El juez rechaza el intento de Costa de censurar la retransmisi¨®n de su juicio

El juez del Tribunal Superior de Justicia valenciano Juan Climent rechaz¨® ayer el intento del ex secretario general del PP valenciano y diputado auton¨®mico Ricardo Costa de censurar la retransmisi¨®n del juicio que empezar¨¢ el lunes y en el que se sentar¨¢ en el banquillo junto al expresidente de la Generalitat Francisco Camps por haber aceptado presuntamente regalos de la trama G¨¹rtel.

Costa hab¨ªa presentado una protesta, en la que consideraba que la prevista ¡°presencia constante de una c¨¢mara y un fot¨®grafo de [la agencia] Efe¡± en la sala de juicio vulneraba ¡°su derecho a la defensa y a la tutela judicial efectiva¡± y exced¨ªa ¡°del derecho a la informaci¨®n¡±, seg¨²n la providencia dictada por el magistrado.

¡°El derecho a la informaci¨®n¡±, prosegu¨ªa Costa en su escrito, ¡°se ver¨ªa satisfecho con la realizaci¨®n denominada period¨ªsticamente un mudo (una breve toma de im¨¢genes al inicio de un acto, en la que no se toman declaraciones)¡±. Y con la presencia de periodistas (que en el contexto de su petici¨®n habr¨ªa que entender como redactores: reporteros provistos de bol¨ªgrafo y libreta, pero sin c¨¢mara fotogr¨¢fica o de televisi¨®n) en la sala.

Al mismo tiempo, Costa tambi¨¦n alegaba que la elecci¨®n de la ¡°total retransmisi¨®n de determinados testigos y no otros¡± evidenciaba ¡°parcialidad¡±.

Una agencia dar¨¢ al resto de medios las im¨¢genes ¨ªntegras de las sesiones

El juez rechaz¨® la petici¨®n de Costa. Aclar¨® que la agencia Efe no facilitar¨¢ solo fragmentos de las declaraciones, sino la ¡°grabaci¨®n y retransmisi¨®n ¨ªntegra de imagen y sonido¡± al resto de medios de comunicaci¨®n. Y se?al¨® que en experiencias anteriores la existencia de una c¨¢mara en la sala no ha alterado ¡°el normal desarrollo de las sesiones ni con ello se ha afectado al derecho de defensa y a la tutela judicial efectiva de las partes, sin que por ello se exceda el derecho a la informaci¨®n, antes bien resulta ordenado y reducida al m¨ªnimo su incidencia en el desarrollo de la vista¡±.

El origen de la controversia reside en la capacidad de la sala que acoger¨¢ el juicio por la llamada causa de los trajes, insuficiente para el n¨²mero de medios que han solicitado estar presentes. Como en juicios anteriores, el tribunal dispuso que las c¨¢maras de televisi¨®n y los fot¨®grafos acceder¨ªan al inicio de la vista para hacer un mudo. A continuaci¨®n se quedar¨ªan dentro solo un fot¨®grafo y un c¨¢mara de Efe, que distribuir¨ªan el contenido al resto. En el caso de la televisi¨®n, la vista podr¨¢ seguirse en directo en una sala habilitada en el edificio del Tribunal Superior de Justicia. La emisi¨®n al exterior deber¨¢ hacerse, sin embargo, en diferido. Efe ofrecer¨¢ la retransmisi¨®n los tres primeros d¨ªas y a partir de entonces lo har¨¢ Unimedia.

Camps tambi¨¦n present¨® una protesta ante el tribunal. Al contrario que Costa, el expresidente solicitaba que las declaraciones se retransmitiesen de forma completa. El juez da cuenta en la providencia de que tal cobertura ya estaba prevista.

La Generalitat y Rita Barber¨¢ dejan solos a Camps y Costa ante el proceso

La diferencia entre las t¨¢cticas de los antiguos amigos Camps y Costa parece basarse en lo que a cada uno le gustar¨ªa que fuese el juicio. El ex secretario general del PP regional y a¨²n portavoz de econom¨ªa del partido en las Cortes valencianas, imputado en otra causa de G¨¹rtel por financiaci¨®n ilegal y falsificaci¨®n mercantil, apenas ha llamado a declarar a ning¨²n testigo para el juicio de los trajes. Y da la impresi¨®n de que preferir¨ªa que pasase lo m¨¢s r¨¢pido y desapercibido posible.

Camps ha llamado a testificar, en cambio, a m¨¢s de 30 personas, incluidos los dependientes de los grandes almacenes donde suele comprar la ropa. Consciente de que pr¨¢cticamente ning¨²n medio de comunicaci¨®n dejar¨¢ de ofrecer las declaraciones de los cabecillas de la trama G¨¹rtel, ni la del sastre al que supuestamente encargaba las prendas, ni la reproducci¨®n de las grabaciones en las que, entre otras cosas, se le oye llamar a ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, ¡°amiguito del alma¡±, el expresidente preferir¨ªa que se escuchara todo para intentar convencer de su inocencia.

Ello incluye comparecencias que parecen tener una escasa importancia para la causa (el juez instructor Jos¨¦ Flors rechaz¨® varias por innecesarias que fueron, sin embargo, recuperadas por la Sala Civil y Penal) y una improbable relevancia informativa, salvo para los medios muy afines.

Cuando Francisco Camps acudi¨® a declarar ante el juez Flors en mayo de 2009, lo hizo acompa?ado de sus vicepresidentes y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢. A la puerta del tribunal se congreg¨®, adem¨¢s, un animado grupo de militantes. Por lo que dijeron ayer la portavoz del Gobierno valenciano y Barber¨¢, lo que les espera el lunes al expresidente y a Costa es m¨¢s bien la soledad.

La alcaldesa, la gran defensora de Camps hasta su dimisi¨®n en julio, cit¨® para justificarse el mensaje de despedida del expresidente, en el que conmin¨® a los dirigentes de su partido a dedicar ¡°cada minuto del d¨ªa¡± sirviendo a los valencianos y trabajando en lo que les ten¨ªan encomendado. ¡°Yo interpreto su pensamiento¡±, agreg¨® Barber¨¢, ¡°en el sentido de que nos vayamos todos a donde tengamos que estar el lunes¡±. En su caso, a la junta directiva nacional del PP, que se celebra en Madrid, muy lejos del Tribunal Superior de Justicia.