La reedici¨®n de la mesa camilla
Se cierra el c¨ªrculo y se reedita una nueva edici¨®n que ha manejado estos a?os el PSOE
Desde ayer se cierra el c¨ªrculo y se reedita una nueva edici¨®n de la mesa camilla que ha manejado estos a?os el PSOE. Cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero lleg¨® al Gobierno, hace poco m¨¢s de siete a?os, su n¨²cleo de m¨¢xima confianza pol¨ªtica era muy restringido. En el PSOE estaba Jos¨¦ Blanco como secretario de Organizaci¨®n, solventando marrones por toda Espa?a y redefiniendo la estructura del partido en favor del nuevo l¨ªder; al frente del grupo parlamentario en el Congreso se situ¨® a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, manejando con habilidad pactos y purgando su inmediato pasado; y en aquel primer Gobierno solo entr¨® como ministro el amigo de Le¨®n, el juez progresista Jos¨¦ Antonio Alonso. Transcurrido el tiempo, Rubalcaba se aup¨® al Gabinete como una figura imprescindible, como lo hizo a mitad de esta segunda legislatura el propio Blanco, y Alonso se march¨® a dirigir el grupo del Congreso. De los acontecimientos relevantes que han sucedido en el PSOE en este tiempo, y solo en este ¨²ltimo a?o ha habido muchos, todos han sido cocinados por el triunvirato formado por Zapatero, Blanco y Rubalcaba, y no necesariamente por ese orden.
Alonso es pieza aparte. Sigue siendo el amigo personal, con voz propia y silente. Zapatero lo revivi¨® dram¨¢ticamente durante su reciente enfermedad mientras le buscaba esa noche por hospitales de Madrid. No ha compartido algunas operaciones fraguadas por Rubalcaba y Blanco, pero tampoco se ha quejado en p¨²blico. No tiene sus ambiciones.
La actual mesa camilla del PSOE la compone este grupo tan reducido de dirigentes, muy heterog¨¦neo y diverso, pero tambi¨¦n muy compacto. No son todos amigos, pero s¨ª quedan de cuando en cuando para cenar juntos, con sus esposas, para despedirse por ejemplo de cara a las vacaciones, pero tambi¨¦n para reforzar su relaci¨®n de intereses. Han ostentado mucho poder y a¨²n lo detentan.
En esta remodelaci¨®n final del zapaterismo, solo han estado de verdad el presidente, Rubalcaba y Blanco. Algunos especulan estos d¨ªas con las grietas de ese tridente. Sin fundamento, que se sepa.
Y de cara al futuro, Rubalcaba necesita m¨¢s a Blanco que a la inversa. Igual que Zapatero. Obligado a relevar para muy pocos meses a un pol¨ªtico de la talla de Rubalcaba mir¨® alrededor y no encontr¨® nada. La opci¨®n de Ram¨®n J¨¢uregui como portavoz nunca estuvo en el tablero. Solo hab¨ªa una salida: Blanco, que debe volver a reinventarse. Fue duro y bronco al mando del partido; fue firme y negociador en el ministerio; y quiere ser pol¨ªtico e institucional como la voz oficial de La Moncloa.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.