Llamada al orgullo y la autoestima

El Comit¨¦ Electoral del PSOE sabe que su militancia pasa por horas muy bajas tras la derrota estrepitosa del 22-M, los malos resultados de las encuestas y la persistencia de una crisis econ¨®mica a la que no termina de v¨¦rsele la salida. Por ello, quiere aprovechar su conferencia pol¨ªtica, el acto socialista m¨¢s importante antes de las elecciones del 20-N como reconoci¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, para levantar la moral de la tropa con dosis altas de orgullo y autoestima. Para reforzar esa pretensi¨®n y, con ella, lograr la movilizaci¨®n de sus bases, condici¨®n necesaria para animar a amplias franjas abstencionistas de su electorado tradicional, introdujo, por sorpresa, a Felipe Gonz¨¢lez, en el acto de presentaci¨®n de la conferencia.

La intervenci¨®n del veterano l¨ªder del partido fue una aut¨¦ntica llamada al orgullo y a la autoestima del PSOE. Reclam¨® a los cuadros del partido reunidos que pasaran de la actitud defensiva, en que les ve¨ªa, a una movilizaci¨®n inmediata y a la ofensiva. Argument¨® que el PSOE tambi¨¦n hab¨ªa pasado por momentos muy dif¨ªciles y volvi¨® a recordar ¡ªya lo ha hecho alguna otra vez¡ª que en 1996 el PP de Aznar le superaba antes de la campa?a electoral por 14 puntos y, al final, le gan¨® por muy poco. Y record¨®, en un discurso de reivindicaci¨®n muy europe¨ªsta, c¨®mo los socialistas hab¨ªan hecho las cosas mucho mejor de lo que le reconoc¨ªan las encuestas.

En su intento movilizador, cerr¨® su intervenci¨®n con otro gui?o a la militancia socialista, dirigido al candidato, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, en momentos tan dif¨ªciles para los socialistas: ¡°Estoy a tu disposici¨®n y a tus ¨®rdenes como un militante del partido¡±.

Zapatero hizo, a su vez, un reconocimiento muy especial a Rubalcaba con el que quiso desmentir los constantes comentarios de fuertes discrepancias entre ambos. Aclar¨® que era su candidato y le atribuy¨® algunos de los principales ¨¦xitos de su mandato, como la pr¨¢ctica derrota del terrorismo de ETA. Pero, adem¨¢s de unirse a la llamada a la movilizaci¨®n general, aprovech¨® la concentraci¨®n de cuadros socialistas de la conferencia para hacer una rendici¨®n de cuentas de sus controvertidas decisiones econ¨®micas de los dos ¨²ltimos a?os de la legislatura. No s¨®lo no se desdijo de ellas sino que aventur¨® que el futuro dir¨¢ que esas decisiones evitaron una situaci¨®n muy grave para Espa?a.

En esa rendici¨®n de cuentas, Zapatero record¨® su hoja de ruta: que Espa?a no fuera intervenida; realizar las reformas necesarias para ello y preparar la salida de la crisis y salvar en lo posible la cohesi¨®n social. Zapatero mantuvo que el final de la crisis se ver¨¢ m¨¢s pronto que tarde. Es en ese punto d¨®nde la estrategia inicial de campa?a del PSOE no ha podido cumplirse. Las convulsiones financieras del verano han impedido que Rubalcaba pudiera vender los esfuerzos del Gobierno contra la crisis, en la perspectiva de una recuperaci¨®n contrastada con la falta de apoyos de Rajoy, y presentar en su programa las bases de la recuperaci¨®n. Pese a ello, el PSOE conf¨ªa a¨²n en la fuerza de su candidato, bien valorado en las encuestas; en que las medidas que los gobiernos del PP en las autonom¨ªas le desenmascaran y en la movilizaci¨®n de la maquinaria socialista a la que? apelaron Gonz¨¢lez y Zapatero.