Los obispos piden no votar a los partidos del divorcio, el aborto o el matrimonio gay
Conferencia Episcopal publica una ¡°nota¡± con sus orientaciones electorales ante el 20-N
No disponen de partido ni se presentan a las elecciones, pero los obispos espa?oles tienen un programa. Lo ha desgranado esta ma?ana su portavoz, Juan Antonio Mart¨ªnez Camino, en conferencia de prensa, desde el horizonte de lo que los prelados llaman ¡°fundamentos prepol¨ªticos¡±. Su tesis es que las disposiciones legales no son siempre morales y justas ¡°por el mero hecho de que emanen de organismos pol¨ªticamente leg¨ªtimos¡±. Por ello, reclaman que en las pr¨®ximas elecciones, antes de votar, se tenga en cuenta ¡°el peligro que suponen determinadas opciones legislativas que no tutelan adecuadamente el derecho a la vida, desde su concepci¨®n hasta su muerte natural, o que incluso llegan a tratar como un derecho lo que en realidad constituye un atentado contra el derecho a la vida¡±. Se refieren a la despenalizaci¨®n de aborto, a la aplazada legalizaci¨®n de la eutanasia y a la investigaci¨®n con embriones con fines m¨¦dicos, entre otras propuestas del Partido Socialista.
Como medidas concretas, la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) tambi¨¦n legislar¨ªa para suprimir el divorcio y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Dicen. ¡°Es necesario tutelar el derecho de los espa?oles a ser tratados por la ley espec¨ªficamente como esposo y esposa, en un matrimonio estable, que no quede a disposici¨®n de la voluntad de las partes ni, menos a¨²n, de una sola de las partes. Son tambi¨¦n peligrosos y nocivos para el bien com¨²n ordenamientos legales que no reconocen al matrimonio en su ser propio y espec¨ªfico, en cuanto uni¨®n firme de un var¨®n y una mujer ordenada al bien de los esposos y de los hijos¡±.
El pronunciamiento episcopal se ha producido mediante una ¡°nota¡± y despu¨¦s de una larga reuni¨®n de la Comisi¨®n Permanente de la CEE, que empez¨® el martes y concluy¨® anoche. Dice en su primer p¨¢rrafo. ¡°El 20 de noviembre estamos todos convocados a las urnas. Con este motivo, los obispos ofrecemos a los cat¨®licos y a cuantos deseen escucharnos algunas consideraciones que ayuden al ejercicio responsable del deber de votar. Cada uno deber¨¢ sopesar, en conciencia, a qui¨¦n debe votar para obtener, en conjunto, el mayor bien posible en este momento¡±. A la permanente del episcopado, presidida por el cardenal de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco, pertenece lo m¨¢s granado de la jerarqu¨ªa del catolicismo espa?ol, entre ellos todos sus cardenales y arzobispos.
Tambi¨¦n opinan los prelados sobre la crisis econ¨®mica. Piden ¡°pol¨ªticas sociales y econ¨®micas responsables y promotoras de la dignidad de las personas, que propicien el trabajo para todos¡±. A?aden: ¡°Son necesarias pol¨ªticas que favorezcan la libre iniciativa social en la producci¨®n y que incentiven el trabajo bien hecho, as¨ª como una justa distribuci¨®n de las rentas; que corrijan los errores y desv¨ªos cometidos en la administraci¨®n de la hacienda p¨²blica y en las finanzas; que atiendan a las necesidades de los m¨¢s vulnerables, como son los ancianos, los enfermos y los inmigrantes¡±.
Religi¨®n en la escuela
El programa episcopal se fija tambi¨¦n en las pol¨ªticas educativas, un sector en el que el catolicismo es una potencia, incluso econ¨®mica. Su idea fuerza es que la ense?anza de la religi¨®n y la moral cat¨®lica en la escuela p¨²blica debe ser ¡°una asignatura fundamental opcional¡±. Afirman: ¡°Es un modo de asegurar los derechos de la sociedad y de los padres y exige hoy una regulaci¨®n m¨¢s adecuada para que esos derechos sean efectivamente tutelados¡±. Tambi¨¦n insisten en que el Estado ¡°debe evitar imposiciones ideol¨®gicas que lesionen el derecho de los padres a elegir la educaci¨®n filos¨®fica, moral y religiosa que deseen para sus hijos. En cambio, ha de ser facilitada la justa iniciativa social en este campo¡±.
Los consejos electorales de los obispos concluyen con un reconocimiento de ¡°la legitimidad moral de los nacionalismos o regionalismos que, por m¨¦todos pac¨ªficos, desean una nueva configuraci¨®n de la unidad del estado espa?ol¡±, pero remachan un principio general muy de su gusto: la necesidad de ¡°tutelar el bien com¨²n de la naci¨®n espa?ola en su conjunto, evitando los riesgos de manipulaci¨®n de la verdad hist¨®rica y de la opini¨®n p¨²blica por causa de pretensiones separatistas o ideol¨®gicas de cualquier tipo¡±.
Es en este punto cuando, casi de pasada, citan el terrorismo pese a haber tenido noticia del comunicado de ETA cuando todav¨ªa estaban reunidos en la sede de la Conferencia Episcopal. Afirman: ¡°Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer expl¨ªcita ni impl¨ªcitamente a una organizaci¨®n terrorista como representante pol¨ªtico de ning¨²n sector de la poblaci¨®n, dado que el terrorismo es una pr¨¢ctica intr¨ªnsecamente perversa, del todo incompatible con una visi¨®n justa y razonable de la vida¡±.
El portavoz de la CEE justific¨® este laconismo: ¡°Nunca la Conferencia Episcopal ha hecho una valoraci¨®n moral, y mucho menos pol¨ªtica, de ning¨²n texto de ETA. Y tampoco lo va a hacer ahora.¡±
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