzgado de Alcal¨¢ Meco. Hasta all¨ª llegaron un d¨ªa Cristina Mart¨ªn y Jos¨¦ Luis Salazar, su marido, a recoger una de tantas notificaciones bancarias.

A esta pareja de 35 y 38 a?os con dos hijas ¡ªella es auxiliar de ayuda domiciliaria a personas mayores, ¨¦l hace suplencias espor¨¢dicas en una f¨¢brica de ropa¡ª el inicio de la crisis les sorprendi¨® con un cr¨¦dito puente encima. Con buena parte de la hipoteca de su casa ya pagada, decidieron mudarse a otra m¨¢s grande. El banco les ofreci¨® esta opci¨®n que permite comprar una segunda casa antes de vender la primera. La pareja dispon¨ªa de un a?o para vender su casa. Pero la crisis se les vino encima y eso nunca sucedi¨®. El resto, se lo imaginan.

¡°Un d¨ªa fuimos al juzgado a por una nueva notificaci¨®n y la abogada nos dijo que estaba harta de ver casos como el nuestro y que estaba indignada. Nos cont¨® que en otras zonas los afectados se estaban organizando y nos anim¨® a informarnos¡±, explica Cristina. La pareja busc¨® en Internet, donde dieron con el contacto de Jos¨¦ Coy, l¨ªder de la Plataforma de Afectados de Murcia, que viaj¨® a Madrid convencido de que parte del ¨¦xito de sus reivindicaciones pasa por lograr involucrar a cuantos m¨¢s afectados mejor.

La pareja decidi¨® reunir a m¨¢s afectados y empapel¨® Alcal¨¢ Meco y alrededores anunciando una reuni¨®n que se celebr¨® el pasado 30 de marzo. La convocatoria tuvo poco ¨¦xito, pero s¨ª atrajo a Elena Parrondo, de 42 a?os, madre de cuatro hijos y en el paro al igual que su marido¡ª y a David Cobo, un t¨¦cnico de mantenimiento aeron¨¢utico y militante del partido comunista que se interes¨® por la causa.

Con ayuda de la experiencia de Cobo y de Chema Ruiz, de Democracia Real Ya, Cristina y Jos¨¦ Luis se pudieron en contacto con la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), cuyo presidente, Nacho Murgui, les prest¨® apoyo log¨ªsitico. Murgui les present¨® a A¨ªda Quinotoa, la presidenta de la Coordinadora Nacional de Ecuatorianos en Espa?a (CONADEE), una asociaci¨®n de inmigrantes que lleva tres a?os ayudando a afectados. Quinotoa es a su vez afectada y una de las diez personas que ha interpuesto una denuncia por estafa contra la Central Hipotecaria del Inmigrante, un chiringuito financiero que conced¨ªa hipotecas mediante irregularidades varias, como avales cruzados o tasaciones desorbitadas.

A trav¨¦s de CONADEE se unieron al grupo otros afectados, como Eduardo Cachago ¡ªex maquinista de excavadoras de la construcci¨®n y a la espera de que le llegue la orden de desahucio de su vivienda¡ª, y el abogado de la asociaci¨®n, Rafael Mayoral, muy comprometido con la causa.

Un d¨ªa apareci¨® por la FRAVM Anwar Khalil, un inmigrante de origen liban¨¦s con una orden de desahucio para el 15 de junio. Anwar tambi¨¦n cont¨® su caso en la joven asamblea del barrio de Tetu¨¢n, surgida del 15-M, cuyos asistentes encontraron en la preocupaci¨®n de este panadero en el paro una causa a la que sumarse. La asamblea de Tetu¨¢n puso en marcha su red de divulgaci¨®n. Eloi Morte, un auxiliar de vuelo catal¨¢n que vive en el barrio de Salamanca, acudi¨® a la asamblea de su barrio, donde oy¨® hablar del caso de Anwar. ¡°Pens¨¦: en esto puedo ayudar¡±.

El 4 de junio, la PAH Madrid se present¨® a los medios. Once d¨ªas m¨¢s tarde, la escena de 500 personas evitando el desahucio de Anwar aparec¨ªa en la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n, as¨ª como el mal rato que vivi¨® el coordinador de izquierda Unida, Cayo Lara, que enfad¨® a los indignados al dirigirse a los medios, lo que interpretaron como un intento de ponerse la medalla.

Hace una semana, el abogado Rafael Mayoral viaj¨® a Barcelona para encontrarse con representantes del resto de los grupos de esta plataforma que naci¨® en Catalu?a en 2009 y que ya ha evitado 42 desahucios en toda Espa?a.

En los ¨²ltimos 10 d¨ªas el grupo de Madrid ha recibido decenas de correos de personas con desahucios encima o con ganas de colaborar. Les faltan manos para gestionarlos. Adem¨¢s de los dos desalojos que ya han frenado (el de Anwar y el de Luis, de Parla), les han pedido ayuda tres personas m¨¢s. Dos se han echado para atr¨¢s por temor a la repercusi¨®n. El tercero de momento sigue en pi¨¦. Ser¨¢ el mi¨¦rcoles 6 de julio.

Para algunos de sus miembros, esta plataforma es una causa a trav¨¦s de la que protestar por un sistema que consideran injusto. Desde que se sum¨® al grupo, Eloi Morte, su coordinador, no se despega de un cuaderno que ha llenado de apuntes, se ha agenciado un m¨®vil con conexi¨®n a Internet y sobre todo, ha encontrado una causa a la que entregarse: ¡°Andaba buscando algo con lo que involucrarme y esto, que es una acci¨®n muy concreta, me pareci¨® perfecto¡±. ¡°Engancha r¨¢pido¡±, dice David Cobo. ¡°Cuando ves los dramas de los afectados y lo injusta que es la legislaci¨®n, dan ganas de involucrarse¡±.

Para otros, la plataforma es un lugar donde ¡°ahogar nuestras penas y pedir ayuda¡±, en palabras de Eduardo Cachago. ¡°Es principalmente apoyo moral¡±, dice Elena Parrondo. ¡°Mucha gente da por hecho que no pagas porque no quieres y eso te afecta. Cuando el banco intente desahuciarnos, yo pedir¨¦ ayuda para evitarlo. Es un n¨²mero, pero la verg¨¹enza a m¨ª ya se me ha quitado. Verg¨¹enza me da cuando llega la hora de cenar y no tengo qu¨¦ poner¡±. ¡°La gente est¨¢ empezando a perder la verg¨¹enza¡±, a?ade Cristina, impulsora de la plataforma. ¡°No nos queda otra¡±. ??