Mi vida entera

Este octubre he cumplido 41 a?os. Mi madre siempre cuenta que el oto?o de 1970 fue especialmente fr¨ªo. Empez¨® a nevar muy pronto. Nac¨ª durante el llamado Proceso de Burgos, en el cual se juzg¨® a la direcci¨®n de ETA del momento. Fueron momentos convulsos. Las movilizaciones que se dieron en toda Europa hicieron que el r¨¦gimen conmutara las condenas a muerte por penas de prisi¨®n.

Desde aquel oto?o fr¨ªo, a lo largo de toda mi vida, ETA y la violencia han estado presentes, ah¨ª detr¨¢s. Como una sombra que se alargaba y acortaba. Cuando ten¨ªa diez a?os un grupo paramilitar mat¨® al padre de una compa?era de clase. Casi a la par supe que familiares m¨ªos eran extorsionados. As¨ª, hasta el d¨ªa de ayer. Un d¨ªa feliz en el que me asaltaba la emoci¨®n y, tambi¨¦n, muchos recuerdos. Recuerdos de antes y de ahora. Este mismo a?o me visit¨® en Ondarroa el periodista Ander Landaburu para una entrevista. Hac¨ªa a?os que no iba all¨ª. Tras mucho tiempo, iba sin escolta. ¡°Hab¨ªa olvidado lo bonito que era esto¡±, me dijo. No hace mucho que com¨ª junto a Emilio Ybarra, cuyo familiar hab¨ªa sido secuestrado y posteriormente asesinado. Este mismo mes sal¨ªa de prisi¨®n tras 23 a?os, Kandido Zubikarai, un preso de mi pueblo cuyo hermano hab¨ªa sido asesinado. Le hab¨ªan aplicado la doctrina Parot. Pero tambi¨¦n me acord¨¦ de gente como mi padre, gente an¨®nima, que en sus ¨²ltimos d¨ªas en el hospital sent¨ªa pena porque ¨¦l no ver¨ªa nunca el final del t¨²nel.

Este octubre he cumplido 41 a?os. De aquella ETA de 1970 con pleno apoyo internacional a la de ayer. Mi vida entera. Hay un poema de la premio Nobel polaca Wislawa Szymborska que se titula ¡°Fin y Principio¡±. Dice as¨ª, ¡°Despu¨¦s de cada guerra / alguien tiene que limpiar. / No se van a ordenar solas las cosas, digo yo. // Eso de fotog¨¦nico tiene poco / y requiere a?os.¡± Fin y principio. Quisiera que el fin de ETA fuera el principio de una nueva etapa, una etapa en la que, bas¨¢ndose en el mutuo respeto, la asunci¨®n de responsabilidades y la generosidad, podamos ir cerrando heridas, reconstruyendo los puentes hace mucho derribados. No es algo que concierne solo a las instituciones o a los partidos pol¨ªticos. Es una labor que concierne a todos y cada uno de nosotros. Una labor, en palabras de Szymborska, ¡°nada fotog¨¦nica y que requiere a?os¡±. Pero necesaria. Para llegar a ser una sociedad sana. Para que no vuelva a ocurrir. Estoy convencido de que lo sabremos hacer bien, estoy seguro.