Los indignados regresan en masa a Sol, epicentro de su protesta
Un grupo de indignados okupa el edificio de un hotel fuera de uso cercano a Sol Miles de manifestantes marchan en Barcelona, Sevilla, San Sebasti¨¢n y otras ciudades La ira contra los bancos se ha reflejado en Madrid con una pitada ante el Banco de Espa?a
El Movimiento 15-M ha regresado a lo grande al lugar que le vio nacer hace cinco meses: la puerta del Sol. Miles de personas han llegado al grito, ya cl¨¢sico, de "Que no, que no, que no nos representan" a la plaza donde se ubica el kil¨®metro cero. Los indignados, que ocuparon muchas calles aleda?as, protagonizaron varias asambleas hasta bien entrada la madrugada.
La protesta del 15-O, para exigir un nuevo sistema pol¨ªtico y econ¨®mico, se ha dejado sentir en decenas de plazas espa?olas. En Madrid (46.000 personas hab¨ªa en Sol cuando daban las ocho y media), en Barcelona (60.000, seg¨²n los Mossos), en Sevilla (45.000 personas, seg¨²n los manifestantes) y en San Sebasti¨¢n, entre otras muchas ciudades.
Mientras, los indignados extranjeros han hecho que pol¨ªticos y banqueros sientan su aliento con sus protestas a las puertas de sedes gubernamentales, y la Bolsa o bancos en varios rincones del planeta. "Somos el 99% frente al 1%" es uno de los gritos de esta protesta que se puede ver en una pancarta de Nueva York o en boca de una manifestante madrile?a. Son muchas horas de movilizaciones recogidas en im¨¢genes de profesionales y aficionados.
A la madrugada en la Puerta del Sol le falt¨®, como a la ¨²ltima asamblea, la sensaci¨®n de unidad y el entusiasmo que ten¨ªan las reuniones posteriores al 15-M. La asamblea general acab¨® pasada la una de la madrugada sin ning¨²n tipo de ceremonia. La reuni¨®n estuvo plagada de interrupciones, disputas por el turno de palabra y amagos de abandonar la plaza para dirigirse, sucesivamente, a la torre de comunicaciones de Torrespa?a (el pirul¨ª), al Banco de Espa?a, al Congreso y a la Universidad Complutense.
¡°Se nos est¨¢ acabando la gasolina¡±, advirti¨® la moderadora que, a los pocos minutos, se hart¨® de las interrupciones y abandon¨® el puesto (¡°Nunca me hab¨ªa pasado esto¡±, se quej¨®). La asamblea continu¨® un rato m¨¢s, hasta que se termin¨® el combustible y, con ¨¦l, la electricidad para los micr¨®fonos. Se pas¨® a los meg¨¢fonos y a las charlas en grupos peque?os, pero pronto se dispersaron.
La ¨²nica iniciativa que triunf¨® fue la de acercarse a la cadena SER, en la Gran V¨ªa de la capital, donde dos centenares de personas enviaron a un emisario para grabar un comunicado que esperan sea retransmitido. Y, ya pasadas las tres de la ma?ana, unos 300 indignados se acercaron al Hotel Madrid, en la calle Carretas, una de las que dan a Sol. Otro cisma: "No somos okupas", protestaban dos tercios de los manifestantes, mientras los dem¨¢s reventaban la puerta del edificio, que est¨¢ fuera de uso. Al final, acercamiento de los bomberos, que solo llegaron a la puerta y asamblea de los ¨²ltimos resistentes sentados en la calle para evitar un desalojo.
A las cinco de la tarde nada hac¨ªa presagiar en Madrid, salvo una valla alrededor de la fuente la diosa Cibeles, que en menos de una hora la plaza rebosar¨ªa con miles de indignados. "Lo que estamos intentando es que se escuche al pueblo, que dio sus votos y su confianza a unas personas que en lugar de cuidar los intereses del pueblo, cuidan los suyos¡±, explicaba Pilar Jal¨®n, agente de viajes de 57 a?os, que acudi¨® con sus hijos.
Santiago Fari?as, de 56 a?os, y Almudena Plaza, de 48, esperaban impacientes en la confluencia entre la calle de Alcal¨¢ y la Puerta del Sol. M¨®vil en mano intentaban localizar a su hijo de 24, que acamp¨® en Sol y que volv¨ªa a manifestarse desde Cibeles. Esperaban en el punto de llegada: se consideran demasiado mayores para ir de manifestaci¨®n. No obstante hablan orgullosos de ¨¦l, que ¡°se apunta a un bombardeo¡±, dice el padre, desempleado desde hace cuatro a?os. Pasadas las siete y cuarto, el principal acceso a Sol se colaps¨®. La plaza empez¨® a rebosar? indignados y estall¨® en una ola de aplausos.
La manifestaci¨®n de Barcelona ha sido la segunda gran marcha que pone a prueba la musculatura del movimiento en la capital catalana, despu¨¦s de que movilizasen a m¨¢s de 100.000 personas en junio, una semana despu¨¦s del cerco al Parlamento aut¨®nomo. Desde que el movimiento del 15 de mayo cuajase en la capital catalana, las movilizaciones en la ciudad son habituales, como la acci¨®n de ocupar de la Bolsa.?
La protesta planetaria en im¨¢genes
Fotogaler¨ªa con algunas de las im¨¢genes m¨¢s impactantes del d¨ªa. Im¨¢genes tomadas en Hong Kong, Santiago de Chile, Toronto, Grecia y otras protestas.?
La multitudinaria marcha en Sevilla ha reunido a m¨¢s de 45.000 personas, seg¨²n los organizadores. La polic¨ªa local no ha querido ofrecer una cifra concreta, solo ha dicho que han asistido miles de manifestantes. Bajo el lema Toma la calle. Rompe su bolsa. Gobierna tu vida, miles de personas han copado por completo la c¨¦ntrica avenida de la Constituci¨®n sevillana en una marcha sin incidentes y de ambiente festivo y reivindicativo. ¡°Solo con el fraude fiscal de los que m¨¢s tienen se suprimir¨ªan los recortes sociales¡±, protestaba Elio Fern¨¢ndez. A su lado, un beb¨¦ ten¨ªa colgado del cuello un lema m¨¢s tajante: ¡°He nacido para ver morir el sistema¡±.
En Valencia, la protesta ha reunido a unas 35.000 personas. Cuando la cabeza de la protesta, con pancartas de colectivos como Democracia Real Ya, Movimiento 15-M o Pobreza Zero, llegaba al punto final de la misma, en la plaza del Ayuntamiento, donde arrancaron las concentraciones de indignados del 15-M, la cola de la marcha sal¨ªa de la misma plaza, por la calle de las Barcas, con m¨¢s de dos kil¨®metros de recorrido a¨²n por delante. En Alicante, los indignados sumaron alrededor de 15.000 personas. En Elche, los convocantes congregaron a unas 2.000 personas y en Castell¨®n se concentraron 1.300, seg¨²n la polic¨ªa.
Miles de personas ¨Ccerca de 20.000, seg¨²n los organizadores- algo m¨¢s de 3.000, seg¨²n agentes que vigilan la marcha- han desfilado por Vigo, la ciudad que ha reunido al mayor n¨²mero de manifestantes. Han marchado desde la Plaza de Espa?a hasta la Puerta del Sol, un trayecto que ha durado dos horas y durante el que no se han registrado incidentes. Al grito de ¡°chorizos¡±, algunos participantes han portado pancartas contra los exdirectivos de Novacaixagalicia que se embolsaron indemnizaciones multimillonarias. En A Coru?a, Santiago y Pontevedra las concentraciones fueron multitudinarias.
Varios miles de indignados han salido a las calles de las tres capitales vascas para pedir un cambio global. "Hay que cambiar las reglas del juego", se?alaba en San Sebasti¨¢n Javier, de 40 a?os y gerente de una empresa. Est¨ªbaliz, una joven vizca¨ªna de 25 a?os, licenciada en Publicidad, explicaba resignada en la plaza Moyua de Bilbao: "nunca he trabajado de lo m¨ªo". Su sueldo m¨¢s alto hasta el momento ha sido de 635 euros. "Mi aita dice que el mundo est¨¢ estropeado", explicaba con soltura Aroa, una ni?a de 5 a?os, cuando se le preguntaba por qu¨¦ estaba all¨ª. Junto a los testimonios, las pancartas han echado el resto: lemas como "No hay pan para tanto chorizo", "?Nos van a dar ¨®rdenes nuestros empleados? ?ERE a los pol¨ªticos!", "Se ofrece esclavo titulado", "Tu botin, mi crisis", "Occupy Wall Street, not Palestine" han salpicado las principales calles de Euskadi.
Una convocatoria planetaria
Esta es una movilizaci¨®n planetaria de centenares de miles de personas que trabajan en red, est¨¢n permanentemente coordinadas entre s¨ª y han salido ya o saldr¨¢n a la calle bajo el lema Unidos por un cambio global para dejar patente a los afectados y al resto del mundo su monumental cabreo por la codicia de las ¨¦lites financieras y sus respectivos pol¨ªticos.
Los centenares de manifestantes que caminan hacia el centro de Madrid siguen por Internet, desde sus tel¨¦fonos m¨®viles, minuto a minuto c¨®mo evoluciona la movilizaci¨®n internacional en Roma o en Australia horas antes. Los que han salido de Legan¨¦s, integrantes de asambleas de las ciudades del sur de la Comunidad de Madrid, est¨¢n tambi¨¦n muy pendientes de c¨®mo evolucionan las cinco columnas restantes de la capital. Sus integrantes se coordinan por tel¨¦fono.
La convocatoria de este 15-O, que pretende ser "pac¨ªfica, sin logos y banderas" (aunque en Roma ha habido incidentes graves), naci¨® en Espa?a de la mano del Movimiento 15-M pero para el movimiento espa?ol es sobre todo una ocasi¨®n de revitalizarse y de dar un nuevo impulso a las asambleas de los barrios que caracteriza a este movimiento horizontal.
¡°No nos sentimos la madre [de la movilizaci¨®n], somos parte de ese r¨ªo. No podemos, ni queremos, liderarlo ni dirigirlo¡±, explicaba el jueves una representante de los indignados espa?oles (una masa en la que conviven particulares y activistas) en la presentaci¨®n de esta manifestaci¨®n planetaria.
¡°Unidos en una sola voz haremos saber a los pol¨ªticos y a las ¨¦lites financieras, a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro¡±, afirma el manifiesto conjunto.
Esta informaci¨®n ha sido elaborado con informaci¨®n de Miguel P¨¦rez, Joseba Elola, Rebeca Carranco, Camilo S. Baquero, Javier Mart¨ªn-Arroyo, V¨ªctor Honorato, Federico Sim¨®n, Isabel Landa y Ania Elorza.
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