Desconcierto
Que un dirigente de la izquierda radical pudiera ser ¡®lehendakari¡¯ ha dejado de ser impensable
La izquierda abertzale parece ser la ¨²nica que sabe lo que quiere. Es obvio que algunos dirigentes de la izquierda abertzale han dise?ado desde hace a?os una estrategia tanto para conseguir que ETA acabara aceptando el fin de la lucha armada como para hacer pol¨ªtica en el sistema pol¨ªtico espa?ol y en el subsistema pol¨ªtico vasco una vez que ETA lo hubiera aceptado. Como consecuencia de ello, la izquierda abertzale parece ser la ¨²nica formaci¨®n pol¨ªtica que se encuentra c¨®moda haciendo pol¨ªtica en ausencia de terrorismo. Parece que son los ¨²nicos que han pensado en qu¨¦ habr¨ªa que hacer una vez que ETA dejara las armas. Y por eso, ante el desconcierto de los dem¨¢s, son los que llevan la iniciativa. En estos ¨²ltimos d¨ªas, despu¨¦s del comunicado de ETA, est¨¢ resultando muy visible.
En realidad, llevan la iniciativa desde hace ya alg¨²n tiempo. La decisi¨®n de constituir un partido pol¨ªtico propio, Sortu, de una manera jur¨ªdicamente irreprochable con la finalidad de estar presente en las instituciones, la tomaron algunos dirigentes de la izquierda abertzale hace m¨¢s de un a?o. Al mismo tiempo se dise?¨® un plan B, consistente en la constituci¨®n de una agrupaci¨®n electoral, Bildu, que permitiera a la izquierda abertzale estar presente en las elecciones municipales, para el supuesto de que el partido pol¨ªtico no fuera reconocido como tal y no pudiera inscribirse en el Registro de Partidos del Ministerio de Interior.
El desconcierto ante la decisi¨®n de la izquierda abertzale quedar¨ªa ejemplificada en la divisi¨®n tanto del Tribunal Supremo como del Tribunal Constitucional, aunque en sentido inverso, sobre c¨®mo se deb¨ªa reaccionar ante la iniciativa de hacer pol¨ªtica por v¨ªas exclusivamente pac¨ªficas.
Celebradas las elecciones, la izquierda abertzale ha ejercido el poder en Ayuntamientos y Diputaciones con la precauci¨®n suficiente como para que no se pudiera, por un lado, instar ante el poder judicial su ilegalizaci¨®n y se consiguiera, por otro, tener una base s¨®lida para poder participar en las elecciones generales de 2012.
Simult¨¢neamente han dado los pasos para conseguir una declaraci¨®n definitiva de renuncia de ETA a la lucha armada, contando para ello con la celebraci¨®n de una conferencia internacional en la que estuvieron presentes personalidades indiscutibles. El desconcierto ante la celebraci¨®n de esa conferencia no ha podido ser mayor. Tanto de dirigentes pol¨ªticos como de quienes participan en el proceso de formaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. Dichas personalidades han actuado como han actuado o porque no tienen ¡°ni pu?etera idea¡± o porque han sido tratados ¡°a cuerpo de rey¡±. Vale.
La izquierda abertzale ha conseguido que ETA haya hecho p¨²blica la declaraci¨®n de fin de la lucha armada en los d¨ªas inmediatamente previos a los se ten¨ªa que proceder a la proclamaci¨®n de las candidaturas por las Juntas Electorales de las tres provincias vascas y de Navarra, que, como no pod¨ªa ser de otra manera, han dado validez a las candidaturas de Amaiur para las elecciones generales del 20-N. Tanto la Abogac¨ªa del Estado como la Fiscal¨ªa General, se supone que con toda la informaci¨®n suministrada por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, han llegado a la conclusi¨®n de que no es posible una impugnaci¨®n de dichas candidaturas ante la Sala del art¨ªculo 61 de la LOPJ, aunque pueden serlo por cualquiera de los partidos pol¨ªticos que han presentado candidaturas en dichas provincias ante las Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco o de Navarra. No parece probable que vaya a producirse tal impugnaci¨®n.
Parece que Amaiur va a tener un excelente resultado electoral, contempl¨¢ndose incluso como posibilidad que sea el primer partido en el conjunto del Pa¨ªs Vasco y que est¨¦ por encima del PNV en Navarra. No es descartable que la izquierda abertzale cuente con grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados y hasta es posible que en el Senado en la pr¨®xima legislatura, adquiriendo una dimensi¨®n pol¨ªtica que no ha tenido hasta la fecha.
Lo que pueda venir despu¨¦s es m¨¢s dif¨ªcil de prever. Pero las elecciones auton¨®micas vascas est¨¢n a la vuelta de la esquina, tanto si hay disoluci¨®n anticipada como si no. Y lo que ha sido impensable desde la recuperaci¨®n de la democracia tras la muerte del general Franco, el hecho de que un dirigente abertzale pudiera ser lehendakari, ha dejado de serlo.
La izquierda abertzale juntamente con ETA ha perdido la guerra frente al Estado de derecho. Y de manera rotunda. Pero est¨¢ sabiendo situarse en el sistema pol¨ªtico espa?ol despu¨¦s de la derrota mucho mejor que todos aquellos que la han derrotado.
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