Los imprescindibles
Quienes padecimos los a?os feroces de ETA no podemos olvidar el amparo de la Guardia Civil
Hace a?os se dio uno de esos casos verdaderos de los que la ficci¨®n se apodera con total naturalidad: una pareja de la Guardia Civil ayud¨® a dos monta?eros vascos accidentados en medio de una tormenta de nieve. Atendieron a uno de ellos que estaba herido y todos juntos aguardaron en una cueva a que el tiempo mejorase y pudiesen iniciar el descenso. Los vascos eran miembros de ETA y esas horas de forzosa fraternidad en el improvisado refugio de la monta?a con los ¡°enemigos¡± que les hab¨ªan auxiliado en cumplimiento de su deber cambiaron el modo de pensar al menos de uno de ellos. O eso es lo que asegura la leyenda, que en esta ocasi¨®n parece humanamente veros¨ªmil.
Con este suceso como motivo inicial, aunque tom¨¢ndose las libertades que corresponden al creador art¨ªstico, han hecho un interesante cortometraje Gonzalo Visedo y Daniel Str?mbeck, titulado Tchang en referencia al sherpa que acompa?a a Tint¨ªn en su aventura en el T¨ªbet (sin duda el ¨¢lbum est¨¦ticamente m¨¢s hermoso de esta saga que pertenece ya a la historia del arte del siglo XX, m¨¢s all¨¢ de lo que Spielberg haya hecho con sus personajes en el cine). La historia de Tchang es narrada en el cortometraje por su inspiraci¨®n humanista, tan presente siempre en la obra maestra de Herg¨¦ pese a algunas torpezas iniciales que hoy suelen ser maliciosamente magnificadas.
Los autores del cortometraje lo son tambi¨¦n del v¨ªdeo de debate en torno al ¡°Documento de la justicia¡± promovido por la Fundaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo. Y la par¨¢bola de esos guardias civiles merece ser recordada ahora, precisamente ahora, cuando el pasado s¨¢bado m¨¢s de medio millar de ellos se manifestaron en Vitoria frente a Ajuria Enea, reclamando solidaridad contra el hostigamiento de que vienen siendo v¨ªctimas en diversas localidades gobernadas por Bildu en la CAV y Navarra. Una protesta que puede pasar desapercibida ¡ªtiene poco glamour, claro¡ª en la ajetreada semanita de celebraciones bien concertadas que acabamos de pasar: escenificaci¨®n de Conferencia de Paz internacional en Aiete, declaraci¨®n de la izquierda abertzale, comunicado del cese de violencia por parte de ETA, manifestaci¨®n batasunera, etc¡ Y sin embargo la concentraci¨®n de esos guardias civiles es importante ahora, precisamente ahora, al menos por un par de razones.
En primer lugar, porque sirve para recordar a uno de los colectivos que m¨¢s sangre y sacrificios han aportado para conseguir el actual ¡ªy todav¨ªa muy parcial¡ª desistimiento de los terroristas. Quienes hemos padecido en el Pa¨ªs Vasco los a?os feroces de ETA no podemos olvidar el papel imprescindible de amparo que tuvimos en la Guardia Civil, el suplemento abnegado de valor que brindaron a la gente que se atrev¨ªa a manifestarse p¨²blicamente contra la coacci¨®n totalitaria. Sin duda algunos miembros cometieron abusos y hemos sido precisamente quienes estamos m¨¢s agradecidos a la Benem¨¦rita los que reclamamos que se esclarecieran y castigaran para limpiar el buen nombre del cuerpo en general, cuya labor fue insustituible e impagable.
En segundo lugar, esa denuncia de hostigamiento nos recuerda que m¨¢s all¨¢ de los atentados y cr¨ªmenes ha existido y sigue existiendo una presi¨®n del matonismo proetarra contra los ciudadanos que les estorban porque dificultan su proyecto de ocupaci¨®n total del espacio p¨²blico y la visibilidad social. Y es de temer que ese atemorizamiento sistem¨¢tico se refuerce tras la proclamaci¨®n verbal de cese de la violencia. ?O es que acaso no resulta raro que haya tantas exhibiciones p¨²blicas del triunfalismo radical estos d¨ªas y sin embargo no veamos ni una sola manifestaci¨®n masiva en la calle que exteriorice la alegr¨ªa de quienes ¡ªm¨¢s all¨¢ de siglas pol¨ªticas¡ª creen haber recuperado su libertad y su derecho a defender sin cautelas la Constituci¨®n y el Estatuto en que institucionalmente se fundamenta? La perpetuaci¨®n del miedo forma parte del plan y es l¨®gico que quienes se benefician de ¨¦l quieran verse libres de la Guardia Civil cuanto antes.
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