El juez Flors sostiene que Camps minti¨® y le sentar¨¢ en el banquillo
El juicio con jurado puede coincidir con la campa?a de las elecciones generales El C¨®digo Penal castiga el delito con una pena de hasta un a?o de prisi¨®n Poco antes de la resoluci¨®n, Camps se subi¨® al coche oficial y desapareci¨®
El juez Jos¨¦ Flors dict¨® ayer un auto demoledor para Francisco Camps. El magistrado rebati¨® los argumentos de su defensa y orden¨® la apertura de juicio oral contra el presidente de la Generalitat valenciana ante la acumulaci¨®n de pruebas (Flors cita 14) de que acept¨® sobornos de la trama G¨¹rtel: 25 prendas de vestir por valor de 14.131 euros (2,3 millones de pesetas) obsequiadas a lo largo de cuatro a?os. La resoluci¨®n judicial deja en una situaci¨®n de extraordinaria precariedad pol¨ªtica a Camps, que ha negado durante los dos a?os y medio que ha durado la instrucci¨®n haber aceptado regalos de la red corrupta sin ofrecer m¨¢s explicaciones. Ayer, poco antes de conocerse la resoluci¨®n, sali¨® del despacho, se subi¨® al coche oficial y desapareci¨®. El auto tambi¨¦n resulta peligroso para Mariano Rajoy, ya que el juicio por cohecho impropio, previsto para oto?o, podr¨ªa coincidir con la campa?a de las elecciones generales.
El juicio pone finalmente a prueba la coherencia de la direcci¨®n nacional del PP, que el a?o pasado pact¨® con el PSOE endurecer las penas por corrupci¨®n: el delito por el que ser¨¢n juzgados Camps y tres de sus altos cargos (Ricardo Costa, V¨ªctor Campos y Rafael Betoret) solo llevaba aparejado, cuando presuntamente se cometi¨®, una multa, pero tras esa reforma, el C¨®digo Penal castiga la misma acci¨®n con tres a?os de inhabilitaci¨®n y entre seis meses y un a?o de c¨¢rcel.
Camps deber¨¢ abonar una fianza de 55.000 euros para evitar que sus bienes sean embargados. En febrero, cuando se supo que la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n le ped¨ªa una multa de 41.250 euros, un portavoz del PP valenciano, Jos¨¦ Mar¨ª, afirm¨® que dicha sanci¨®n le condenar¨ªa ¡°al hambre¡±, dado su nivel de ingresos. Camps declar¨® recientemente 4.000 euros en sus cuentas.
La causa de los trajes es solo un fragmento de la actividad de la trama G¨¹rtel en Valencia. La investigaci¨®n policial avalada por los jueces ha revelado que la red de Francisco Correa corrompi¨® a decenas de cargos del Gobierno valenciano; obtuvo contratos millonarios adjudicados irregularmente por la Generalitat; meti¨® la mano en los fondos p¨²blicos de la visita papal, y particip¨® en la financiaci¨®n ilegal del Partido Popular, hinchando con dinero de empresas constructoras sus campa?as electorales.
Los regalos de la trama a numerosos cargos del PP ten¨ªan como objetivo, seg¨²n los jueces, facilitar el funcionamiento de esa maquinaria corrupta. ¡°No es necesario razonar mucho para entender que el hecho de poder contar con la complacencia y el favor nada menos que del presidente [Camps] y el vicepresidente [Campos] de una comunidad aut¨®noma (...) puede ser de una influencia determinante¡± a la hora de conseguir contratos de esa Administraci¨®n, indica Flors.
Es decir, no era necesario que Camps o los tres imputados dijeran a sus subordinados a qui¨¦n conceder los contratos; ¡°basta solo con que se conozca la estima que se les dispensa [por parte de sus superiores] para que pudieran verse favorecidos sus intereses econ¨®micos¡±.
Frente a la versi¨®n de Camps (de que pag¨® las prendas en met¨¢lico con dinero que le preparaba su esposa) y las de Costa, Campos y Betoret (que dijeron al juez que los abonaron a plazos a ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, cabecilla de la trama en Valencia), el juez se apoya en la ¡°base f¨¢ctica plural, de contenido incriminatorio¡± incluida en el sumario, para inclinarse por lo contrario.
Las prendas las pag¨® Pablo Crespo, mano derecha de Correa, tanto en Milano como en la tienda Forever Young, mediante cheques y transferencias bancarias. Su finalidad era ganarse el favor de los cargos p¨²blicos. Los cuatro imputados las aceptaron ¡°a sabiendas de qui¨¦n las pagar¨ªa¡±. Los obsequios fueron d¨¢divas, en el sentido penal, ¡°dada la peculiaridad del objeto regalado, la reiteraci¨®n de su entrega y su mismo valor¡±, que no puede inscribirse en los meros presentes ¡°que los usos sociales aceptan como inocuos y admisibles¡±.
No se hicieron por amistad con El Bigotes: los pagos los hizo ¡°materialmente¡± Crespo y fue asumido por las empresas de la red de Correa ¡°que ten¨ªan importantes intereses econ¨®micos en sus relaciones con la Administraci¨®n auton¨®mica valenciana¡±. Y es in¨²til argumentar que se entregaron en atenci¨®n a sus cargos en el partido: teniendo esa doble condici¨®n en el PP y el Gobierno, no es factible que las d¨¢divas ¡°¨²nicamente puedan influir en una faceta de su vida¡±.
El juicio, que celebrar¨¢ un tribunal del jurado presidido por un magistrado progresista (Juan Climent), ser¨¢ largo y Camps deber¨¢ sentarse en el banquillo el tiempo que dure. Por el Tribunal Superior de Justicia valenciano desfilar¨¢n decenas de testigos, entre ellos los l¨ªderes de G¨¹rtel. Se oir¨¢n las conversaciones intervenidas por la polic¨ªa. Y todo ser¨¢ p¨²blico.
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