¡°El Estado ha derrotado policialmente a ETA, se ha cargado la lucha armada¡±
Los presos asumen que la banda ¡°est¨¢ de rodillas¡± y que quedan ¡°cuatro libres¡± y que las fuerzas de seguridad saben incluso "quienes son"
El encierro entre los muros de una prisi¨®n deja mucho tiempo para reflexionar y para hablar de lo que pasa ah¨ª fuera. Los presos de ETA no paran de hacerlo, especialmente ahora que presienten el final del terrorismo. Seg¨²n un informe de las fuerzas de seguridad sobre lo que hablan los etarras entre rejas, muchos de ellos se dan por vencidos. ¡°El Estado ha derrotado a ETA policialmente, la ha aplastado, as¨ª de claro¡±, se asegura en una conversaci¨®n recientemente interceptada. Parad¨®jicamente, el interlocutor se muestra sorprendido de que el Gobierno est¨¦ actuando de una manera ¡°torpe de cojones¡± (literalmente) y est¨¦ dejando, cree, que sea lo que fue Batasuna la que capitalice como un logro propio el que ETA acabe desapareciendo.
Los presos, inmersos en un debate sobre si se adhieren al acuerdo de Gernika, est¨¢n a la expectativa de que en los pr¨®ximos d¨ªas la banda haga p¨²blico un comunicado. Las fuerzas de seguridad tambi¨¦n creen posible que en los pr¨®ximos d¨ªas ETA se pronuncie, aunque sin anunciar su adi¨®s, aseguran las fuentes. Por lo menos ahora.
Pero diga adi¨®s o no, los presos ven que su organizaci¨®n terrorista est¨¢ derrotada. Y se sorprenden de que el Gobierno no lance las campanas al vuelo. ¡°Son tan torpes que en vez de decir que los hemos puesto de rodillas, que est¨¢n todos en la c¨¢rcel y que los cuatro que quedan sabemos qui¨¦nes son y d¨®nde est¨¢n (...) van a presentar lo que es una victoria como una derrota final¡±, se puede leer en un de los informes sobre las conversaciones en prisi¨®n.
Los reclusos consideran que el Estado est¨¢ dejando que ¡°parezca que todo lo ha conseguido Batasuna¡±, cuando est¨¢n convencidos de que la Guardia Civil y la polic¨ªa, con la sucesi¨®n de golpes policiales, ¡°la lucha armada se la han cargado¡±, seg¨²n afirmaciones de un preso del sector m¨¢s ortodoxo de la banda.
Los analistas de las fuerzas de seguridad advierten de que, viendo como hablan los presos, ¡°se puede caer en el error de que al final capitalicen el final de la violencia precisamente quienes la han practicado¡±. El lehendakari, Patxi L¨®pez, subrayaba, en esa l¨ªnea: ¡°No nos equivoquemos de por qu¨¦ estamos en esta situaci¨®n¡±. Y el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, remachaba: ¡°Hemos ganado la guerra, que no perdamos la paz¡±.
En esta l¨ªnea, los expertos policiales destacan la pr¨¢ctica ausencia de la kale borroka de las calles del Pa¨ªs Vasco durante este verano. Un informe del Departamento vasco de Interior, dirigido por Rodolfo Ares, subrayaba que en lo que va de a?o el vandalismo terrorista ha descendido un 91%.
Los expertos avisan de que Bildu quiere capitalizar el ¨¦xito del final etarra
Pero incluso ese descenso, que Ares atribuy¨® a la presi¨®n policial, ha querido ser capitalizado por Bildu como parte de las condiciones pol¨ªticas propiciadas por su ¨¦xito electoral. Por ello, los expertos antiterroristas analizan: ¡°La izquierda abertzale ha querido arrogarse el protagonismo de ese final de la violencia y de la kale borroka, asumiendo de ese modo que antes ten¨ªan alguna participaci¨®n en que existiera¡±.
Incluso as¨ª, los analistas del Ministerio del Interior ven algo bueno en ese intento de protagonismo. ¡°Con su af¨¢n [de la izquierda abertzale] de cumplir la ley, cada d¨ªa se ve obligada a dar m¨¢s pasos y ese af¨¢n por querer cumplir la ley delata el ¨¦xito de la pol¨ªtica antiterrorista¡±, escriben. Los mismos analistas se atreven a rogar en sus informes que se deje ¡°al margen de la discusi¨®n electoral la estrategia antiterrorista¡±.
Los pasos para cumplir la ley llegan hasta el punto de que incluso la izquierda radical reclama que los presos puedan acogerse a los beneficios penitenciarios, algo impensable hace apenas unos a?os, pero que el colectivo de presos de Nanclares (aquellos que han renegado de la violencia) lleva tiempo reclamando.
El asunto va cundiendo entre los presos, tal y como revela el comentario de otro preso cercano a la ortodoxia de la banda: ¡°De Madrid para arriba [en referencia a los encarcelados en prisiones m¨¢s cercanas al Pa¨ªs Vasco o de la propia Euskadi] est¨¢n locos porque les pongan un papel por delante para firmarlo sin leerlo e irse a la calle¡±. Lo que confirmar¨ªa que el colectivo est¨¢ roto y que cada vez son m¨¢s los que se buscan la vida por su cuenta y al margen de ETA.
La ¡®kale borroka¡¯ se ataca a s¨ª misma
Es cierto, como dice Rodolfo Ares, que la kale borroka (lucha callejera o vandalismo terrorista, seg¨²n qui¨¦n la nombre) ha ca¨ªdo hasta el nivel m¨¢s bajo de la historia. Como es cierto tambi¨¦n que el incidente m¨¢s grave de este verano lo sufri¨® un ex colaborador de ETA. Ocurri¨® en la madrugada del pasado d¨ªa 24, cuando unos desconocidos lanzaron un petardo e hicieron una pintada faltona en el domicilio de la familia de Ander Arrue Ayuso.
Ander Arrue, a los ojos de los violentos, cometi¨® dos pecados. El primero, en marzo, cuando en el juicio por el ataque con un artefacto explosivo contra un repetidor de telefon¨ªa en Mendibil (?lava, en mayo de 2009) rechaz¨® el uso de la violencia e inculp¨® a su amigo de toda la vida, Jokin Zerain, de haberle entregado el paquete explosivo. El segundo lo cometi¨® cuando abon¨® el importe de los desperfectos causados por la colocaci¨®n del artefacto: 6.864 euros.
Dos quebrantos de la ortodoxia que le permitieron que la Audiencia Nacional le condenase a solo un a?o de prisi¨®n en abril pasado al serle aplicada la atenuante de reparaci¨®n del da?o. Jokin Zerain fue condenado, en cambio, a nueve a?os de prisi¨®n.
Lo curioso es que, tras el ataque a la casa de Arrue (al que ya insultaron los familiares de Zerain durante el juicio), nadie de Bildu ni de lo que era Batasuna, nadie de la izquierda abertzale, ha salido a defenderle. Ni lo ha contado Gara. El dato no ha pasado inadvertido, en cambio, a los servicios antiterroristas ni al Departamento vasco de Interior.
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