La polic¨ªa carga contra cientos de indignados en el Ministerio del Interior
Cuatro detenidos y veinte heridos tras la carga de los antidisturbios Los manifestantes recorren la Gran V¨ªa y cortan el tr¨¢fico Hoy vuelven a intentar tomar la emblem¨¢tica plaza madrile?a
Los indignados del 15-M que durante los ¨²ltimos d¨ªas han extendido sus protestas por todo el centro de Madrid chocaron anoche con la polic¨ªa cuando llevaron sus protestas ante el Ministerio del Interior. Los agentes cargaron con dureza contra varios centenares de ellos en lo que constituye el incidente m¨¢s grave en la capital de Espa?a desde que este movimiento echara a andar. Los indignados llegaron a Interior tras intentar por tercer d¨ªa consecutivo entrar en la Puerta del Sol, de donde fueron desalojados el pasado martes y que pretenden retomar. Pero, al estar convertida la plaza en un fort¨ªn inexpugnable cuajado de polic¨ªas, los indignados decidieron irse a"callejear": marcharon por Gran V¨ªa, celebraron una asamblea con unas 800 personas en Cibeles, otra en la plaza de Jacinto Benavente y enfilaron hacia el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana.
All¨ª los antidisturbios cargaron con contundencia contra unos 800 indignados cuando estos estaban rodeando la sede del departamento que dirige Antonio Camacho. Cuatro personas han sido detenidas y una veintena, heridas (siete de ellas polic¨ªas). Entre los detenidos se encuentra el periodista de Lainformacion.com Gorka Ramos (que firma bajo el seud¨®nimo de Santiago Z¨¢rraga), seg¨²n ha informado Carlos Salas, director de este diario digital, a trav¨¦s de su cuenta en Twitter.
Esta tarde los indignados volver¨¢n a marchar otra vez hacia Interior en una manifestaci¨®n que partir¨¢ de Atocha y que pretende acabar en la Puerta del Sol. Algunos de ellos, de todas formas, tratar¨¢n de volver a la Puerta del Sol desde las doce de la ma?ana, seg¨²n acord¨® una asamblea.
La carga policial se produjo sobre las once de la noche frente al Ministerio del Interior. Los agentes bajaron de sus veh¨ªculos con casco, escudo y porra, y cargaron contra los indignados hasta despejar la calle. Despu¨¦s de la carga, algunos de los participantes volvieron a la zona para increpar a la polic¨ªa, que formaba dos filas de contenci¨®n, al grito de "asesinos".
Los indignados aseguran que hasta la zona marcharon unas 1.000 personas, aunque otras fuentes rebajan esta cifra a varios centenares. La primera carga despej¨® la zona de manifestantes. Varias personas resultaron contusionadas, mientras que los indignados se situaron mayoritariamente en una plaza aneja a la de Col¨®n. M¨¢s tarde las cargas se repitieron.
El detonante de la carga, adem¨¢s del asedio a Interior, habr¨ªa sido tanto la colocaci¨®n de carteles ante las verjas del palacete como el que se hubiera arrebatado un tricornio a uno de los guardias civiles que habitualmente controlan los accesos al ministerio.
Seg¨²n la polic¨ªa, las cargas se produjeron porque algunos de los indignados se subieron a las verjas que rodean la sede del Ministerio del Interior. Los indignados niegan que hubiera cualquier tipo de provocaci¨®n o violencia por su parte. Dos de los heridos fueron trasladados a centros hospitalarios para que les suturaran las heridas en la cabeza, y otras cuatro personas fueron detenidas. La comisi¨®n legal del 15-M eleva los detenidos a 12.
Luis L¨®pez Di¨¦guez, estudiante de Econom¨ªa de 23 a?os acab¨® con la cabeza vendada. Aseguraba que un polic¨ªa ¡°desatado¡± se separ¨® de los antidisturbios y le abri¨® una brecha en la cabeza. Finalmente, asegura, el agente tuvo que ser controlado por sus compa?eros.?
Raquel, una se?ora de 88 a?os, afirma que no estaba pasando nada hasta que se produjo la carga policial delante del ministerio. Tiene la mano vendada y asegura que tiene una contusi¨®n grave. Adem¨¢s tiene magulladuras en la rodilla. Asegura que se ha ca¨ªdo al suelo y que fue ayudada por cuatro personas a levantarse.
La carga culminaba una jornada que hab¨ªa comenzado a mediod¨ªa, cuando unos 300 indignados participaban en una marcha para intentar penetrar, por tercer d¨ªa consecutivo, ante una Puerta del Sol blindada por la polic¨ªa. Por la tarde se concentraron unos 800 con la misma intenci¨®n. Despu¨¦s de 79 d¨ªas de tolerancia con los acampados, las autoridades no han dado explicaciones sobre la nueva situaci¨®n y el actual blindaje del centro de Madrid.
Desde primera hora de la ma?ana del jueves se despleg¨® en Sol un fuerte dispositivo policial. La plaza estuvo desierta y cerrada a cal y canto desde la una de la tarde en adelante. Agentes de la Polic¨ªa Nacional y Municipal custodiaron desde entonces las calles que confluyen en la plaza -Alcal¨¢, Montera, Carmen, Preciados, Arenal, Mayor, Carretas y Carrera de San Jer¨®nimo-, donde hay apostadas media docena de furgones y varios coches policiales. Tambi¨¦n hay vallas que bloquean todos estos accesos, informa Samira Saleh.
Tras varios cortes y aperturas de la estaci¨®n de Metro de Sol y de las calles aleda?as, a las cinco de la tarde Sol comenz¨® a blindarse de cara a la protesta de la tarde. Ya a las siete la imagen fue la misma que la de los ¨²ltimos d¨ªas: la plaza completamente desierta y grupos de indignados tras los cordones policiales. Pasadas las ocho uno de los grupos, el que ha accedido por la calle Carretas, se ha sentado para hacer un debate sobre la imagen que se puede estar dando a los turistas. En la calle Preciados se juntaron unas 200 personas y otras tantas organizaron una asamblea en la Plaza de Pontejos, en la que resolvieron que recuperar la plaza es "cuesti¨®n de resistencia", informa Gloria Rodr¨ªguez-Pina.
Algunos manifestantes portaban pancartas con nuevos lemas: "Sol ser¨¢ vuestro Vietnam". Aunque la tarde de ayer fue m¨¢s tranquila que las pasadas, hasta el momento el resultado es el mismo: imposible acceder a Sol. Pasadas las nueve y media de la noche, parte de los concentrados dejaron los accesos de la plaza y empezaron a callejear hacia Callao y de all¨ª a Cibeles. A su paso por Gran V¨ªa, los manifestantes cortaron el tr¨¢fico.
Vueltas alrededor de Sol
Durante toda la ma?ana de ayer, mientras los concentrados recorr¨ªan las calles del centro jugando al despiste, la polic¨ªa fue cerrando y abriendo la estaci¨®n de Sol y los accesos a la plaza en funci¨®n de lo cerca o lejos que estaban los indignados. La estaci¨®n de Metro y Cercan¨ªas abri¨® por la ma?ana y el tr¨¢nsito de madrile?os, clientes y turistas fue el habitual, sin que se pidiera identificaci¨®n a nadie, tanto en la Sol como en las calles aleda?as. A la una los agentes tomaron una decisi¨®n in¨¦dita: cerrar la estaci¨®n y comenzar a entrar en comercios, bares y restaurantes para pedir a sus responsables que evacuaran a los clientes, informa Elena G. Sevillano. Las dependientes sacaron a la gente de los probadores y vaciaron las tiendas sin permitir a la gente ni que pagara, por ejemplo en el Cortefiel de la calle del Carmen. En el bar restaurante Europa recogi¨® la terraza a toda prisa. Varios testigos afirman haber sentido miedo.
Muchos comercios que echaron el cierre por recomendaci¨®n de la polic¨ªa fueron reabriendo a partir de las dos y media, a medida que los manifestantes se alejaban de la zona en direcci¨®n a la plaza de Espa?a. Los convoyes de metro y de trenes tambi¨¦n volvieron a hacer parada a Sol desde las cuatro de la tarde. Sin embargo, el tr¨¢nsito dur¨® poco, ya que a las 17.40 volvieron a cerrarse la estaci¨®n. Poco despu¨¦s se cerr¨® al tr¨¢fico la calle Mayor y a los tres helic¨®pteros de la Polic¨ªa, que desde hace tres d¨ªas sobrevuelan constantemente el centro de la ciudad, se sumaron uno de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT).
Entre las doce y las dos y media no se permiti¨® entrar en la plaza a nadie. Muchos ciudadanos se acercaban a los agentes a preguntar qu¨¦ pasaba, por qu¨¦ se les imped¨ªa el paso, pero solo se? permit¨ªa entrar a los vecinos de la zona o por alguna urgencia. Miembros de la comisi¨®n de informaci¨®n del 15-M repartieron panfletos en los que se aclara que la "culpa" no es de los indignados y se recuerdan los art¨ªculos sobre libre circulaci¨®n de los ciudadanos y la igualdad de derechos. Un polic¨ªa que estaba charlando con un comerciante se quejaba: "Indignado est¨¢ este se?or y nosotros que nos quedamos sin vacaciones".
A las 12.40, entraron en la plaza seis furgones policiales y una veintena de agentes, que fueron recibidos con gritos de "verg¨¹enza" y "libertad". "No hay caf¨¦ para tanta lechera", les? increparon los indignados. La Polic¨ªa form¨® una hilera a la altura de la calle de Felipe V. "Esto es lo que pasa por echarnos de la plaza", "menos crucifijo y m¨¢s trabajo fijo", coreaban los manifestantes. Sobre la una, la marcha gir¨® por la traves¨ªa del Arenal para sortear el blindaje policial de Sol por la calle del Arenal. Continuaban por la calle Mayor. All¨ª se cort¨® por primera vez la manifestaci¨®n. Los indignados increparon a los agentes y, en vista de la imposibilidad de llegar a Sol, intentaron otra v¨ªa, la calle del Correo, que tambi¨¦n estaba cerrada. "La lucha sigue cueste lo que cueste", dec¨ªan los indignados.
"Dejadnos pasar que queremos comprar" y "esto s¨ª perjudica a los comercios" eran otras de las consignas de los indignados que, a la una y media, estaban decidiendo sus pr¨®ximos pasos en la calle Carretas. A las dos de la tarde, una sentada frente a la polic¨ªa. La marcha sigui¨® despu¨¦s por la calle Sevilla y cuando llegaron a la Gran V¨ªa cortaron dos veces durante unos minutos dos de los carriles al trafico. De all¨ª, se encaminaron a la calle Carmen, que tampoco pudieron cruzar. La marcha continu¨® hasta Preciados, donde una vez m¨¢s, bloqueo.
Sobre las 14.40, la manifestaci¨®n se disolvi¨® para comer y descansar en los entornos de la plaza de Espa?a y de Oriente. Unos 50 celebraron una asamblea en la plaza de Espa?a en la que debatieron sobre la conveniencia de cortar el tr¨¢fico de las calles y decidieron que har¨¢n cortes moment¨¢neos para no ocasionar muchos problemas a los ciudadanos. Tras esa asamblea, la siguiente parada fue el Ministerio de Interior.
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