Mensaje a la Naci¨®n de Mariano Rajoy
Discurso ¨ªntegro del l¨ªder del PP tras confirmarse la mayor¨ªa absoluta de su partido en el 20-N
Buenas noches a todos:
Los espa?oles, mediante su voto, han decidido otorgar al PP su confianza para gobernar Espa?a en los pr¨®ximos a?os.
Hace unos minutos he recibido sendas llamadas telef¨®nicas de felicitaci¨®n del Presidente del Gobierno, don Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y del candidato del PSOE, don Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. A mi vez, quiero expresar mi respeto por ambos, y el deseo compartido de que tengamos un traspaso de poderes mod¨¦lico y una fruct¨ªfera relaci¨®n de futuro.
Mis primeras palabras se dirigen a todo el pueblo espa?ol. La amplia participaci¨®n en estas elecciones es la m¨¢s contundente prueba de madurez democr¨¢tica en estas dif¨ªciles circunstancias.
Quiero agradecer de todo coraz¨®n a los millones de espa?oles que han depositado su confianza en el PP el inmenso honor y la enorme responsabilidad que nos han otorgado. Ese honor nos obliga a la humildad y al compromiso. Esa responsabilidad lo exige todo de nosotros.
Y quiero, inmediatamente, dirigirme a todos aquellos que hoy no nos han votado, para decirles desde este primer momento que estoy plenamente decidido a ser el presidente de todos y a anteponer siempre, en toda ocasi¨®n, el inter¨¦s general a cualquier inter¨¦s particular; que gobernar¨¦ al servicio de Espa?a y de los espa?oles, procurando que por ninguna circunstancia nadie se sienta excluido de la tarea com¨²n.
Nadie tiene que sentir inquietud alguna. No habr¨¢ para m¨ª otros enemigos que el paro, el d¨¦ficit, la deuda excesiva, el estancamiento econ¨®mico y todo aquello que mantiene a nuestro pa¨ªs en estas cr¨ªticas circunstancias.
Estamos ante una hora decisiva de Espa?a, ante uno de esos cruces de caminos que van a determinar el futuro de nuestro gran pa¨ªs, no ya en los pr¨®ximos a?os, sino en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Y, en estos momentos decisivos, es cuando se mide el temple de los hombres y de los pueblos.
S¨¦ muy bien lo que nos toca. Para nadie es un secreto que vamos a gobernar en la m¨¢s delicada coyuntura en que se haya encontrado Espa?a en los ¨²ltimos treinta a?os.
Pero desde esta hora quiero decirles a todos los espa?oles que en el compromiso que asumimos con ellos, no solo vamos a darlo todo, sino que vamos a darlo con todos. Que solo habremos salido adelante si salimos todos juntos. Y que, para conseguirlo, todos tendremos que aportar lo mejor de nosotros mismos.
La leg¨ªtima satisfacci¨®n que nos embarga por la victoria no nos impide dejar de pensar, ni por un instante, en la inmensa tarea que tenemos que afrontar y en la necesidad de abordarla cuanto antes. Y sobre todo, en la obligaci¨®n que hemos contra¨ªdo, especialmente con aquellos que se encuentran en las situaciones m¨¢s dif¨ªciles: quienes han perdido su trabajo o no encuentran su primer empleo; quienes se han visto obligados a cerrar su peque?o negocio o su actividad como aut¨®nomos; quienes viven de una pensi¨®n que apenas cubre sus necesidades m¨¢s elementales; quienes sufren la enfermedad o cualquier forma de infortunio. A todo ellos les quiero hacer llegar un mensaje de cercan¨ªa, de aliento, y de confianza. Que nadie tenga duda de que todo lo que humanamente se puede hacer por mejorar su situaci¨®n, lo vamos a hacer. Y que pensaremos en ellos antes que en nadie a la hora de tomas decisiones.
Queremos devolver a los espa?oles el orgullo de serlo. El orgullo se rescata a base de trabajo, de esfuerzo, de m¨¦rito, de tomar riesgo, de innovar, de preocuparse por los dem¨¢s, de ser solidario. Lo he dicho muchas veces y lo repito hoy: la nuestra es una gran Naci¨®n. Pero, a?ado, incluso las grandes naciones a veces se olvidan de que lo son y se dedican a cosas peque?as. Yo no quiero que eso vuelva a suceder y me aplicar¨¦ a evitarlo: no habr¨¢ sectarismo, rencillas peque?as ni divisiones artificiales que nos distraigan o nos retrasen en el esfuerzo com¨²n.
Subrayo esta idea: la del esfuerzo com¨²n. Esfuerzo de todos y para todos. Esfuerzo compartido y equitativamente repartido. En una palabra, esfuerzo solidario.
Y somos una gran Naci¨®n, entre otras cosas, porque nuestra diversidad es fuente de grandeza y nos enriquece. Y debe seguir enriqueci¨¦ndonos. Pero esa diversidad tiene que anudarse con fuerza a un principio solidario, m¨¢s necesario que nunca en estos tiempos.
Convocar¨¦ inmediatamente a todas las Comunidades Aut¨®nomas, cualquiera que sea el color pol¨ªtico de su gobierno, a una reflexi¨®n compartida sobre la forma de afrontar coordinadamente las exigencias de esta grave situaci¨®n. Y queremos ser grandes, tambi¨¦n, dentro de nuestro m¨¢s amplio espacio de integraci¨®n: la Uni¨®n Europea. Hoy m¨¢s que nunca nuestro destino se juega en y con Europa. La voz espa?ola tiene que volver a ser respetada en Bruselas, en Frankfurt y all¨¢ donde se jueguen nuestros intereses. Seremos el m¨¢s leal, pero tambi¨¦n el m¨¢s exigente de los socios. Seremos el m¨¢s cumplidor y el m¨¢s vigilante. Dejaremos de ser un problema, para volver a formar parte de la soluci¨®n.
El pueblo espa?ol se ha expresado. Lo ha hecho alto y claro. Ha decidido romper con lo que hab¨ªa y abrazar el cambio que le propon¨ªamos. A ese cambio hoy quiero convocar a todos, para ese cambio quiero contar con todos, en ese cambio me gustar¨ªa que pudieran confiar todos. Por mi parte, y por la de mis compa?eros del Partido Popular, no van a faltar ni ganas, ni el entusiasmo, ni el trabajo, ni el compromiso.
No va a haber milagros. No los hemos prometido. Pero ya hemos visto otras veces que, cuando se hacen bien las cosas, los resultados llegan. Yo conf¨ªo en que el trabajo, la seriedad y la constancia, -que son los principios que me han acompa?ado a lo largo de mi vida- servir¨¢n tambi¨¦n para que, m¨¢s pronto que tarde, todos empecemos a ver los frutos. Les invito a todos ustedes a compartir esa confianza.
Nada m¨¢s, muchas gracias y buenas noches.
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