Antonio Camacho es algo m¨¢s
El relevo es de una entidad mucho mayor de lo que se cree
Entre los comentarios de la prensa espa?ola sobre el nombramiento de Antonio Camacho como ministro del Interior se ha escrito o dicho que es un ministro de urgencia y se ha subrayado la continuidad que ello supone con respecto al previo desempe?o de dicha cartera por parte de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, quien se vio obligado a dejarla tras ser designado principal candidato socialista en las ya cercanas elecciones generales. Sin embargo, el significado de dicho relevo en un dominio tan complicado y complejo de la pol¨ªtica nacional, dentro del cual adquieren una especial relevancia las tareas de prevenci¨®n y lucha contra el fen¨®meno terrorista en sus distintas manifestaciones, es de una entidad mucho mayor de la que aquellas extendidas observaciones dan a entender.
Para empezar, Antonio Camacho era secretario de Estado de Seguridad dos a?os antes de que el ministro saliente ocupara su despacho en la Castellana. Asumi¨® de modo imprevisto sus funciones con Jos¨¦ Antonio Alonso, todav¨ªa no militante del PSOE, al frente del Ministerio del Interior. Fue tras los atentados del 11 de marzo de 2004. Extra¨ªdas lecciones de lo sucedido, qued¨® claro que la delicada estructura espa?ola de seguridad interior requer¨ªa de una importante reforma y era imperativa la toma de decisiones al respecto. Entre esas reformas, introducidas en lo fundamental durante el bienio de Jos¨¦ Antonio Alonso como ministro del Interior, destacan el incremento en las capacidades de inteligencia policial, la coordinaci¨®n entre agencias antiterroristas o los avances en cooperaci¨®n internacional.
Antonio Camacho fue gestor efectivo y eficaz de esas dif¨ªciles reformas que hoy permiten a Espa?a estar en mejores condiciones para prevenir y combatir el terrorismo relacionado con Al Qaeda. A medida que acrecent¨® su conocimiento de los temas y gan¨® en autonom¨ªa real, tuvo el discernimiento necesario ¡ªque el cargo por s¨ª mismo no presta¡ª para situar a profesionales especialmente adecuados en puestos clave de la respuesta estatal tanto al terrorismo islamista como al terrorismo de ETA. Fracasado el mal llamado proceso de paz, que no siempre ni a todos los niveles tuvo en sinton¨ªa a La Moncloa con Interior, en este departamento pudo al fin perge?arse una estrategia multifac¨¦tica contra ETA que, en su dimensi¨®n policial, la que corresponde valorar en el haber del nuevo ministro, ha sido exitosa.
Muy experimentado en las dimensiones internas e internacionales de los asuntos p¨²blicos en que su departamento es la instituci¨®n central, respetuoso y receptivo con las v¨ªctimas del terrorismo, dotado de cualidades personales para esa pol¨ªtica de Estado que tan elusiva resulta hoy a nuestra democracia, el nombramiento de Antonio Camacho es una buena noticia para los ciudadanos espa?oles, al margen de su posicionamiento en la escala de las ideolog¨ªas pol¨ªticas.
Eso s¨ª, el nuevo ministro del Interior tiene ante s¨ª ¡ªsea cual sea el tiempo de su permanencia en el cargo¡ª el desaf¨ªo de no dejarse sustraer por el creciente y f¨²til enconamiento del discurso partidista que con excesiva frecuencia se nos ofrece en sede parlamentaria, tambi¨¦n en cuestiones relativas a su departamento.
Fernando Reinares es catedr¨¢tico en la Facultad de Ciencias Jur¨ªdicas y Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos.
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