Los grupos c¨ªvicos se resit¨²an
Movimientos sociales y ciudadanos reflexionan sobre su papel futuro tras el cese de ETA La mayor¨ªa apuesta ahora por seguir su l¨ªnea de trabajo
Como ondas conc¨¦ntricas trazadas en el agua, la hist¨®rica decisi¨®n de ETA de acabar definitivamente con casi medio siglo de terror va causando diversos y multiformes efectos. Uno de ellos es el papel que quieren o han de jugar a partir de ahora los numerosos grupos c¨ªvicos nacidos como resultado del impacto de la violencia terrorista tanto como de la complejidad social vasca y del debate de su articulaci¨®n pol¨ªtica. Estas organizaciones se enfrentan ahora, de una u otra forma, a la labor de reflexionar sobre su tarea y resituarse ante un nuevo y abierto panorama.
Los movimientos sociales y ciudadanos desarrollados en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas y media, si se toma como punto de partida la creaci¨®n de Gesto por la Paz en mayo de 1986, podr¨ªan, grosso modo, agruparse en cuatro grandes polos. El primero surge con la propia coordinadora pacifista y la Asociaci¨®n por la Paz de Euskal Herria, que suman a ciudadanos que, sin ser afectados directos por la violencia, consideran que cualquier v¨ªctima es uno de los suyos.
Gesto, la primera organizaci¨®n que sac¨® a los ciudadanos a la calle para protestar por cada asesinato de ETA, naci¨®, en palabras de algunos de sus promotores originales, para llenar un ¡°vac¨ªo ¨¦tico¡± que era esencial cubrir en la sociedad. Sus concentraciones en silencio en diversos lugares de Euskadi y Navarra ¡ª80 en los ¨²ltimos a?os¡ª tras cada atentado mortal o la campa?a del lazo azul, ideado en 1993 como respuesta al secuestro de Julio Iglesias Zamora y que se convirti¨® en el gran s¨ªmbolo contra ETA, han ido tejiendo la memoria democr¨¢tica colectiva de toda la movilizaci¨®n ciudadana.
Los grupos
- Gesto por la Paz. De 200 a 300 socios. www.gesto.org.
- Lokarri. 2.500 socios. www.lokarri.org.
- Baketik. Seis personas trabajan en el centro de Arantzazu. www.baketik.org.
- Etxerat. Agrupa a cientos de familiares de presos de ETA. www.etxerat.info.
- Independentistak. Dada su estructura no precisa su n¨²mero de componentes. independentistak.net.
- Covite. 425 socios. covite.org.
- Fundaci¨®n para la Libertad. Algo m¨¢s de 200 miembros. paralalibertad.org.
Un segundo polo brota de las filas de Herri Batasuna (HB) con el trabajo de personas que consideran que hay que ir reorientando la salida al ¡°conflicto vasco¡± a trav¨¦s de v¨ªas no violentas. Su primer referente es Elkarri, organizado en 1992 como un grupo por el di¨¢logo y el acuerdo y cuyo origen se remonta a la coordinadora Lurraldea, que a principios de los noventa trabaj¨® para cambiar el trazado de la autov¨ªa de Leizar¨¢n, entre Navarra y Gipuzkoa. Gracias a los atentados etarras, HB se pudo apuntar al final un triunfo sobre las instituciones, que aceptaron esa modificaci¨®n del vial.
Elkarri se convirti¨® en 2006 en Lokarri, que ha jugado en los ¨²ltimos tiempos un papel clave en tareas de mediaci¨®n que han coadyuvado a la evoluci¨®n de la izquierda abertzale y la decisi¨®n de ETA. Jonan Fern¨¢ndez, uno de los responsables del nacimiento de Lurraldea y coordinador de Elkarri durante toda su trayectoria, dirige hoy Baketik, el centro por la paz de Arantzazu.
El tercer n¨²cleo agrupa a la izquierda abertzale m¨¢s cl¨¢sica, con un trabajo centrado en torno a la situaci¨®n de los presos y el derecho de autodeterminaci¨®n. En este ¨¢mbito han brotado en los ¨²ltimos a?os una pl¨¦yade de grupos e iniciativas, muchas de las cuales trataban de cubrir a golpe de convocatoria el vac¨ªo movilizador dejado por la ilegalizaci¨®n desde 2003 de Batasuna y otras organizaciones de su ¨¢mbito. La bandera de los presos la porta desde hace una d¨¦cada principalmente Etxerat, mientras que, fuera de los partidos, la red Independentistak se va afianzando en el trabajo social por el ¡°derecho a decidir¡±.
Y, finalmente, el polo de las v¨ªctimas directas de ETA. Asociaciones y fundaciones han recorrido el camino desde el silencio y el ostracismo social hasta el actual reconocimiento pleno de la pr¨¢ctica totalidad de instituciones y ciudadanos, en particular tras el impacto que supuso el secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco en 1997 y la ofensiva etarra contra cargos p¨²blicos a comienzos de la pasada d¨¦cada. De forma paralela a asociaciones ¡ªparticularmente Covite, el colectivo de v¨ªctimas vascas¡ª y fundaciones que siguen trabajando y han sido agentes fundamentales, se derivaron del mundo constitucionalista una serie de grupos al calor del esp¨ªritu de Ermua y de la entente Mayor Oreja-Redondo Terreros que fracas¨® en las auton¨®micas de 2001. Pese al impacto social y medi¨¢tico, en particular fuera de Euskadi, que llegaron a tener ¡ªBasta Ya reuni¨® a miles de personas en San Sebasti¨¢n en diciembre de 2003 contra el plan Ibarretxe¡ª, muchos de ellos han desaparecido, derivado hacia la pura pol¨ªtica de partido o subsisten sin especial relevancia p¨²blica. Quiz¨¢ el m¨¢s activo sea la Fundaci¨®n para la Libertad.
¡°En torno a esos planetas se han movido un mont¨®n de sat¨¦lites, dando a veces la visi¨®n de que hay much¨ªsimos grupos, pero no se dice eso de sindicatos, partidos o medios informativos¡±, opina el senador socialista y profesor de Sociolog¨ªa de la UPV Imanol Zubero. ¡°A nadie le asusta la pluralidad y la diversidad y, de pronto, parec¨ªa que los grupos que se mov¨ªan en el ¨¢mbito de la paz y el terrorismo deb¨ªan ser homog¨¦neos¡±, a?ade.
Todos esos polos han ido articulando de una u otra manera la diversidad social de Euskadi, traducida tambi¨¦n en m¨¢s de una ocasi¨®n en rupturas, discusiones o enfrentamientos internos. ?C¨®mo afrontan ahora algunos de ellos grupos su futuro inmediato tras el cese definitivo del terrorismo?
Lokarri
Si un movimiento c¨ªvico tiene en estos momentos una presencia relevante en los medios y la actualidad pol¨ªtica vasca es Lokarri y su coordinador general, Paul R¨ªos. Su trabajo con el Grupo Internacional de Contacto, encabezado por el abogado sudafricano Brian Currin, y, sobre todo, su papel para organizar la conferencia de paz de San Sebasti¨¢n que sirvi¨® de pista de aterrizaje a la resoluci¨®n de ETA le han llevado a primer plano.
Lokarri resolver¨¢ en una asamblea el pr¨®ximo mes de febrero si contin¨²a
Lokarri se constituy¨® hace algo m¨¢s de un lustro recibiendo la herencia de 13 a?os de trabajo de Elkarri. Su prop¨®sito era articular una red ciudadana que trabajase por la reconciliaci¨®n, pero tambi¨¦n para promover una consulta sobre ¡°el impulso a un proceso de paz y un acuerdo pol¨ªtico¡±. La consulta fue en sus dos a?os iniciales una de sus grandes apuestas, pero dej¨® cada vez m¨¢s paso al intento de mu?ir un proceso de pacificaci¨®n irreversible, partiendo de la ¨®rbita nacionalista.
El pasado mi¨¦rcoles, menos de una semana despu¨¦s del anuncio etarra, Lokarri celebraba una asamblea extraordinaria bajo el expresivo encabezado ¡°Comienza una nueva etapa¡±. En ella se abord¨® el inicio de una reflexi¨®n sobre el futuro. ¡°Tenemos dos grandes compromisos¡±, resalta Paul R¨ªos. El primero era colaborar y dar apoyo t¨¦cnico al grupo de contacto de Currin. ¡°Nos comprometimos hasta febrero de 2012 y vamos a cumplir. Si luego siguen requiriendo ayuda, ya se pensar¨¢ c¨®mo se hace¡±, dice. El ¨²ltimo punto de la Declaraci¨®n de Aiete ya planteaba el ofrecimiento de los participantes internacionales en la conferencia para organizar un ¡°comit¨¦ de seguimiento¡± de sus recomendaciones.
El segundo compromiso de Lokarri deriva de lo que lleva dos a?os ¡°repitiendo hasta la saciedad¡±. En su opini¨®n, hab¨ªa dos grandes condiciones para un proceso de paz irreversible: el final de la violencia etarra y la legalizaci¨®n de la izquierda abertzale hoy proscrita. Este segundo punto, ahora traducible en la legalizaci¨®n de Sortu, sigue pendiente. ¡°Para nosotros es una prioridad conseguir este tema de la legalizaci¨®n, que todas las personas y todos los sectores pol¨ªticos puedan participar en igualdad de condiciones en lo que se vaya a construir desde ahora¡±, pone de relieve R¨ªos.
Gesto abordar¨¢ el debate de su futuro sin ¡°ninguna urgencia¡±
¡°Gesto por la Paz naci¨® para cubrir un hueco social, pero, al final, seguramente es el grupo al que m¨¢s f¨¢cilmente hemos amortizado como sociedad, porque a nadie nos gusta que nos recuerden nuestras miserias¡±, apunta Imanol Zubero, uno de los promotores de la coordinadora hace m¨¢s de dos d¨¦cadas. El creciente protagonismo de las v¨ªctimas y el hecho de que las propias instituciones tomasen el testigo de la movilizaci¨®n permanente, y no solo ocasional, frente a la violencia etarra ha ido absorbiendo buena parte de las funciones y motivaciones que dieron lugar al nacimiento de la coordinadora pacifista.
Bajo el lema Lortu dugu (¡°Lo hemos conseguido¡±), Gesto reuni¨® el pasado d¨ªa 22 a un centenar de personas en Bilbao para celebrar el fin de la violencia, frase aquella que en s¨ª misma implica un cierto final de etapa. ¡°En los ¨²ltimos a?os nos hemos ido replanteando en cada momento cu¨¢l era nuestro papel. Y ahora, con toda la tranquilidad del mundo, volvemos a ver si Gesto puede jugar alguno o ya ha cumplido su labor¡±, indica Jes¨²s Herrero, uno de sus portavoces.
Lo que la coordinadora ve claro es que no tiene ¡°absolutamente ninguna urgencia, ni precipitaci¨®n, ni ning¨²n plazo¡± para abordar el debate sobre su futuro o su posible final. ¡°La primera reuni¨®n de socios que hagamos no ser¨¢ para tomar ninguna decisi¨®n. No hay nada planteado y ya tendremos tiempo¡±, apostilla Herrero. ¡°Durante estos d¨ªas, bastante hemos tenido con asimilar la noticia [del cese definitivo de la acci¨®n de ETA] y ser conscientes de ella como para plantearnos a d¨ªa de hoy el futuro de Gesto¡±, reconoce.
Este grupo va a centrar su trabajo inmediato en una swerie de cuestiones que ya ven¨ªa abordando antes del hist¨®rico anuncio etarra de la pasada semana y en las que cree necesario seguir insistiendo, pues todav¨ªa queda mucho por hacer: el reconocimiento de la situaci¨®n de las v¨ªctimas, la b¨²squeda de la justicia y de la verdad o la deslegitimaci¨®n de la violencia.
¡°Gesto tiene que plantearse con claridad su desaparici¨®n. Si ETA no act¨²a, Gesto no tiene raz¨®n de ser¡±, recalca Zubero. Los responsables de la organizaci¨®n siempre han pensado que su vocaci¨®n futura era desaparecer, en cuanto que ello significase que quedaba echado el cerrojo al ciclo de la violencia de una forma definitiva.
¡°No s¨¦ si Gesto tiene que cerrar o no", sostiene Mar¨ªa Guijarro, quien durante m¨¢s de una d¨¦cada, coincidiendo con algunos de los a?os de plomo, form¨® parte de la direcci¨®n de la coordinadora, a la que sigue perteneciendo. ¡°Pero lo que no se puede perder es todo ese trabajo de memoria democr¨¢tica en este pa¨ªs, que tiene que mantener¡±, prosigue. ¡°Debe reflexionar tranquilamente y escribir la historia de la movilizaci¨®n ciudadana en Euskadi, en la que Gesto ha tenido un papel fundamental y tomar una decisi¨®n sin prisa¡±.
La red se fij¨® ya, ¡°sin prever que iba a pasar exactamente esto, pero pensando que habr¨ªa avances importantes¡±, convocar una asamblea extraordinaria en febrero de 2012. Entonces resolver¨¢n si Lokarri seguir¨¢ o no como movimiento social.
¡°Hay que pensarlo bien¡±, resume R¨ªos. ¡°Un signo de normalidad tambi¨¦n podr¨ªa ser que las organizaciones que hemos estado hasta ahora digamos que hemos cumplido nuestros objetivos y aparezcan otras nuevas que trabajen en otros temas¡±.
Baketik
M¨¢s un centro de estudios y divulgaci¨®n que un movimiento social similar a otros de los citados, Baketik lleva cinco a?os trabajando desde el santuario de Arantzazu por la paz y la ¨¦tica, las dos ra¨ªces de su nombre, en la soluci¨®n de conflictos. ¡°Uno de los campos de trabajo ha sido en estos a?os reflexionar sobre la reconciliaci¨®n y la convivencia y c¨®mo hay que promoverla, especialmente en un periodo de fin de la violencia¡±, contesta su director, Jonan Fern¨¢ndez. ¡°En lo que tiene que ver con el tema vasco, nuestra intenci¨®n va a ser contribuir en el terreno te¨®rico y pr¨¢ctico a la promoci¨®n de pol¨ªticas de concordia, tanto en la educaci¨®n como en la sociedad civil¡±, apostilla.
Apenas cinco d¨ªas antes de que ETA anunciase su decisi¨®n, Baketik celebraba su quinto aniversario presentando el proceso de transici¨®n de un a?o en el que se va a embarcar para redefinir su misi¨®n y su proyecto, dentro del cual trabajar¨¢ por una nueva cultura de la convivencia. ¡°Queremos actuar principalmente en tres campos¡±, subraya Fern¨¢ndez: la crisis global y la necesidad de nuevos modelos sociales, la crisis personal y la necesidad de nuevos modos de vida y generar esa nueva cultura convivencial. ¡°Aqu¨ª conectamos con el momento que est¨¢ viviendo el pa¨ªs, con esa cultura que deje atr¨¢s toda la historia pasada, permita remendar los tejidos sociales rotos y revise cr¨ªticamente el pasado¡±, incide.
Etxerat
Los miembros de ETA presos en la actualidad suman 703, entre Espa?a, Francia y otros cuatros pa¨ªses. Todo el espectro nacionalista, desde al PNV a la izquierda abertzale, los quiere poner en el primer plano de la agenda inmediata, reclamando cambios en la pol¨ªtica penitenciaria ya antes de las elecciones del 20-N, lo que el Gobierno de Zapatero ya ha descartado.
Los familiares de los presos forman uno de los n¨²cleos resistencialistas de la izquierda radical y el entorno de la banda y su papel, junto al de las v¨ªctimas, ser¨¢ uno de los m¨¢s complejos de abordar en la construcci¨®n de la convivencia. Etxerat, la asociaci¨®n que agrupa a los familiares de la mayor¨ªa de los reclusos de la banda, naci¨® hace casi una d¨¦cada como sucesora de las ilegalizadas Gestoras pro Amnist¨ªa. Sus representantes alaban la decisi¨®n de ETA, pero, a rengl¨®n seguido, despliegan sin cambios, como hac¨ªan el pasado jueves, sus reclamaciones cl¨¢sicas: ¡°Desactivar¡± una pol¨ªtica penitenciaria basada en la ¡°represi¨®n y la venganza¡±, el final de la dispersi¨®n, la derogaci¨®n de la doctrina Parot o la puesta en libertad de los reclusos enfermos. Y, como horizonte, sin citar la palabra amnist¨ªa, un escenario sin presos ni ¡°exiliados¡±.
¡°Otra vez presos y exiliados, la amnist¨ªa y la dispersi¨®n van a articular de forma muy importante el mundo social de la izquierda abertzale¡±, remarca Zubero.
Independentistak
Articulada como una red social por la independencia y con poco m¨¢s de a?o y medio de historia, Independentistak prefiere no entrar por ahora en el an¨¢lisis de su trabajo futuro tras el comunicado de ETA. Txutxi Ariznabarreta, exdirigente del sindicato LAB y uno de sus promotores, sostiene: ¡°Somos una red amplia de personas con diferentes sensibilidades, no una organizaci¨®n al uso. Poco a poco iremos trabajando el tema y en su momento haremos una reflexi¨®n m¨¢s amplia¡±.
Formada por personas de distinto perfil nacionalista y apadrinada en su origen por Batasuna y EA, la red se marca como objetivo lograr una rep¨²blica vasca trabajando por v¨ªas democr¨¢ticas y acciones m¨¢s o menos llamativas de desobediencia civil, como te?ir de verde el agua de la fuente de Cibeles, en Madrid.
Covite
De los familiares de v¨ªctimas de ETA en Euskadi que durante la tregua de 1998 crearon Covite ¡ª¡°nacimos porque tem¨ªamos que el Gobierno de Aznar hiciese borr¨®n y cuenta nueva¡±¡ª, solo permanece hoy Caty Romero. Viuda del sargento de la Polic¨ªa Municipal donostiarra Alfonso Morcillo, asesinado en Lasarte el 15 de diciembre de 1994, se?ala que, aunque a¨²n no se ha considerado en sus ¨®rganos de decisi¨®n, el colectivo va a seguir trabajando igual. ¡°Tenemos que cumplir nuestra labor. ?Por qu¨¦ ETA nos tiene que marcar la agenda?¡±, agrega.
Bajo una sensaci¨®n de impotencia que ha podido apreciar en muchas v¨ªctimas ¡ª?por qu¨¦ esto no ocurri¨® antes? ?por qu¨¦ hemos tenido que perder tanto?¡ª, Romero explica su miedo, repetido por numerosos afectados y sus colectivos, de que el tiempo que llegue sea el de la impunidad. ¡°No queremos a los asesinos de nuestros familiares en la calle, no queremos acercamientos. Lo ¨²nico que pedimos es justicia, nada m¨¢s¡±, enfatiza. Por ello su apuesta por seguir trabajando, pero no para siempre. ¡°Nosotros no queremos vivir de esto¡±, comenta convencida. ¡°Ojal¨¢ ma?ana pudiera ya salir del Pa¨ªs Vasco; ser¨ªa la t¨ªa m¨¢s feliz del mundo. No tengo necesidad de estar aqu¨ª sufriendo; no quiero esto eternamente¡±.
A la vez, algunas fundaciones como la Fernando Buesa, con m¨¢s de una d¨¦cada de vida ya, han sabido desarrollar una notable tarea en materias como el trabajo y la reflexi¨®n sobre la convivencia y el pluralismo y seguir¨¢n probablemente haci¨¦ndolo ahora en la nueva situaci¨®n.
Otras fundaciones y asociaciones de v¨ªctimas, dentro y fuera de Euskadi, han sido las voces m¨¢s cr¨ªticas y menos confiadas tras la decisi¨®n etarra. ¡°Tienen que aclararse que tipo de intervenci¨®n social quieren hacer¡±, reflexiona Zubero. ¡°Ahora que se abre la fase de la memoria y la narrativa, la suya es fundamental, pero tal vez deber¨¢n aprender a contar su historia a un p¨²blico que no es al que se han dirigido habitualmente, que eran sobre todo los pol¨ªticos. Tienen que aprender a contar su historia, lo que ha sido su victimizaci¨®n, al conjunto de la sociedad para que no nos olvidemos¡±, desgrana. En cambio, las que opten por una actuaci¨®n m¨¢s ideol¨®gica o pol¨ªtica, como en varios casos se est¨¢ dando desde hace tiempo, no van a resultar c¨®modas ni siquiera para el propio PP.
Fundaci¨®n para la Libertad
¡°De momento, no vamos a desaparecer¡±, responde Eduardo Uriarte, exgerente de la Fundaci¨®n para la Libertad y a punto de incorporarse a su Patronato.
Nacida en 2002 como derivada de la alianza constitucionalista y dirigida desde hace siete a?os por el ex secretario general del PSE Nicol¨¢s Redondo Terreros, la fundaci¨®n cree importante seguir luchando sin la tensi¨®n que produce el terrorismo contra las secuelas de la acci¨®n de ETA, por educar en valores democr¨¢ticos y para configurar ¡°grandes pol¨ªticas de acuerdo para sosegar la situaci¨®n espa?ola¡±. ¡°Espero que tengamos un trabajo m¨¢s relajado en un futuro¡±, conf¨ªa Uriarte.
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