Tratamiento y comunicaci¨®n de shock
Rajoy consigui¨® el cambio pol¨ªtico sin anunciar durante la campa?a sus futuras medidas Hoy ha presentado ¡°su pol¨ªtica de reformas¡±, el aut¨¦ntico giro
En 1933 Franklin Delano Roosevelt asumi¨® el poder en Estados Unidos tambi¨¦n con un enorme capital pol¨ªtico. Los estadounidenses, de todas las tendencias pol¨ªticas, estaban exigiendo una acci¨®n inmediata a causa de la gran crisis econ¨®mica que estaban padeciendo y el presidente respondi¨® insistiendo en que deb¨ªa ser juzgado 100 d¨ªas despu¨¦s de entrar en el gobierno. Durante esos d¨ªas, cre¨® una serie de nuevos programas para los "primeros cien d¨ªas" de la Administraci¨®n, en los que se reuni¨® con el Congreso (que acept¨® casi todas las solicitudes legislativas que hab¨ªa presentado). Desde entonces, los presidentes gozan de cierta ¡°tregua pol¨ªtica¡± en sus primeros 100 d¨ªas. Pero, a partir de entonces, se exigen ideas y soluciones. Es necesario ver un cambio.
Durante la campa?a electoral, Mariano Rajoy dijo: ¡°mi primera medida ser¨¢ un mensaje al pa¨ªs y a Europa de austeridad y de que vamos en serio¡±. Ahora tendr¨¢ 100 d¨ªas simb¨®licos, pero el primer d¨ªa -en el marco de la crisis actual y con estas expectativas- es el d¨ªa clave. Las im¨¢genes y las etiquetas que sea capaz de fijar marcar¨¢n la primera parte de la legislatura en su totalidad.
Actuar con rapidez es tambi¨¦n la premisa t¨¢ctica establecida por Milton Friedman, padre de la ¡°doctrina del shock¡± que gu¨ªa el capitalismo contempor¨¢neo para imponer de forma irreversible los cambios en per¨ªodo de crisis. Friedman estima que una nueva Administraci¨®n "dispone de seis a nueve meses para poner en marcha cambios legislativos importantes; si no aprovecha la oportunidad de actuar durante ese per¨ªodo concreto, no volver¨¢ a disfrutar de ocasi¨®n igual¡±. Ese es el tiempo que tendr¨¢ Rajoy para dar un paso al frente y demostrar a los espa?oles, pero tambi¨¦n al mundo, que la econom¨ªa de Espa?a puede cambiar.
En su libro ¡°La doctrina del shock¡±, de 2007, Naomi Klein indica que esas pol¨ªticas econ¨®micas abanderadas por Friedman (y utilizadas mayoritariamente por los pa¨ªses capitalistas) han alcanzado importancia en pa¨ªses con modelos de libre mercado, no porque fuesen populares o demandados sino a trav¨¦s de impactos en la psicolog¨ªa social -con desastres o contingencias- provocando que, ante la conmoci¨®n y confusi¨®n, se puedan llevar a cabo reformas impopulares.
Rajoy consigui¨® el cambio pol¨ªtico y electoral sin anunciar durante la campa?a sus futuras medidas. Hoy ha presentado ¡°su pol¨ªtica de reformas¡± que ser¨¢ el aut¨¦ntico cambio. Ha enunciado un gran n¨²mero de medidas sin casi necesidad de explicarlas, justificarlas o enmarcarlas en un escenario y su horizonte. Exprimir¨¢ el presente con la imagen de gestor vertical y profundo, casi inflexible, en un viaje que s¨ª que sabemos como ser¨¢: inc¨®modo, largo, duro, dif¨ªcil... e incierto.
Rajoy no se recrea, no pretende gustar, solo ofrecer solvencia y rigor: ¡°Me comprometo a decir la verdad, sin adornos y sin excusas. Al pan, pan y al vino, vino¡±. Solo dos grandes met¨¢foras, al principio y al final de su discurso, han introducido la po¨¦tica en un texto tan prosaico y riguroso que ha sido totalmente le¨ªdo, sin concesiones a la improvisaci¨®n. La primera, sobre la idea de semilla (¡°debemos sembrar con urgencia si queremos que brote lo antes posible la nueva cosecha de empleo¡±), que es una cr¨ªtica velada a los ¡°brotes verdes¡± de la pasada legislatura y que nunca existieron. Y la segunda, m¨¢s po¨¦tica, sobre el horizonte: ¡°cuando las nubes de la pesadumbre ocultan el cielo, parece que somos incapaces de ver otra cosa, incluso de imaginar que puedan desaparecer¡±, con la idea de fondo de ver el final del t¨²nel, o de esperanza en el ¡°futuro¡±. Palabra que, por cierto, solo ha citado diez veces -¡°solidaridad¡±, dos- en contraste con la palabra ¡°reformas¡± que ha sido mencionada en m¨¢s de cuarenta ocasiones. Ni una sola alusi¨®n a ¡°ricos y pobres¡±. Tampoco a Internet, aunque haya anunciado una Ley de Transparencia para el primer trimestre del a?o 2012.
En este primer d¨ªa hemos visto el modelo de liderazgo pol¨ªtico que explorar¨¢ y explotar¨¢. Se acerca m¨¢s al modelo de director (o jefe), y no tanto al de l¨ªder (que espera ser seguido m¨¢s que obedecido). Dec¨ªa Peter Drucker, referente mundial sobre temas de liderazgo, que ¡°gesti¨®n es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer lo correcto¡±. Rajoy intentar¨¢ convencernos de que ser¨¢ y har¨¢ lo correcto, es decir, inocular¨¢ carga moral a la acci¨®n pol¨ªtica. Solo as¨ª podr¨¢ hacer frente a la agenda de cambios, de ¡°cambio de ciclo¡±, que pretende y entiende que Espa?a necesita.
Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª? es asesor de comunicaci¨®n. Autor de La pol¨ªtica vigilada
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.