Secuestro en Kenia
Para solucionar el problema el Gobierno debe tener el apoyo de la oposici¨®n y la ciudadan¨ªa
Dos cooperantes espa?olas de M¨¦dicos sin Fronteras han sido secuestradas en el campamento de refugiados de Dadaab, en el este de Kenia. Los captores se hicieron pasar por refugiados de la vecina Somalia y atacaron el convoy en el que se desplazaban las dos cooperantes. Eso es cuanto se sabe a ciencia cierta, puesto que, si bien las autoridades kenianas han apuntado hacia Al Shabab, la rama somal¨ª de Al Qaeda, este grupo habr¨ªa desmentido estar detr¨¢s del secuestro. Todas las hip¨®tesis permanecen abiertas, incluyendo la posibilidad de que los autores sean delincuentes comunes.
Con anterioridad a este secuestro, se han producido al menos otros tres ataques contra ciudadanos extranjeros durante las ¨²ltimas semanas. La direcci¨®n regional de M¨¦dicos sin Fronteras ha decidido, con buen criterio, trasladar hasta Nairobi a la mayor parte de su personal en Dadaab. A partir de este momento, solo cabe confiar en las autoridades kenianas, cuya cooperaci¨®n est¨¢ siendo satisfactoria, y en el apoyo que puedan prestar los servicios espa?oles y de otras nacionalidades desplegados en la zona. Aunque cada secuestro es diferente, tanto Espa?a como el resto de la comunidad internacional han terminado por adquirir una experiencia que ser¨¢ de utilidad en este caso, como lo fue en otros anteriores.
Esa experiencia no se refiere ¨²nicamente al trabajo sobre el terreno, sino tambi¨¦n al tratamiento que, dentro de Espa?a, debe recibir por parte del Gobierno y los sectores afectados. Mientras no se establezca fehacientemente la autor¨ªa del secuestro parece dif¨ªcil avanzar en su soluci¨®n. Pero saber qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s no significa tampoco que la soluci¨®n sea ni autom¨¢tica ni sencilla. La proximidad de las elecciones podr¨ªa exacerbar la tentaci¨®n de pasar una ¨²ltima factura pol¨ªtica al Gobierno, al coste de dificultar la salida para la situaci¨®n en la que se encuentran las dos cooperantes. Su integridad y su libertad deber¨ªan ser las ¨²nicas prioridades mientras dure el secuestro y para garantizarlas el Gobierno tendr¨ªa que disponer del respaldo de la oposici¨®n y de un voto de confianza de los ciudadanos.
Este secuestro vuelve a poner de manifiesto la inestabilidad pol¨ªtica que vive la regi¨®n por el conflicto y la hambruna que azota Somalia. Lo m¨¢s urgente es resolver el secuestro, pero la situaci¨®n del Cuerno de ?frica merecer¨ªa algo diferente de la simple resignaci¨®n internacional.
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