¡°S¨ª, s¨ª, s¨ª, el Papa ya est¨¢ aqu¨ª¡±
Cada vez que Benedicto XVI cruce la puerta de la nunciatura ser¨¢ recibido con un espect¨¢culo
El Papa ha cruzado, a bordo del papam¨®vil de cristales blindados pero con la ventanilla bajada, sonriente, saludando, la entrada de la nunciatura en Madrid a la una y media en punto de la tarde, exactamente la hora prevista en el milimetrado programa de las 78 horas siguientes. Aqu¨ª se aloja hasta que parta el domingo. Cientos de peregrinos, sobre todo adolescentes y madres con cr¨ªos peque?os, le han recibido al grito de ¡°s¨ª, s¨ª, s¨ª, el Papa ya est¨¢ aqu¨ª¡± o ¡°Se nota, se siente, el Papa est¨¢ presente¡±. Los chavales, enarbolando banderas de sus pa¨ªses (muchas espa?olas, pero tambi¨¦n de Argentina, Alemania, Estados Unidos¡) se han entretenido durante la espera al son de c¨¢nticos rocieros, sevillanas y rumbas interpretadas all¨ª mismo por chicas de faralaes sobre un estrado colocado frente a la puerta o con m¨²sica discotequera grabada como el Mamma mia de Abba o Love is in the air (el amor est¨¢ en el aire). Una representante de la organizaci¨®n explicaba que cada vez que Benedicto XVI cruce la puerta de la nunciatura ser¨¢ recibido con un espect¨¢culo distinto. Una de las pancartas que los presentes exhib¨ªan dec¨ªa: ¡°?Millones de locos? ?Bendita locura!¡±.
El Papa llegaba a la nunciatura desde el aeropuerto de Barajas en su primer recorrido por las calles de la ciudad, buena parte de la cual est¨¢ cerrada al tr¨¢fico durante la visita. Su s¨¦quito, que incluye a su m¨¦dico personal, que estar¨¢ especialmente atento a paliar el efecto del calorazo, estaba repartido en coches blindados y furgonetas. Los que no pernocten en la nunciatura lo hacen en el hotel de enfrente, seg¨²n un miembro del equipo de protocolo de la Jornada Mundial de la Juventud.
Para muchos de los que estaban all¨ª no era la primera vez que ve¨ªan a Benedicto XVI en persona. Varias adolescentes cordobesas del Opus Dei explicaban que ya asistieron al encuentro de las familias en Valencia, en 2006.
Los j¨®venes que se han acercado hasta la sede diplom¨¢tica del Vaticano en Madrid, ubicada en el norte de la capital, no lejos del Santiago Bernab¨¦u, confiaban en que una vez dentro del recinto Benedicto XVI saliera a saludarles. Muchos se han quedado por si acaso. Unas adolescentes espa?olas entonaban lemas con entusiasmo. Por ejemplo, "lo dice el Papa, lo dicen los obipos... La juventud es lo mejor de Cristo". Cuando la polic¨ªa ha abierto la calle al tr¨¢fico ha quedado claro que el Papa solo saldr¨ªa ya para dirigirse a Cibeles por la tarde.
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