Rouco evita criticar al Gobierno en su homil¨ªa ante miles de j¨®venes

Adem¨¢s de ser un feliz y mastod¨®ntico campamento juvenil, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es ¡°un valios¨ªsimo instrumento de la nueva evangelizaci¨®n¡±, seg¨²n ha dicho el presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, en la misa de acogida para las decenas de miles de peregrinos que han tomado un Madrid aletargado por el mes de agosto y por el terrible calor. El jefe de la Iglesia cat¨®lica en Espa?a les anim¨® con su homil¨ªa a evangelizar a sus ¡°coet¨¢neos¡± en esta ¨¦poca de ¡°ra¨ªces existenciales debilitadas por un rampante relativismo¡±.

El tambi¨¦n cardenal y arzobispo de Madrid les ha recordado a los j¨®venes que le escuchaban en la plaza de Cibeles ¡ªantes tuvo que resolver los problemas con su micr¨®fono¡ª que ellos son la ¡°esperanza viva de la Iglesia y del Papa¡± y tambi¨¦n ¡°los centinelas del ma?ana¡±.

Este macroevento trienal que invent¨® el Papa Juan Pablo II en 1984 es hoy el escenario en el que la jerarqu¨ªa cat¨®lica muestra su poder. La misa inaugural de esta tarde concelebrada por 800 obispos, arzobispos y cardenales llegados de todo el mundo, y 8.000 sacerdotes se repartieron por toda la zona para dar la comuni¨®n a los fieles.

Las jornadas son un evento ¡ªcriticado por cristianos de base por fastuoso¡ª que buscan que los cat¨®licos se exhiban con orgullo como comunidad, conozcan a correligionarios con los que formar familias cristianas, o para conseguir paliar la acuciante escasez de vocaciones. Un evento cuyo punto culminante son las 79 horas que durar¨¢ la visita del Papa Ratzinger, que llegar¨¢ el jueves a la capital. Ser¨¢ la tercera de este pont¨ªfice, muestra de su estrech¨ªsima relaci¨®n con el cardenal Rouco.

Espa?a, pa¨ªs al que todav¨ªa algunos medios internacionales definen como ¡°la cat¨®lica Espa?a¡± o que, seg¨²n asegur¨® el arzobispo de Madrid en su homil¨ªa, ¡°no es inteligible sin su bimilenaria tradici¨®n cat¨®lica¡± o ¡°tiene en la fe cristiana su principal se?a de identidad hist¨®rica ?de su cultura y de su modo de ser!¡±, es el primero en acoger por segunda vez una JMJ. Pero es tambi¨¦n un pa¨ªs donde, desde 2009, se celebran m¨¢s bodas civiles que religiosas y donde seis de cada diez cat¨®licos solo pisa un templo en eventos que tambi¨¦n son sociales, como bodas, bautizos, funerales o comuniones.

Rouco no hizo menci¨®n ni alusi¨®n alguna al Gobierno ni a las leyes sociales aprobadas en las dos legislaturas de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como presidente (como la del matrimonio homosexual o la del aborto libre en las primeras semanas), que han indignado a la jerarqu¨ªa cat¨®lica hasta el punto de salir a la calle a manifestarse.

El cardenal asegur¨® que los j¨®venes de Benedicto XVI no son como los j¨®venes de Juan Pablo II: ¡°Vuestros problemas y circunstancias vitales se han modificado. La globalizaci¨®n, las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, la crisis econ¨®mica, etc¨¦tera, os condicionan para bien y, en muchas ocasiones, para mal¡±. Unas nuevas tecnolog¨ªas a las que los organizadores de esta JMJ han sacado parad¨®jicamente el m¨¢ximo provecho.