Llamazares pierde su refugio
¡°El PCE se est¨¢ cobrando la factura¡±, dicen los ¡®gasparistas¡¯ tras ser relegados en el grupo parlamentario, su ¨²ltima plaza
Un voto. Es lo que, el 29 de octubre de 2000, aup¨® a Gaspar Llamazares a la coordinaci¨®n federal de IU, de ah¨ª a la portavoc¨ªa del grupo parlamentario y a 11 a?os como voz y rostro de la federaci¨®n. Un solo voto le dio aquel d¨ªa la victoria sobre Francisco Frutos, secretario general del PCE, el partido hegem¨®nico en IU. El aparato tuvo que encajar una derrota amarga y, m¨¢s que a rega?adientes, dar paso a la renovaci¨®n. Su oposici¨®n fue feroz. La guerra entre familias se adue?¨® de IU.
Una d¨¦cada m¨¢s tarde, la situaci¨®n se ha dado la vuelta del todo. Tras sufrir los peores resultados electorales de la historia de la organizaci¨®n, el llamazarismo perdi¨® en 2008 la IX Asamblea Federal, cediendo la coordinaci¨®n a Cayo Lara, propuesto por el PCE. Y ahora ha perdido tambi¨¦n su ¨²ltimo refugio: la direcci¨®n del grupo parlamentario. Llamazares ser¨¢ diputado raso, sin cargo, sin protagonismo, al rechazar la portavoc¨ªa de quinta fila ¡ª¡°un desaire¡±, dice¡ª que Lara le ofrec¨ªa. ?Por qu¨¦ prescinde IU de uno de sus rostros m¨¢s populares y el diputado con m¨¢s tablas de los 11 que obtuvo el 20-N?
Aunque los m¨¢s afines al exportavoz ven en lo sucedido una ¡°venganza¡± del PCE, que habr¨ªa estado 11 a?os ¡°esperando el momento¡± de resarcirse por la derrota de Frutos, la mayor¨ªa de los dirigentes consultados coincide: no es tanto un golpe de mano del partido cuanto un golpe de autoridad de Cayo Lara y su equipo (en el que el PCE es columna vertebral, s¨ª, pero no en solitario). Una forma de dejar claro que Llamazares ya no manda, que qued¨® atr¨¢s. Y hacerlo a lomos del mejor resultado electoral desde 1996.
¡°Gaspar se presenta como una v¨ªctima, pero ¨¦l tambi¨¦n ha cometido muchos errores. Siempre va a su aire. Aunque no fue desleal, s¨ª hizo que el grupo parlamentario funcionara al margen de IU, alimentando su singularidad. Nunca ha entendido el resultado de la IX Asamblea, y la realidad es que esa Asamblea la perdi¨®¡±, argumenta un miembro de la direcci¨®n. Pone dos ejemplos de la pasada campa?a: ¡°Organiz¨® un acto con gente de la cultura apoy¨¢ndole solo a ¨¦l, no a IU, del que nos enteramos 24 horas antes; y fue a Euskadi a respaldar a Javier Madrazo [excoordinador de IU-EB] tras romper nosotros con ¨¦l. ?Pretende que tengamos amnesia?¡±
Ram¨®n Luque, jefe de campa?a primero de Llamazares y despu¨¦s de Lara, no quiso votar a favor de la propuesta que relegaba al excoordinador. Aunque tampoco sale en su defensa. ¡°El PCE no tiene nada que ver con esto¡±, sostiene. ¡°No ha celebrado ni una sola reuni¨®n para dar directrices sobre el grupo parlamentario¡±.
Me lo esperaba, pero no de esta forma tan descarnada¡±, afirma el exportavoz
En esa tesis abunda uno de los hombres fuertes del PCE y de IU, el eurodiputado Willy Meyer. ¡°Cualquier lectura de que esto es una operaci¨®n del PCE es interesada¡±, dice, lac¨®nico. Y a?ade: ¡°Gaspar es un gran valor de IU, pero cada tiempo tiene sus personas. Hay un nuevo liderazgo y nuevos protagonistas. Lamentablemente, el compa?ero Gaspar tiene una cultura que yo no comparto: de la discrepancia hace un problema pol¨ªtico y, adem¨¢s, p¨²blico. Ha dramatizado en exceso¡±.
Fue Meyer el encargado de comunicar a Llamazares, el pasado lunes, que en el plan de organizaci¨®n del grupo a ¨¦l le correspond¨ªa el quinto puesto. Ni el segundo ¡ªreservado para Jos¨¦ Luis Centella, secretario general del PCE¡ª, ni el tercero ni el cuarto. El quinto. ?l lo rechaz¨®. Ahora se declara ¡°triste¡±. ¡°Me lo esperaba, pero no de esta forma tan descarnada. IU ha optado por la l¨®gica del forcejeo partidario, del reparto, no por la pol¨ªtica. La direcci¨®n ha querido pasar factura. Eso no se corresponde con la demanda ciudadana ni con los retos de la izquierda en un momento cr¨ªtico: el del golpe de mercado¡±, protesta Llamazares. Seg¨²n ¨¦l, Lara ni siquiera le llam¨® tras el 20-N para preguntarle por el funcionamiento de la vida parlamentaria, a la que es un reci¨¦n llegado. La confianza entre ambos es cero.
Esto no es una operaci¨®n del PCE. El compa?ero Gaspar dramatiza en exceso¡± Willy Meyer
Los m¨¢s cercanos a Llamazares ¡ªun grupo afectado, adem¨¢s, por el abandono de Rosa Aguilar e In¨¦s Saban¨¦s, que dejaron IU¡ª ven en la decisi¨®n de Lara un fondo ideol¨®gico ¡°neoanguitista¡±, con apelaciones al sorpasso (adelantamiento al PSOE) incluidas, frente a las tesis del excoordinador que apuntan a un ¡°frente amplio de izquierdas¡±. La ¡°ortodoxia¡± frente a la ¡°renovaci¨®n¡±. ¡°Quien manda en IU es el PCE. Nada se hace sin su visto bueno. Consideran que Gaspar ha sido solo un par¨¦ntesis despu¨¦s de Julio Anguita. Y, ahora que se sienten legitimados por el resultado electoral, est¨¢n cobr¨¢ndose las facturas¡±, reflexiona un gasparista.
Llamazares, m¨¦dico de profesi¨®n, parlamentario hiperactivo, desdoblado en la ¨²ltima legislatura para atender todos los frentes, es ya diputado de a pie. Tiene el carn¨¦ del PCE, pero ya no se siente parte de ¨¦l porque la direcci¨®n lo ¡°excluy¨®¡± hace a?os cuando el partido se escindi¨® en Asturias. Ahora ¨¦l y los suyos han montado un partido nuevo en el seno de IU: Izquierda Abierta (IA). ?A qui¨¦n rendir¨¢ cuentas como diputado? ?A IU, a IA, a s¨ª mismo? Responde que ser¨¢ ¡°leal¡± a IU. Pero a?ade: ¡°Meyer me dijo: ¡®debe haber una sola voz en el grupo¡¯. No, no va a haber una sola voz. En IU nunca hay una sola voz; solo faltar¨ªa que ahora tenga que callarme yo¡±
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