El puerto de los mil millones de euros

Olv¨ªdense por un momento de las grandes infraestructuras descritas en esta serie. Ninguna de ella resiste la comparaci¨®n con el puerto exterior de A Coru?a, que empez¨® a construirse en 2005 a unos 10 kil¨®metros del que ya existe en el centro de la ciudad. Primero, porque con los 755 millones de euros (el doble de lo presupuestado) que est¨¢ costando construirlo en el mar brav¨ªo de Punta Langosteira m¨¢s los 200 millones que exige Repsol por el traslado de sus instalaciones petroleras, se podr¨ªan edificar nueve campos como el mal llamado Estadio Ol¨ªmpico de Sevilla (120 millones de euros), al menos dos Ciudades de la Cultura como la de Santiago (m¨¢s de 400), dos aeropuertos como el de Ciudad Real (500) y al menos seis como el de Castell¨®n con sus halcones incluidos (150). Y segundo, porque muy pocos proyectos en este pa¨ªs han contando con tantos apoyos institucionales: el del antiguo alcalde socialista de A Coru?a y gran impulsor de la obra, Francisco V¨¢zquez; el del Gobierno central de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar; el aut¨®nomo de Manuel Fraga (PP) y m¨¢s tarde el del bipartito de socialistas y nacionalistas. A trav¨¦s de Fraga se logr¨® el apoyo de la entonces vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea, Loyola de Palacio; y con su ayuda, el compromiso de la Uni¨®n Europea de aportar unos 265 millones de euros. Adem¨¢s, ha contado con el respaldo del actual ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, quien lo considera ¡°una oportunidad ¨²nica¡± para el desarrollo de A Coru?a y Galicia. Entonces ?c¨®mo se le puede llamar despilfarro a algo que presenta tan heterog¨¦neos e importantes avalistas?

Muy pocos proyectos en este pa¨ªs han contando con tantos apoyos institucionales

Una de las posibles respuestas hay que buscarla en el entorno de la exministra de Fomento Magdalena ?lvarez (2004-2009), que fue el ¨²nico alto cargo de la Administraci¨®n que opuso resistencia. Sus colaboradores ve¨ªan un dislate aquella operaci¨®n. ¡°Sufrimos unas presiones tremendas para aprobar las obras. Porque nosotros vimos desde un primer momento que aquello era un capricho de rico, era disparar con p¨®lvora del Estado, como si el Estado fuera un ente abstracto que vive en el m¨¢s all¨¢ y que fabrica el dinero con una m¨¢quina de hacer billetes. Hay tr¨¢ficos, como le pasa al puerto de Barcelona, que son molestos para el entorno. Y en A Coru?a es evidente que eso pasa. La mayor parte de los puertos tienen descargas de productos petrol¨ªferos y la mayor parte de los puertos de Espa?a son urbanos. El traslado hacia otras zonas hay que hacerlo de forma gradual y cuando se tiene dinero para hacerlo. Pero la soluci¨®n en A Coru?a ha sido muy de ricach¨®n, de decir: yo cojo, construyo jardines y me llevo el puerto al otro lado. ?A qu¨¦ precio? Pues me da igual, cueste lo que cueste. En Espa?a no hemos aprendido que cualquier obra de estas dimensiones las pagamos todos¡±, indica un experto pr¨®ximo al caso.

El socialista Francisco V¨¢zquez estima que a Magdalena ?lvarez le influy¨® mucho su entonces secretario general de Transportes y antiguo director general de Puertos, Fernando Palao. ¡°Este se?or, que hab¨ªa sido director del puerto de Gij¨®n en 2003, dec¨ªa que este puerto no era viable, que se lo iba a llevar el mar¡­ Y encima interven¨ªa en Bruselas para que los fondos fueran a Gij¨®n, en vez de a A Coru?a¡±, se?ala V¨¢zquez.

Fernando Palao, gallego nacido en Ourense hace 65 a?os, niega rotundamente tal extremo: ¡°Mi cari?o por Gij¨®n, donde solo estuve nueve meses trabajando, no es tan acendrado como para hacer ese tipo de disparate. Mis argumentos contra el puerto exterior eran y son econ¨®micos (porque no genera ninguna inversi¨®n adicional, ni m¨¢s tr¨¢fico del que ya existe en el puerto interior), financieros (porque no hab¨ªa dinero para financiarlo y hubo que acudir a una operaci¨®n urban¨ªstica, que est¨¢ parada por la crisis) y oceanogr¨¢ficos (porque Langosteira es el peor sitio de la costa espa?ola donde se puede construir un dique)¡±.

Las obras, en las que han muerto ya cinco personas, contin¨²an su marcha

V¨ªctor Naya, vecino del puerto exterior, cree que la obra es un despilfarro porque el nuevo dique se encuentra a unos 20 kil¨®metros del flamante puerto exterior de Ferrol, incluso se puede ver desde Langosteira. Sin embargo, los t¨¦cnicos que se opusieron al desarrollo del proyecto creen que esa no es una raz¨®n consistente, ya que si se decidiera descargar en Ferrol el petr¨®leo que llega a A Coru?a, habr¨ªa que construir unos oleoductos subterr¨¢neos desde Ferrol hacia la refiner¨ªa de Repsol en A Coru?a que har¨ªan inviable el proyecto. El argumento principal que opuso el equipo de Magdalena ?lvarez es que el puerto interior de A Coru?a era m¨¢s seguro que el de Langosteira y encima cumpl¨ªa con todos los requisitos de normativa medioambiental y de seguridad. Algunos t¨¦cnicos, adem¨¢s, indicaron que debido a la agitaci¨®n de las aguas, Langosteira deber¨ªa permanecer inoperativo un n¨²mero indeterminando de dias al a?o. La Autoridad Portuaria de A Coru?a, dependiente de la Xunta de Galicia y de Fomento, asegura, sin embargo, que todos los ensayos efectuados hasta el momento acreditan la operatividad durante todo el a?o. En unas respuestas remitidas por correo a este peri¨®dico, la Autoridad Portuaria indic¨®, adem¨¢s, que entre las razones que pesaron para promover la obra tuvieron gran peso las del medio ambiente, porque con el nuevo puerto se alejar¨ªan de la ciudad ¡°mercanc¨ªas m¨¢s sensibles".

¡°Es cierto que hubo alg¨²n problema cuando en los barrios pr¨®ximos al puerto se encontraba polvo de carb¨®n en la ropa tendida, pero se resolvi¨® obligando al concesionario a construir un almacenamiento cerrado¡±, indica el citado experto an¨®nimo.

Pilar Marcos, responsable de Costas de Greenpeace, cree que el da?o del tr¨¢fico de ¡°mercanc¨ªas sensibles¡± es m¨ªnimo comparado con el ¡°destrozo¡± que supuso construir un nuevo puerto en una zona virgen. ¡°Justificar un destrozo ambiental porque eres incapaz de corregir las molestias y los problemas de contaminaci¨®n ambiental me parece incre¨ªble. Lo que hab¨ªa en realidad era una gran operaci¨®n especulativa con la que se pretend¨ªa financiar un tercio de las obras. Pero la burbuja ha roto esos planes¡±, se?ala Marcos.

Las obras, en las que han muerto ya cinco personas, contin¨²an su marcha, aunque con el gran inconveniente de que el dinero que se esperaba recaudar con la venta del terreno del puerto c¨¦ntrico no termina de llegar. Lo que s¨ª lleg¨® el pasado julio fue el cr¨¦dito por valor de 250 millones de euros concedido por el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco.