Madurar

En mitad de la crisis y en la resaca de las elecciones, me acomete la quiz¨¢ pueril esperanza de intentar utilizar las circunstancias para madurar democr¨¢ticamente. Creo que el hundimiento del PSOE y el fortalecimiento de los partidos peque?os muestran la repulsa del electorado a la manera de hacer pol¨ªtica hasta ahora. Al amiguismo, al abuso de poder, a una gesti¨®n p¨²blica que ignora el bien com¨²n y tiene como prioridad el beneficio de la propia tribu. Y aunque lo ha pagado el PSOE, que para eso estaba en el Gobierno, el PP har¨ªa bien en escuchar el mensaje, porque tambi¨¦n es para ellos.

M¨¢s a¨²n: creo que es un mensaje para todos. Cuando hablo de madurar, me refiero a superar nuestra berroque?a intolerancia de forofos de f¨²tbol. Sin duda, hay peperos talibanes y sectarios, pero la izquierda tambi¨¦n tiene sus bemoles.

Por ejemplo, me choc¨® la indignaci¨®n que provoc¨® el art¨ªculo de Vargas Llosa diciendo que votar¨ªa a Rosa D¨ªez. Vale, tal vez fuera mejor que ning¨²n articulista se definiera por un partido, pero lo cierto es que a lo largo de los a?os ha habido columnistas en este diario que han pedido el voto para la izquierda o para el PSOE y nunca pas¨® nada: nadie se dio cuenta, porque navegaban a favor de nuestros prejuicios.

Por no hablar del caso de Russian Red, una estupenda cantante espa?ola que este verano dijo inocentemente que era de derechas. ?La que le cay¨® encima! Los insultos, la repulsa, el anatema.

Ver¨¢n, yo no digo que todos los partidos sean iguales. Al contrario: quiero opciones pol¨ªticas de verdad distintas y luchar por mis ideas. Pero eso no pasa por la abominaci¨®n b¨¢rbara del otro, por el rechazo irracional y necio. Por pensar que ser una cantante moderna de derechas es m¨¢s aberrante que ser un vampiro.