Catalu?a y el soberanismo variable
CiU consolida su pol¨ªtica de recortes y lo f¨ªa todo a negociar un pacto fiscal tras el 20-N Crece el sentimiento independentista tras la sentencia del Estatuto
"Pujol ha salido del armario", sostuvieron algunos tras la declaraci¨®n independentista que el expresidente de la Generalitat hizo en 2009, cuando consider¨® ca¨ªdos los puentes en la Sepharad del poeta Salvador Espriu. ?Qu¨¦ ha llevado al hombre al que la derecha m¨¢s rancia coron¨® en 1986 espa?ol del a?o a tomar la v¨ªa de la secesi¨®n? ?Qu¨¦ ha movido al pol¨ªtico que pact¨® siempre con fuerzas de ¨¢mbito espa?ol ¡ªPP o PSOE¡ª a esa posici¨®n?
Joan B. Culla, historiador y conocedor de la Catalu?a contempor¨¢nea, cree que el expresidente de la Generalitat lleva en su ADN la corriente dominante del nacionalismo y que si ha cambiado de posici¨®n es porque tambi¨¦n se ha movido el centro de gravedad del catalanismo. El punto de partida de este cambio es claro, en opini¨®n del vicesecretario primero del Partit dels Socialistes, Miquel Iceta: "La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto fue un golpe muy duro para los que defendemos el anclaje con Espa?a". La decepci¨®n por el hecho de que el Alto Tribunal enmendara la plana a un texto respaldado por el Parlamento catal¨¢n, las Cortes Generales y la ciudadan¨ªa de Catalu?a en refer¨¦ndum ha generado, en opini¨®n de Iceta, mayor efervescencia del soberanismo, pero tambi¨¦n del polo opuesto: el espa?olismo de PP y Ciutadans.
Entre la opini¨®n publicada y los creadores de opini¨®n de los medios catalanes es habitual lo que hace unos a?os era exc¨¦ntrico: hablar abiertamente de la independencia de Catalu?a. Ahora el 45,4% de los catalanes, seg¨²n datos del Centro de Estudios de Opini¨®n de la Generalitat, votar¨ªa s¨ª en un hipot¨¦tico refer¨¦ndum sobre la separaci¨®n de Espa?a.
Alicia S¨¢nchez-Camacho, presidenta del PP de Catalu?a, prefiere no creer en esas cifras y opina que el independentismo no crece: "Ya se vio en las elecciones; lo que sucede es que la pregunta de la encuesta es sesgada".
Despu¨¦s del 20-N se ver¨¢ si el giro de CiU se queda en mero verbalismo
Con todo, el soberanismo es el mar en el que CiU trata de efectuar la maniobra reina del surf: deslizarse con el pacto fiscal por el interior del tubo que crea la ola al romper. Este sue?o de surfista entra?a una gran dificultad y requiere ser extraordinariamente h¨¢bil. Pero el Gobierno de Artur Mas est¨¢ en estado de gracia. Los empresarios se confiesan devotos del pacto fiscal e incondicionales de los recortes especialmente profundos que practica el Ejecutivo nacionalista. Incluso la patronal CECOT, integrada en Fomento del Trabajo Nacional, decidi¨® hace unos d¨ªas galardonar por su pol¨ªtica de recortes al consejero de Salud, Boi Ruiz. La l¨®gica econ¨®mica, en opini¨®n del catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica Joan Subirats, pesa mucho en CiU. "Es como si perviviera de forma anacr¨®nica una cierta idea de estado-naci¨®n y de que, con los nacionalistas gobernando, los empresarios est¨¢n m¨¢s protegidos", subraya Subirats.
CiU ha tenido la habilidad de vincular los recortes presupuestarios a la necesidad de mejorar la financiaci¨®n. La f¨®rmula ha hecho fortuna de momento. Aunque las urnas pueden pasarle factura el pr¨®ximo 20-N, seg¨²n reconoce el propio presidente Mas. "Estamos aplicando las tijeras y eso hace mucho m¨¢s f¨¢cil que la gente comprenda el agravio comparativo que tenemos en financiaci¨®n y que, de tener concierto econ¨®mico, ir¨ªamos mejor", asegura un dirigente de la federaci¨®n nacionalista.
La pol¨ªtica practicada este a?o de gobierno por Mas es entendida por la izquierda como un giro liberal, al que CiU, asegura Iceta, "se ha apuntado sin complejos". La misma opini¨®n sostiene el presidente de Iniciativa-Verds, Joan Herrera, quien en el Parlamento catal¨¢n propugnaba el pacto fiscal para superar las distancias econ¨®mico sociales en el seno de la propia sociedad catalana y mejorar la situaci¨®n de los segmentos m¨¢s afectados por la ola de recortes, que juzga de corte neoliberal. La izquierda considera que el tijeretazo en la sanidad es un ejemplo de ello. Joan B. Culla, en cambio, cree que no estamos ante un giro liberal, sino ante una pol¨ªtica responsable a la hora de ajustarse el cintur¨®n.
En cualquier caso, un 75% de los catalanes se declara partidario de un nuevo sistema de financiaci¨®n, pero al tiempo un 74% opina que la situaci¨®n actual es peor que la del a?o pasado. Y qu¨¦ decir del futuro: un 70% de los encuestados cree que los nubarrones tampoco van a escampar el a?o que viene, seg¨²n los datos del ¨²ltimo bar¨®metro del CEO.
La patronal es devota del pacto fiscal e incondicional de los recortes
Mientras, CiU sigue su navegaci¨®n de cabotaje, sin perder de vista la costa, porque, a juicio de Culla, la federaci¨®n no tiene clara la hoja de ruta. CiU debe estar pendiente de los movimientos tect¨®nicos del catalanismo para elaborar su cartograf¨ªa. Y la hora de la verdad llegar¨¢ tras el 20-N. Para Ant¨®n Costas, catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica, el vuelco total de CiU hacia el soberanismo no va a ser f¨¢cil. "Tiene mucho de t¨¢ctico y creo que al final pesar¨¢ el alma m¨¢s moderada de la federaci¨®n", agrega.
En cambio, para Culla, "los viejos esquemas convergentes, de cuando CiU ten¨ªa el monopolio del nacionalismo, ya no sirven". Ah¨ª est¨¢n los refer¨¦ndums sobre la independencia, de los que buena parte de los dirigentes hist¨®ricos de CiU empezaron abominando para acabar participando en ellos. O la multitudinaria manifestaci¨®n del 10 de julio de 2010 contra la sentencia del Estatuto, que organiz¨® ?mnium Cultural. "La p¨¦rdida del monopolio le complica el futuro a CiU", a?ade Culla. Despu¨¦s del 20-N se ver¨¢ si el giro soberanista se queda en mero verbalismo y se vuelve al pragmatismo de anta?o, o bien el derecho a decidir ha calado tan profundamente en la federaci¨®n nacionalista que marca el inicio del camino hacia tesis independentistas.
"Lo cierto", concluye Subirats, "es que cada vez es m¨¢s complejo mantener la l¨®gica del independentismo dentro de la globalizaci¨®n". En la Europa actual, ni los pa¨ªses con Estado eligen sus dependencias, sino que les vienen impuestas, agrega.
El "autogol" del Estatuto
El expresidente Pasqual Maragall le levant¨® el brazo al joven Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero desde el balc¨®n de la Generalitat en la plaza de Sant Jaume de Barcelona. Un Zapatero sonriente, flanqueado por Josep Llu¨ªs Carod (ERC) y Joan Saura ICV), salud¨® a los congregados que celebraban el fin de 23 a?os de gobiernos de Converg¨¨ncia en Catalu?a. Era el 20 de diciembre de 2003 y en Espa?a el presidente del Ejecutivo central era Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
Luego lleg¨® la tortuosa tramitaci¨®n del Estatuto que impuls¨® el tripartito y del que el PP se mantuvo al margen. Despu¨¦s, ¡°la castraci¨®n qu¨ªmica¡± a la que, seg¨²n Alfonso Guerra, fue sometido el texto en las Cortes. Finalmente, la sentencia del Tribunal Constitucional. Muchos jalones en ese proceso de desencuentro entre Catalu?a y Espa?a.
Joan B. Culla recuerda el viaje que el 2 de noviembre de 2005 hizo una numerosa delegaci¨®n catalana para presentar en el Ateneo de Madrid el texto estatutario. ¡°El ¨²nico asistente relevante no catal¨¢n era Santiago Carrillo¡±, agrega. Era como si la campa?a del Partido Popular de recogida de firmas contra el texto estatutario en toda Espa?a o el boicoteo de productos catalanes lanzado desde cadenas televisivas auton¨®micas hubieran surtido efecto en la intelectualidad m¨¢s liberal o de izquierdas, opina un dirigente de Converg¨¨ncia.
Ahora, con la perspectiva de los a?os y tras la sentencia del Constitucional, la impresi¨®n generalizada entre los partidos catalanes es que se malgast¨® mucha p¨®lvora para unos resultados tan exiguos. El blindaje con el que se quer¨ªan proteger las competencias ha sido tan poco efectivo como la L¨ªnea Maginot.
Algunos incluso van m¨¢s lejos. El Estatuto fue un ¡°autogol¡±, ya que la sentencia ha acotado mucho m¨¢s que anteriormente el grado de autogobierno en Catalu?a, subraya un dirigente de CiU.
Alicia S¨¢nchez-Camacho, en cambio, opina que el tripartito y ahora el ¡°giro separatista de CiU¡± han perjudicado mucho a Catalu?a. ¡°Lo que altera la paz son algunos medios de Madrid, a los que desde Catalu?a tomamos como si fueran Espa?a entera¡±, afirma el economista Ant¨®n Costas, que no aprecia rastros de ese anticatalanismo, ¡°ni econ¨®mica ni pol¨ªticamente¡±, afirma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Elecciones Generales 2011
- Artur Mas
- Jordi Pujol
- Independentismo
- Josep Antoni Duran Lleida
- Elecciones Generales
- CiU
- Barcelona
- Estatutos Autonom¨ªa
- Catalu?a
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Elecciones
- Ideolog¨ªas
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Estatutos
- Normativa jur¨ªdica
- Legislaci¨®n
- Justicia