Cat¨¢logo de penitencias para abortistas excomulgadas
El cardenal Rouco ha decretado que se levante la excomuni¨®n a las mujeres que hayan abortado El Papa ha concedido indulgencia plenaria a los asistentes que participen en la JMJ
La Fiesta del Perd¨®n y la Feria de las Vocaciones ocupan estos d¨ªas el paseo del madrile?o parque de El Retiro donde suelen instalarse otros cert¨¢menes como la cita anual con los libros. Sacerdotes venidos de todo el mundo han recibido el permiso del cardenal Rouco Varela para levantar la excomuni¨®n, solo entre el 15 y el 21 de agosto y en Madrid, a las mujeres que confiesen que han abortado y se hayan arrepentido. A cambio, deber¨¢n asumir ¡°una penitencia conveniente¡±. Como no hay un manual, cada sacerdote impone la que le parece m¨¢s adecuada. Un cat¨¢logo que va desde rezar un rosario o hacer una donaci¨®n econ¨®mica, hasta peregrinar a un santuario mariano o tener hijos.
Un sacerdote recomienda a las mujeres que han abortado "tener hijos, para amar la vida"
Uno de los confesores, el padre Roberto, sacerdote mexicano de 35 a?os, prefiere ¡°ver con la persona¡± qu¨¦ penitencia imponer y se inclina a prescribir ¡°ayudar en servicios sociales¡±. Miguel Garc¨ªa, de 51 a?os de Pamplona, explica con una sonrisa ba?ada en sudor, al salir de su turno de confesi¨®n en el parque azotado por el sol, que suele imponer penas como ¡°ir un rato a ver al sant¨ªsimo, asistir a una misa, o rezar el rosario¡±. ¡°No es como en la edad media¡±, aclara a quien espere castigos extremos.
¡°Todo lo que sea amar la vida y odiar la muerte¡± es la receta de otro cura, llamado Atanasio, de 59 a?os y asentado en Madrid. Esto se concreta, seg¨²n relata, en ¡°amar (y ayudar) al pr¨®jimo, a los necesitados¡±, e incluso, aunque asegura que intenta no presionar, en animar a ¡°tener hijos para amarlos a ellos¡±. El sacerdote recomienda a las mujeres que le han confesado que han abortado ¡°vivir alegre y festivamente¡± y asegura que tiene instrucciones para ser positivo, ¡°porque, motivadas por nuestra moral, vienen [a confesar] con un sentimiento de culpa excesivo¡±. Su objetivo es que las abortistas ¡°recuperen la dignidad¡±, aunque para ¨¦l no la han perdido.
Si el pecador es ¡°pudiente¡±, un cura le pide una donaci¨®n econ¨®mica ¡°para ayudar a los necesitados¡± o ¡°visitar un santuario mariano¡±
¡°Hay mucha dureza¡± en el catolicismo hacia quienes abortan, reconoce el cura, pero insiste en que la Iglesia ¡°no cierra la puerta y no pone una losa¡± sobre quienes han pecado. Admite, sin embargo, que ha tenido discusiones con muchos de sus compa?eros a costa de la interrupci¨®n del embarazo, pero asegura que su obispo, el de Madrid, opina como ¨¦l.
Un misionero espa?ol que trabaja en Chile, el padre Juan Llorente, de 60 a?os, opta por ¡°no apretar a la persona si est¨¢ muy traumatizada¡±. Sus penitencias para estos casos pueden ser simplemente rezar o ir a misa. Si la pecadora es ¡°pudiente¡±, le pide "una donaci¨®n econ¨®mica para ayudar a los necesitados¡± o ¡°visitar un santuario mariano¡±.
¡°Siempre estamos en oferta¡±
El Papa Benedicto XVI ha concedido tambi¨¦n indulgencia plenaria ¡°a todos los fieles que participen devotamente en alguna celebraci¨®n sagrada o acto de piedad que tenga lugar en Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud¡±, e indulgencia parcial a aquellos que ¡°dondequiera que se encuentren, eleven oraciones (¡) para que se impulse a los j¨®venes a la caridad y les conceda fortaleza para anunciar el evangelio¡±. La primera, seg¨²n explican varios sacerdotes, consiste en ¡°borrar todos los pecados, del todo¡±. La segunda ¡°aporta beneficios al alma, como aumentar la fortaleza espiritual en el coraz¨®n y las virtudes cristianas¡±.
¡°Dios es tan misericordioso que aprovecha estos momentos¡± para facilitar el acceso al perd¨®n
Preguntados por la imagen de banalizaci¨®n del pecado y de la propia confesi¨®n que pueden transmitir estos reclamos, algunos sacerdotes reconocen que puede parecerlo, pero insisten, como Miguel Garc¨ªa, en que ¡°la misericordia de Dios siempre nos est¨¢ esperando¡±. ¡°Siempre estamos en oferta¡±, anuncia Garc¨ªa, que recuerda que ¡°la Iglesia est¨¢ permanentemente abierta a todo el mundo, a pesar de lo que quieran hacer pensar algunos¡±.
El misionero Juan Llorente cree que ¡°es muy grande¡± que se pueda cancelar totalmente la pena por ¡°este crimen¡±, como se refiere al aborto. ¡°Dios es tan misericordioso que aprovecha estos momentos¡± para facilitar el acceso al perd¨®n. ¡°La mujer se siente perdonada y ya puede participar en todos los sacramentos¡±, dice con una sonrisa, y recuerda que la pena solo se impone a las personas que siendo cat¨®licas y conociendo el pecado, lo cometen. Y a quienes presionan o incitan o ayudan a cometerlo. ¡°La gente lo hace por ignorancia o porque se siente presionada. No se puede juzgar; eso le corresponde a Dios¡±, dice, pero enfatiza, para terminar, que en ning¨²n caso est¨¢ justificado, ni aunque la madre o el hijo corran peligro, porque seg¨²n ¨¦l ¡°Dios est¨¢ por encima de la medicina y de todos los c¨¢lculos¡±.
Un manual de 31 p¨¢ginas explica todo el proceso y gu¨ªa en el examen de conciencia a quienes se quieren confesar en el Retiro
El mexicano padre Roberto explica que algunos sacerdotes, como ¨¦l, tienen la facultad permanentemente para remitir la excomuni¨®n, si bien suele estar reservada a los obispos ¡°por la delicadeza del pecado¡±. ¡°No es una cosa normal, es un asesinato¡±, afirma, y por eso se restringe la capacidad que estos d¨ªas s¨ª se ha otorgado a los curas rasos.
Para beneficiarse de la revocaci¨®n de la excomuni¨®n y de las indulgencias, aclaran los sacerdotes, es requisito imprescindible confesarse. Y si alguien tiene dudas de c¨®mo se hace, un buen n¨²mero de voluntarios les aguarda en los accesos a los 200 confesionarios con un folleto de 31 p¨¢ginas que les explica todo el proceso y les gu¨ªa en el examen de conciencia, con un concienzudo repaso a todos los pecados posibles. Uno de los voluntarios, que ya pas¨® por uno de los puestos de dise?o ayer, confiesa que deber¨¢ volver a hacerlo hoy porque, como ¡°dice el antiguo testamento, hasta el m¨¢s piadoso peca siete veces. Aunque sea por omisi¨®n".
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