El soci¨®logo y el ginec¨®logo, los socialistas que no apoyar¨¢n la reforma en el Senado

¡°Adem¨¢s de la prima de riesgo econ¨®mica est¨¢ la prima de riesgo pol¨ªtica, y adem¨¢s de la confianza de los mercados, est¨¢ la de los ciudadanos¡±. Esa es la raz¨®n por la que el senador socialista Imanol Zubero no apoyar¨¢ la reforma de la Constituci¨®n que establece un l¨ªmite al d¨¦ficit p¨²blico, que el viernes pasado fue aprobada en el Congreso. La medida inici¨® ese mismo d¨ªa su tr¨¢mite en la C¨¢mara alta para ser votada por el pleno ma?ana, 7 de septiembre. Roberto Lertxundi, compa?ero de filas de Zubero en el PSE-EE, tambi¨¦n confirma que se abstendr¨¢.

Zubero, doctor en Sociolog¨ªa y profesor titular en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, cree que no tiene sentido pensar que los mercados act¨²an con alguna racionalidad y que moderan sus impulsos de "especulaci¨®n feroz" seg¨²n lo que hagamos. ¡°?C¨®mo carajo vas a convencer a una m¨¢quina de que podemos ser rigorosos?¡±, se pregunta, tras se?alar que parte de la compra y venta de valores se realiza con sistemas inform¨¢ticos. ¡°Es una econom¨ªa de casino y la ¨²nica posibilidad que tenemos es reglamentarla¡±, afirma, y se?ala como soluci¨®n ¡°un gran acuerdo europeo que impida ciertos movimientos de los mercados¡±.

Me abstengo para que el precedente de una modificaci¨®n de la Constituci¨®n no pase desapercibida" Roberto Lertxundi

El ginec¨®logo Lertxundi, que prefiere ¡°no hacer m¨¢s ruido ni hablar m¨¢s sobre el tema¡±, remite a sus declaraciones al diario El Correo sus dudas sobre la eficacia de la reforma. ¡°Estas cosas [los mercados] tienen una l¨®gica que escapan al control¡±, dijo, y se?al¨® que ya existe una Ley de Estabilidad Presupuestaria que establece desde 2006 la tendencia al d¨¦ficit cero. El senador est¨¢ de acuerdo en que ¡°el endeudamiento progresivo no facilita las cosas a ninguna administraci¨®n¡±, pero se muestra contrario al modo en que se ha hecho la reforma, con un acuerdo alcanzado entre PSOE y PP ¡°en dos noches¡±. Que se modifique la Carta Magna ¡°a su antojo¡± le parece ¡°grav¨ªsimo¡± y cree que sienta un precedente muy peligroso.

¡°No es una cuesti¨®n de disidencia ni de rebeld¨ªa¡±, insiste Lertxundi, que acumula un historial de defensa de sus ideas que le cost¨® la expulsi¨®n del Partido Comunista en 1981, y le llev¨® a abandonar en 1993 Euskadiko Ezkerra cuando esta formaci¨®n se uni¨® al PSE (Partido Socialista de Euskadi), a lo que entonces se negaba. ¡°Me abstengo porque no voto contra el Gobierno¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica, descartando pulsar el bot¨®n del "no". Y lo hace ¡°para que el precedente de una modificaci¨®n de la Constituci¨®n como esta no pase desapercibida¡±.

Comprensi¨®n en el PSOE

Zubero asegura que est¨¢ en pol¨ªtica de forma accidental y que tiene muy claro que no va a repetir. ¡°Es m¨¢s sencillo opinar desde mi situaci¨®n que desde la de quien tiene que ejecutar¡±, apunta, y repite varias veces al otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica desde su despacho en la Universidad, en que ¡°las explicaciones de [Alfredo P¨¦rez] Rubalcaba dan sentido a la decisi¨®n¡± y que ¡°est¨¢ actuando con responsabilidad¡±.

No hubo presiones en la reuni¨®n del lunes 29 de septiembre en la que el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno trat¨® de convencer a diputados y senadores socialistas sobre la necesidad de la reforma, asegura el soci¨®logo. ¡°Hubo mucha libertad y respeto, y la gente que nos expresamos m¨¢s cr¨ªticamente lo hicimos con naturalidad¡±, relata. ¡°Yo me qued¨¦ maravillado de la frescura y la capacidad de escucha de Rubalcaba hasta las dos de la madrugada. Siempre con una actitud de convencer, de dialogar, nada autoritario¡±, subraya. El exministro tiene que hacer aun un esfuerzo para explicar la decisi¨®n a los ciudadanos, seg¨²n Zubero, que asegura que sabe ¡°que est¨¢ en su voluntad¡±.

Lo ¨²nico que tengo claro es que no estoy de acuerdo y voy a seguir en esa convicci¨®n" Imanol Zubero

El profesor no ha decidido qu¨¦ har¨¢ durante la votaci¨®n, si se abstendr¨¢, votar¨¢ en contra o se ausentar¨¢ de la C¨¢mara. No sabe tampoco cu¨¢ntos de sus compa?eros se abstendr¨¢n, si lo hacen, pero vaticina que ¡°lo que va a pasar es lo mismo que en el Congreso¡±. Lo que s¨ª sabe es que ¡°lo har¨¢ con la m¨¢xima responsabilidad¡± y esperar¨¢ a la reuni¨®n del grupo previa al pleno para decidir c¨®mo formalizar su oposici¨®n.

Se nota en su voz que no le gusta verse obligado a romper la disciplina de partido. ¡°Hubiese preferido que esto no hubiese ocurrido. Las discrepancias deben ser llevadas al terreno del acuerdo, y me sabe mal¡±, asegura, pero actuar¨¢ en conciencia: ¡°Lo ¨²nico que tengo claro es que no estoy de acuerdo y voy a seguir en esa convicci¨®n. No he cambiado de opini¨®n¡±.